PAKISTAN: Gobierno empleará un satélite alquilado

El gobierno de Pakistán alquilará desde fines de este año un satélite de comunicaciones usado, para no perder la última de las cinco órbitas geoestacionarias que le reservó en 1984 la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).

Las órbitas geoestacionarias se realizan sobre el Ecuador en periodos de 24 horas, a 35.786 kilómetros de la Tierra. Eso implica que los satélites se mantengan fijos en relación con un área de la superficie terrestre, y los hace en especial útiles para comunicaciones, pero también para objetivos militares.

La cantidad utilizable de órbitas de ese tipo es limitada, y la UIT asigna ubicaciones a países y a empresas privadas, que las pierden si no las ocupan en determinados plazos.

En la actualidad hay unos 250 satélites estatales y privados en órbita geoestacionaria, y no queda mucho sitio para otros.

El 19 de abril de 2003 vence el plazo otorgado al país para ocupar la última órbita geoestacionaria que se le había asignado, y no habrá más oportunidades si ésta se desaprovecha, dijo a IPS el ministro de Ciencia y Tecnología, Atta-ur-Rehman.

El satélite será alquilado por cinco años a la firma Hughes Global Systems Satellite (HGS3), con un desembolso inicial de 4,5 millones de dólares, y otro tanto de gastos operativos que incluyen alquilar 34 sistemas de respuesta automática a señales o transpondedores, necesarios para la transmisión vía satélite.

El costo es relativamente bajo debido a que se trata de un artefacto usado, alquilado en la actualidad por Turquía, que será trasladado el 23 de diciembre desde la órbita turca que ocupa a la pakistaní.

Islamabad se propone reanudar esfuerzos para desarrollar un satélite propio, que comenzaron en los años 80 y fueron abandonados.

Rehman aseguró que la decisión de firmar un contrato con HGS3 se debió sólo a motivos comerciales, pero especialistas señalaron que disponer de un satélite en órbita geoestacionaria también es relevante desde el punto de vista militar, por lo menos en el terreno de las comunicaciones.

Entre sus usos posibles estará el de detectar explosiones nucleares en la región y brindar alerta temprana ante ataques con misiles, indicó el presidente de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones y submariscal del aire Azhar Maud.

Contar con ese recurso es vital para que el sistema de comando y control sobre las armas nucleares del país sea ”creíble”, apuntó M Nasim Shah, de la Comisión de Investigación del Espacio y la Atmósfera Superior.

La vecina India, en conflicto con Pakistán desde la creación de ambos países hace más de medio siglo, también cuenta con armas nucleares y dispone de varios satéñites en órbita geoestacionaria.

Un satélite que brinde en forma oportuna datos sobre los adversarios también es un factor de disuasión contra ataques, y reduce la posibilidad de infundadas sospechas sobre ”intenciones bélicas”, además de facilitar comunicaciones para desactivar crisis, todo lo cual contribuye a la paz y la estabilidad, arguyó Shah.

Salman Ansari, asesor del Ministerio de Ciencias, destacó en cambio la importancia comercial del satélite, cuya ubicación permitirá mejorar las comunicaciones del país con dinámicos mercados de Asia, Africa y Europa.

”Será fácil recuperar con facilidad la inversión, ya que el país no necesita usar por ahora más de cuatro transpondedores, y los demás de que dispondremos pueden ser subalquilados a emisoras o empresas de telecomunicaciones de otros países”, sostuvo.

La demanda factible en el futuro inmediato se vincula, entre otras cosas, con el desarrollo de un sistema de medios de comunicación y telecomunicaciones en Afganistán, y con servicios requeridos por países ricos en petróleo de Asia Central, que no cuentan en la actualidad con acceso adecuado a satélites.

Islamabad lanzó en los años 80 un programa de desarrollo de comunicaciones vía satélite, al mismo tiempo que India, y emprendió con la firma Hughes un estudio de viabilidad para la producción de un satélite propio que se llamaría PAKSAT.

Ese proyecto, cuyo costo previsto era 400 millones de dólares, no avanzó hasta que el gobierno percibió el riesgo de perder la última oportunidad asignada por la UIT.

En 1990, una compañía con sede en Hong Kong produjo y lanzó el satélite Asia Sat 1, para una región de Asia-Pacífico que incluye a países de Asia Meridional, así como una exitosa red de televisión satelital, y alquila transpondedores a numerosos firmas de la región.

El canal estatal de televisión pakistaní, PTV, alquila desde 1992 un transpondedor del sistema Asia Sat 1, para emitir hacia India y otros países de la región, y otro de la empresa tailandesa ThaiSat, para emitir hacia Europa y América del Norte.

Esos logros son muy inferiores a los de India, que emite mediante docenas de canales vía satélite, y tuvo más de medio millón de televidentes en Pakistán, una porción pequeña pero de importancia cualitativa en una población total de más de 152 millones.

A fines de los años 90, el gobierno comenzó a tomar medidas contra la llamada ”invasión cultural” india, que incluyeron la regulación del mercado de televisión por cable. Desde diciembre se prohibieron las transmisiones de canales indios, en un momento especialmente malo de las relaciones bilaterales.

En marzo fue creada la Autoridad Reguladora de Medios de Comunicación Electrónicos, que tiene a su cargo la autorizacion de nuevas emisoras de radio y televisión. (FIN/IPS/tra- eng/ni/ccb/js/mp/ic ip/02

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