Aldeanos de la región occidental de Zambia, fronteriza con Angola, demandan indemnizaciones al gobierno del país vecino por atrocidades cometidas contra ellos y sus familias durante la guerra civil angoleña de 1975-2002.
Los demandantes alegan que integrantes de las Fuerzas Armadas de Angola fueron responsables de asesinatos, secuestros, violaciones, incendios intencionales de viviendas y otros actos de destrucción o robo de sus bienes, incluyendo ganado.
El gobierno de Zambia debe ocuparse del asunto en forma urgente, para que nuestros clientes reciban plena compensación, dijo a IPS el abogado de los demandantes, Christopher Mundia, ex presidente de la Asociación de Leyes de Zambia.
Mundia indicó que había enviado un informe sobre el asunto al ministro de Relaciones Exteriores de Zambia, Katele Kalumba, y que esperaba gestiones del gobierno ante la embajada angoleña en el país.
La cuestión será planteada ante la Comisión de Derechos Humanos de la Unión Africana, si no es posible obtener resultados mediante gestiones del presidente (de Zambia) Levy Mwanawasa, advirtió.
Durante la guerra civil angoleña, aldeanos de Zambia denunciaron con frecuencia que integrantes de ambos bandos en conflicto cruzaban la frontera, y que soldados de Luanda los hostigaban con el argumento de que brindaban apoyo a la insurgente Unión por la Independencia Total de Angola (UNITA).
En ese marco, el incidente que causó mayor indignación en Zambia ocurrió el 9 de noviembre, cuando milicianos del gobernante Movimiento Popular de Liberación de Angola atacaron las aldeas de Sepula, Likulushitu y Kalembela, del occidental distrito de Semanga, unos 750 kilómetros al oeste de Lusaka.
Los atacantes capturaron a 108 aldeanos, incluyendo a mujeres y niños, incendiaron las tres aldeas, destruyeron propiedades y robaron grandes cantidades de ganado.
Siete hombres que habían sido capturados fueron hallados muertos a balazos en senderos que atraviesan la selva, entre ellos el jefe de la aldea de Kalembela, Longwani Kayombo, y el director de la escuela primaria de Sepula, Edwin Mulonda.
Los milicianos alegaron que perseguían a combatientes de la UNITA.
Intervenciones diplomáticas lograron que los milicianos liberaran el 11 de noviembre a 83 de las personas capturadas, a las cuales el gobierno de Zambia brindó albergue de emergencia en tiendas de campaña y asistencia alimentaria.
Pero al día siguiente de la liberación, y también el 14 de noviembre, hubo nuevas incursiones angoleñas en la región, en las cuales fueron capturados 37 aldeanos más.
Tropas de Zambia desplegadas en el área para garantizar la seguridad de sus habitantes mataron a 10 soldados de Angola y capturaron a dos oficiales de ese país, durante escaramuzas que se produjeron en territorio zambiano según el ex presidente de la nación, Fredrick Chiluba.
Tras esos enfrentamientos, el presidente angoleño José Eduardo dos Santos declaró que deploraba la muerte de los siete aldeanos capturados el 9 de noviembre, y negó que su gobierno mantuviera cautivos a zambianos.
El ministro de Relaciones Exteriores de Angola, George Chikoti, entregó el 22 de noviembre a Chiluba un mensaje de Dos Santos, en el cual éste alegó que sus tropas no eran responsables de la muerte de los siete aldeanos, e incluso negó que hubieran cruzado alguna vez la frontera para hostigar a civiles de Zambia.
Tras esos acontecimientos, los oficiales angoleños capturados por Zambia fueron liberados, y lo mismo ocurrió el 2 de este mes con unos 59 aldeanos zambianos.
Mundia indicó que sus clientes aún no han definido la suma que reclaman como indemnización, porque esperan los resultados de una evaluación técnica del daño que sufrieron.
Los resultados de esa evaluación serán entregados al gobierno de Zambia, y esperamos que éste los transmita a las autoridades de Angola, explicó. (FIN/IPS/tra-eng/ap/mn/mp/hd ip/02
