La XIV Conferencia Internacional sobre el Sida, que del 7 al 12 de este mes se celebrará en Barcelona, España, será escenario de múltiples debates, pero también de aportaciones prácticas para la lucha contra esa enfermedad.
Entre esas aportaciones se subraya la presentación de dos nuevos medicamentos contra el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), cuyas características anticipó Joseph María Gatell, miembro del comité organizador de la conferencia convocada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El sida es causado por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que destruye el linfocito T. Al disminuir el número de este tipo de linfocitos, el sistema inmunitario pierde eficacia y la persona afectada se torna vulnerable a infecciones víricas o bacterianas secundarias.
Desde que en 1981 se descubrió la enfermedad, ésta ha causado la muerte de más de 20 millones de personas en todo el mundo. Las previsiones de fallecimientos se han duplicado en relación a lo previsto hace dos años en la conferencia sobre el sida realizada en Durban, ciudad del sudeste de Sudáfrica.
Los dos nuevos medicamentos que se presentarán fueron definidos como inhibidores de fusión y de la integrasa. Su uso permitirá, según Gatell, que se recuperen pacientes que no responden a los tratamientos actuales por haber generado resistencia a los medicamentos en uso.
También, añadió, se aumentará la potencia de los tratamientos, reduciendo la toxicidad de los mismos, por lo que incluso en un futuro próximo podrá replantearse el concepto de la erradicación del virus. Es decir, que el tratamiento apuntará a la cura de la enfermedad y no a su control, como ocurre en la actualidad.
De acuerdo con el informe que el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el Sida (ONUSIDA) elaborado para la conferencia de Barcelona, de los 40 millones de personas infectadas por el VIH en el mundo, sólo 730.000 (menos de dos por ciento) están recibiendo tratamiento médico. De éstas, 500.000 residen en los países industrializados.
La sociedad tiene que saber que a pesar de los nuevos tratamientos, el sida sigue matando, expresó Francisco Parras, secretario del Plan Nacional de Sida de España.
En cuanto a las diferencias regionales, el informe de ONUSIDA confirma que Africa es la región más afectada por la pandemia, con 28,5 millones de adultos y niños infectados en la región subsahariana.
En Asia meridional y sudoriental se contabilizan 5,6 millones casos de VIH, y en América Latina y el Caribe, cerca de dos millones. En algunos países, el sida ya es la principal causa de muerte.
En contra de todos los pronósticos de años atrás, la enfermedad y las muertes causadas por ella se han incrementado y se prevé que aumentarán todavía más.
El ONUSIDA predijo que en los próximos 18 años morirán de sida 68 millones de personas en los 45 países más afectados, cinco veces más de las que han fallecido en los primeros 20 años de esta epidemia.
La investigación, producción y baja de los precios de los medicamentos es esencial para enfrentar el sida, pero ello es insuficiente, afirmó José Luis García, coordinador de proyectos en Mozambique de la organización no gubernamental española Ayuda en Acción.
En primer lugar, señaló García, hay que tener presente que Africa concentra el 70 por ciento de las personas infectadas y el 80 por ciento de los fallecidos en 2001, aunque su población representa algo menos del diez por ciento de la población mundial.
No podemos separar sida de subdesarrollo. No es ninguna casualidad que la epidemia se haya cebado con los países más empobrecidos del mundo, indicó.
García exigió a los países ricos que cancelen de una vez la deuda externa en estos países, que permitan una competencia más leal de sus productos, que dejen de levantar muros contra los inmigrantes llegados de las regiones pobres.
En la conferencia de Barcelona se presentarán estudios y ponencias científicos, experiencias en el tratamiento y prevención de la enfermedad y otras actuaciones públicas y privadas.
Así, se anuncia un estudio sobre la valoración del contenido nutricional, coste y tiempo de preparación de los sustitutos de leche materna en países africanos para alimentar a los bebés de madres con sida, y otro sobre la participación de los hombres en programas preventivos de la transmisión maternoinfantil.
Especial atención merecerá el estudio de las estrategias para reducir precios de los medicamentos, como la creación de un fondo de patentes no voluntario, la producción de fármacos en varios países del Sur y la experiencia de las donaciones de compañías farmacéuticas en Sudáfrica.
Pero no sólo se hablará del Sur, ya que también se tratará la relación entre políticos y líderes comunitarios en Estados Unidos para reformar las leyes que condenan las drogas y que contribuyen a la transmisión del sida entre la población reclusa del Estado de Nueva York. (FIN/td
