SALUD-CHILE: Nuevo enfoque sobre sida y derechos reproductivos

Las políticas de salud pública que tendían a impedir los embarazos de mujeres portadoras del VIH en Chile están en franco repliegue ante nuevos enfoques sobre el ejercicio consciente de los derechos reproductivos.

”La historia ha ido cambiando en cuanto a los derechos sexuales y reproductivos” de las portadoras del VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), dijo a IPS la médico Anabella Arredondo, coordinadora ejecutiva de la gubernamental Comisión Nacional del Sida (Conasida).

El VIH es el causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) y se contagia a través de relaciones sexuales, por vía sanguínea o por la llamada transmisión vertical, en la cual una madre contagiada infecta a su hija o hijo en el parto o por lactancia.

Estadísticas de Conasida, sobre 3.971 casos de enfermos en Chile entre 1984 y 2001, indican que 3.715 contagios (93,6 por ciento) fueron por relaciones sexuales, 195 (4,9 por ciento) a través de la vía sanguínea y 61 casos (1,5 por ciento) fue por transmisión vertical.

”En un comienzo, desde (el sector) Salud fueron muy cuestionados los derechos reproductivos, no sólo de la mujer sino de la pareja (portadora del VIH), porque antes las posibilidades de transmisión de la enfermedad a los hijos eran de 30 por ciento”, explicó Arredondo.

”Hoy, estas posibilidades son cerca de uno por ciento”, agregó la especialista.

”Siempre se ha sostenido que no era una decisión de la pareja, pero esta mirada cambia y ahora prima la opción de la pareja, y hay como ayudarla para esto”, dijo la funcionaria gubernamental.

”Nosotros estamos propiciando la consejería reproductiva en Conasida. En los equipos de salud había cierta contradicción y un desincentivo hacia el ejercicio de los derechos reproductivos de las enfermas, pero hoy no debería existir”, subrayó Arredondo.

Por su parte, la antropóloga Carla Donoso, asesora metodológica de la federación Vivo Positivo, sostuvo que Conasida se sigue centrando básicamente en la prevención de la transmisión vertical del VIH.

”Se preocupan de que una mujer portadora del virus no quede embarazada, y si se embaraza, que esto se detecte a tiempo para que haya tratamiento”, añadió.

”En estos momentos se considera desde el sistema de Salud como un fracaso clínico que una mujer viviendo con VIH se embarace. Desde su perspectiva, fracasaron en aconsejarle a esa mujer no tener hijos”, afirmó Donoso.

Vivo Positivo es la mayor federación chilena de enfermos de sida, portadores del VIH y voluntarios que trabajan en este frente, que reúne a 30 organizaciones no gubernamentales de todo el país.

Hay tres agrupaciones conformadas exclusivamente por mujeres con VIH que forman parte de Vivo Positivo: Belona, Voz de Mujer y Fuerza y Esperanza de Mujer.

”Todas nuestras agrupaciones buscan solucionar problemas, como los derechos a la sexualidad de la mujer, de reproducción, de uso del condón femenino, los derechos de atención ginecológica. También nos preocupamos de los hijos con VIH”, contó a IPS Erica Espinoza (27 años), secretaria de Voz de Mujer.

”Si las mujeres con VIH deciden ser madres, el sistema de salud infringe ese derecho, pero nosotras nos oponemos”, agregó Espinoza, una contadora auditora que vive hace dos años con el virus.

A pesar del nuevo enfoque sobre los derechos sexuales y reproductivos que plantea la coordinadora ejecutiva de Conasida, los prejuicios ante las mujeres con sida siguen vigentes en las instancias intermedias y básicas de la atención sanitaria.

”Hay mujeres que tienen problemas con el dispositivo intrauterino que le pusieron en el consultorio hace más de siete años, lo que es mucho tiempo, y la matrona se niega a retirarlo, porque para ella es más importante que esa mujer con VIH no se embarace”, indicó Donoso.

Para Vivo Positivo los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres viviendo con VIH forman parte también de los derechos humanos, entendidos en un sentido amplio.

”Trabajamos en el diagnóstico de situaciones de violación de estos derechos en cuanto a la posibilidad de vivir y disfrutar su vida sexual y en la limitación de sus posibilidades reproductivas, algo que hemos detectado frecuentemente”, señaló la antropóloga.

Agregó que ”estamos elaborando un estudio para determinar la frecuencia de situaciones de este tipo y posteriormente vamos a trabajar en el empoderamiento (fortalecimiento) de estas mujeres para que conozcan sus derechos reproductivos y los ejerzan”.

”El derecho a tener hijos es un tema que se discute entre ellas”, contó Donoso, en referencia a los grupos de debate y reflexión que organiza como asesora metodológica de Vivo Positivo.

”Actualmente hay un tratamiento para prevenir la transmisión (del sida) madre-hijo, que incluye medicamentos antirretrovirales y otras prácticas como la cesárea y el no amamantamiento. Con estas precauciones, la posibilidad de transmisión es bajísima, menos de cinco por ciento”, explicó la experta.

”Frente a esta realidad, las mujeres se plantean la posibilidad de tener hijos. Hay mujeres que tienen un hijo seropositivo y que desearían, tomando las precauciones, tener uno seronegativo”, dijo Donoso.

Vivo Positivo desarrolla dos proyectos sobre derechos sexuales y reproductivos, uno en Santiago y otro en varias regiones del interior del país, que incluyen fases de investigación y diagnóstico y luego de participación y capacitación para su ejercicio.

La entidad no gubernamental está iniciando también un trabajo con Conasida, focalizado en las necesidades de la población femenina portadora del VIH y enferma de sida.

Del mismo modo, dijo Donoso a IPS, se procura suscribir con el Servicio Nacional de la Mujer un convenio de asociación para que esta repartición gubernamental, que tiene rango de ministerio, asuma el tema de la prevención del VIH. (FIN/IPS/ggr/dm/he-hd/02

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