POBLACION-PAKISTAN: El aborto predomina entre las casadas

Las mujeres casadas de Pakistán recurren al aborto con mucha más frecuencia más que las solteras, pero apenas 28 por ciento utilizan algún método anticonceptivo y muy pocas cuentan con la colaboración del esposo para utilizarlos de manera adecuada.

Muchas pakistaníes ignoran que el aborto inducido es ilegal — excepto en casos en que la gestación ponga en peligro la vida de la madre—, pero sí saben que las tradiciones culturales y religiosas de este país de mayoría musulmana lo desaprueban.

Los abortos a los que se someten las mujeres casadas representan 91,5 por ciento de los practicados en Pakistán, según cálculos extraoficiales.

Estas intervenciones se realizan en la clandestinidad y a menudo en condiciones muy riesgosas, por ejemplo, con agujas de tejer, perchas, barras de metal y hasta con pólvora.

Nueve por ciento de las mujeres que abortan mueren como consecuencia de complicaciones posteriores. Activistas a favor del aborto creen que esas muertes riesgo podrían eliminarse si el gobierno legalizara la intervención, al menos en los primeros 120 días del embarazo.

Sin embargo, muchas mujeres no recurrirían al aborto si hubieran recibido información sobre planificación familiar y tuvieran acceso a anticonceptivos.

Las corrientes mayoritarias del Islam se oponen al aborto como método de control de la natalidad, pues el capítulo Al Esra del Corán indica: ”¡No matéis a vuestros hijos por miedo a empobreceros! (…) Matarles es un gran pecado.”

Sólo 28 por ciento de las mujeres casadas encuestadas el año pasado por el Instituto Nacional de Estudios Demográficos utilizaban algún método anticonceptivo, entre los que figuraba en tercer lugar el coito interrumpido, considerada por los expertos una práctica poco segura.

El estudio reveló, además, que 42 por ciento de las mujeres casadas no querían tener más hijos de los que ya tenían. Otro 19 por ciento manifestaron su deseo de esperar al menos dos años entre el nacimiento de uno y otro hijo.

Pakistán fue uno de los primeros países del mundo que aplicó un programa gubernamental de planificación familiar, y cuenta con Centros de Bienestar Familiar en todo el territorio, que brindan asesoramiento y anticonceptivos.

Pero la población de este país de 142 millones de habitantes, 95 por ciento de ellos musulmanes, continúa creciendo un ritmo de entre 2,3 y tres por ciento anual.

Las autoridades afirman que 96 por ciento de los adultos tienen conocimientos adecuados sobre métodos anticonceptivos, ante el 78 por ciento de 1991. El uso de anticonceptivos también aumentó en ese periodo, pero no al mismo ritmo.

La población de las áreas rurales y los pobres son los sectores más afectados por la falta de planificación familiar.

Expertos de la Universidad Médica Baqai indicaron que 59,1 por ciento de las mujeres encuestadas que se habían sometido a abortos en condiciones de riesgo empleaban algún tipo de anticonceptivo cuando quedaron embarazadas, lo cual revela un uso inadecuado de esos métodos.

”La población dispone de una información limitada. En 76 por ciento de los casos, los esposos acompañan a las mujeres cuando éstas se someten a abortos riesgosos. Eso demuestra que, para ellos, los anticonceptivos no son confiables”, dijo la médica Sarah Jamil.

Los esposos son parte del problema, observó la ginecóloga Salma Kiyyani. Además de imponer su opinión sobre el tamaño que debe tener la familia, hacen muy poco más para evitar hijos no deseados. Esto, aseguró, ”es injusto con las mujeres”.

Al contraer matrimonio, el esposo de Sajjida le dijo que sólo quería tener dos hijos. Pero nunca cooperó con ella en el uso de anticonceptivos, por lo que Sajjida se embarazó sin quererlo.

Pero la pareja sólo tiene dos hijos, pues Sajjida interrumpió sus ocho embarazos siguientes con intervenciones de alto riesgo.

La ilegalidad del aborto impide que haya estadísticas disponibles sobre la magnitud del fenómeno. Según una encuesta a mujeres pobres casadas atendidas en el Hospital Agha Khan, el índice de interrupciones voluntarias del embarazo es de apenas 25,5 por mil.

Pero la organización no gubernamental pakistaní Shirkat Gah cree que el país tiene un ”alto índice” de abortos en condiciones de riesgo, situación que atribuye a la ilegalidad de la intervención y a la falta de satisfacción de la demanda de anticonceptivos.

La Organización Mundial de la Salud define un aborto en condiciones de riesgo como un procedimiento de terminación de un embarazo no deseado practicado por una persona sin la capacitación necesaria o en un ambiente que carece de niveles médicos mínimos.

Además de la muerte, otras posibles consecuencias de los abortos riesgosos son infertilidad y severos problemas ginecológicos como enfermedades pélvicas inflamatorias, hemorragias e infecciones. (FIN/IPS/tra-en/ni/ccb/lp/mj/he pr/02

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