NIGERIA: Violencia en vísperas de comicios locales

La violencia política cunde en Nigeria un mes antes de los comicios para elegir candidatos a los consejos locales de gobierno, programadas para el 10 de agosto.

Los choques entre simpatizantes de diversos dirigentes políticos, en muchos casos alentados por los propios dirigentes, según observadores, en vísperas de elecciones primarias locales no auguran un buen clima para los comicios generales, previstos para el primer trimestre de 2003.

Por lo menos dos personas murieron en la central ciudad de Ilorin esta semana, luego de choques entre grupos opuestos de simpatizantes del gobernante Partido de Todo el Pueblo y y también pertenecientes al opositor Partido Democrático Popular.

El portavoz de la policía de Ilorin, Kayode Olorunmaiye, atribuyó las muertes a la acción de matones que pretendían imponer sus candidatos en sus respectivos partidos.

Otras cinco personas fueron secuestrados en el poblado de Okrika, en el occidental estado de Delta, y docenas resultaron heridas allí por grupos de jóvenes con machetes, como consecuencia de choques entre simpatizantes de altos funcionarios del gobierno que intentaban imponer a sus candidatos.

La violencia obligó a numerosos residentes de Okrika a huir rumbo a poblados vecinos.

”La atmósfera en Okrika es tensa, como un estado de sitio mental. Todos están asustados y muchos temen manifestar sus opiniones por temor a ser atacados. El pueblo está casi desierto como consecuencia de la violencia”, dijo un alto funcionario del gobierno, Nemi Adokiye, al diario The Guardian.

Adokiye acusó a ”algunos altos funcionarios del gobierno” de armar a las ”ordas” para secuestrar y mutilar a ”inocentes” en Okdrika.

Soldados fueron desplegados el lunes en las vías de ingreso del estado de Delta para impedir el ingreso de armas y municiones antes de las elecciones.

El comandante de la Brigada Anfibia de Delta, coronel Lar Dogo, dijo que algunos políticos intentaban traficar armas al estado para causar caos y confusión durante las elecciones.

”Los dirigentes políticos deberían darse cuenta de que sobornar e imponer candidatos son prácticas a las que los votantes se resistirán”, dijo un empleado público de Lagos, la principal ciudad nigeriana, Paul Okoro.

”Podrá haber todavía algunos casos de compra de votos, pero creo que los electores se limitarán a tomar el dinero y a votar por los candidatos que elijan” en su fuero íntimo, sostuvo Okoro.

”La violencia es un llamado de alerta para los dirigentes políticos, que creen que son los designados para gobernar por derecho de cuna y que no deben continuar imponiendo sus candidatos al electorado”, dijo el integrante del no gubernamental Leadership Watch, reverenod Martins Iwuanyawu.

”Los políticos deben saber que no pueden imponerse al pueblo. Algunos políticos borrachos de poder podrían, por codicia, intentar un fraude, pero los votantes deben resistirse”, sostuvo Iwuanyawu, cuya organización está embarcada en una campaña de difusión sobre los derechos de los electores.

”Lo más importante es que el pueblo diga 'no' a la imposición de candidatos”, concluyó.

Las elecciones de 2003 son consideradas una prueba clave para la nueva democracia en Nigeria, donde terminó en 1999 una dictadura militar de 15 años. (FIN/IPS/tra-eng/to/mn/mj/ip hd/02

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