PAKISTAN: Condenado a muerte asesino del periodista Pearl

Un tribunal de Pakistán condenó a muerte este lunes al cabecilla del grupo que secuestró y mató al periodista estadounidense Daniel Pearl, en el primero de una serie de ataques contra ciudadanos occidentales este año.

Otros tres miembros de la banda secuestradora fueron condenados a 25 años de prisión.

Pearl, de 38 años, era corresponsal en Asia meridional del diario estadounidense The Wall Street Journal e investigaba movimientos extremistas islámicos cuando fue secuestrado el 23 de enero último.

Un grupo autodenominado Movimiento Nacional para la Restauración de la Soberanía Pakistaní reivindicó el secuestro en mensajes electrónicos enviados al Wall Street Journal y otros medios y exigió la liberación en Estados Unidos de supuestos miembros de los grupos extremistas islámicos Talibán y Al-Qaeda.

Los secuestradores, que enviaron en su mensaje una fotografía de Pearl con un arma de fuego apuntando a su cabeza, acusaron al periodista de ser un espía de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense y advirtieron que lo matarían si no se cumplían sus demandas.

La muerte de Pearl quedó confirmada con un vídeo enviado el 21 de febrero a la embajada de Estados Unidos en Pakistán, que mostraba la ejecución del periodista.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, declaró entonces que ese tipo de crímenes sólo aumentaban la determinación de Washington de combatir el terrorismo.

El líder del grupo secuestrador, Ahmed Omar Saeed Sheikh, admitió su participación en el secuestro en su primera comparecencia ante la justicia pakistaní, en febrero, pero posteriormente se retractó.

Sheikh, nacido en Gran Bretaña, fue acusado de mantener vínculos con algunos de los grupos fundamentalistas islámicos más violentos de Pakistán.

El gobierno de Estados Unidos solicitó al de Pakistán que le entregara a Sheikh para juzgarlo por el asesinato de Pearl y por el secuestro en 1994 de un ciudadano estadounidense en India, pero Islamabad rechazó la solicitud.

Este martes 15, el juez pakistaní Alí Ashraf Shah condenó a muerte a Sheikh y sentenció a 25 años de cárcel a otros tres acusados del crimen de Pearl.

Los abogados de los cuatro condenados anunciaron que apelarían los veredictos, emitidos en una sala de tribunal dentro de una cárcel en la ciudad de Hyderabad, en medio de rigurosas medidas de seguridad.

El secuestro de Pearl fue el primero de una serie de ataques lanzados contra ciudadanos occidentales en Pakistán este año.

En marzo, una iglesia cristiana fue blanco de un ataque con granadas que mató a dos estadounidenses, y en mayo, un autobús que transportaba a ingenieros franceses fue bombardeado y como resultado murieron siete de sus ocupantes.

Luego, en junio, un coche-bomba se lanzó contra el consulado de Estados Unidos en la ciudad de Karachi.

Y el pasado sábado, nueve turistas europeos que viajaban en autobús por la ciudad de Mansehra, en la Provincia de la Frontera Noroccidental (fronteriza con Afganistán) fueron blanco de otro ataque con granadas, que sólo produjo heridas leves a algunos turistas.

Funcionarios de inteligencia pakistaníes y estadounidenses vincularon esos atentados con Al-Qaeda, el grupo terrorista acusado de los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, cuyos miembros huyeron en su mayoría de Afganistán a Pakistán tras el derrocamiento del grupo Talibán a fines de 2001.

Los investigadores creen que la serie de ataques contra objetivos occidentales en Pakistán es una forma de protesta de los grupos extremistas islámicos por la colaboración de Islamabad con Washington en su ”guerra contra el terrorismo”.

Apenas un día antes del atentado contra los turistas europeos, el pasado viernes, el presidente pakistaní Pervez Musharraf declaró en su discurso a la nación que ”todo el pueblo debe pelear contra el terrorismo”.

En referencia a la campaña conjunta pakistaní-estadounidense contra miembros de Al-Qaeda en la frontera con Afganistán, el general Musharraf dijo que Islamabad ”no puede tolerar elementos extranjeros, ya sea en las fronteras o en las ciudades pakistaníes”.

”Pakistán se ha transformado en un laboratorio donde Estados Unidos experimenta de qué manera puede usar su poder para combatir el terrorismo”, comentó el periódico The New York Times en un artículo publicado el domingo.

La colaboración de funcionarios de inteligencia pakistaníes ”marcó un cambio en la estrategia antiterrorista de Bush”, agregó el diario. (FIN/IPS/tra-en/mh/js/mlm/ip/02

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