El gobierno de Chile ratificó su condición de asociado externo del Mercado Común del Sur (Mercosur) en vísperas de la cumbre de Buenos Aires, rechazando así demandas empresariales de romper con el bloque en esta hora de crisis.
El ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, se reunió este miércoles en Buenos Aires con el ministro de Economía de Argentina, Roberto Lavagna, en una gestión previa a la cumbre de presidentes que tendrá lugar el jueves y el viernes en esa ciudad.
El presidente de Chile, Ricardo Lagos, y su par de Bolivia, Jorge Quiroga, participarán en la cita como miembros asociados del Mercosur (Mercado Común del Sur), el proyecto de integración creado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
A la cumbre asistirá así mismo el presidente de México, Vicente Fox, como invitado especial.
El deseo predominante en las autoridades chilenas es llegar a acuerdos y compromisos en Buenos Aires que transformen esta cumbre de la crisis en una operación avanzada de salvataje del Mercosur.
Distinta es la visión de la Sociedad Nacional de Agricultura y de la Cámara Nacional de Comercio, dos de los mayores gremios empresariales chilenos, que propusieron a Lagos el congelamiento del proceso de integración con el Mercosur.
El escenario (de crisis) que actualmente viven los países del Mercosur no es una razón para abandonar nuestros objetivos, como país asociado, de profundizar la relación con el bloque, dijo el martes a la prensa la canciller Soledad Alvear.
La ministra de Relaciones Exteriores añadió que los signos en Brasil de contagio de la crisis de Argentina obligan a Chile no solo a estar en alerta, sino también a orientar todos sus esfuerzos a apoyar a estos países hermanos.
Más allá de la retórica diplomática y política, el escenario económico en que se desarrolla la relación de Chile con el Mercosur se presenta con un alto grado de complicaciones.
Las exportaciones a Argentina, el tercer socio comercial de Chile en América Latina, cayeron este año en picada, y ahora hay incertidumbre sobre Brasil, el primer comprador de productos chilenos en la región.
Tal como lo ha hecho en todos los encuentros internacionales de mandatarios desde fines del año pasado, Lagos promoverá en la cumbre del Mercosur señales de unidad y optimismo dirigidas al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a los países industrializados.
Fuentes vinculadas a la cancillería chilena dijeron a IPS que, en ese sentido, se valora la presencia en Buenos Aires del presidente de México, un interlocutor privilegiado de Estados Unidos.
Las ventas de Chile a Argentina, que en el período enero-abril de 2001 ascendieron a 214 millones de dólares, cayeron en el primer cuatrimestre de este año a apenas 76,4 millones de dólares, según el último informe del Banco Central.
El persistente efecto de la crisis argentina llevó a Lagos a señalar el domingo que las previsiones de crecimiento de la economía chilena para este año, del orden de 3,5 por ciento, se están revisando a la baja, en el rango de 2,5 a tres por ciento.
El director de Presupuesto del Ministerio de Hacienda, Mario Marcel, dijo el martes ante el Senado que la estimación actual de crecimiento del producto interno bruto en 2002 es de 3,2 por ciento.
Marcel aclaró que el cálculo se hizo antes de la crisis financiera comenzada a fines de junio en Brasil y que tampoco se consideró el probable impacto en la economía estadounidense del escándalo contable de la transnacional WorldCom.
Las exportaciones de Chile a Brasil totalizaron 238,5 millones de dólares en los primeros cuatro meses de este año, con una baja, aunque no tan acentuado como en el caso argentino, respecto de enero-abril de 2001, cuando llegaron a 313,7 millones de dólares.
El tratado de libre comercio que Chile firmó con el Mercosur en 1996, cuando se convirtió en asociado externo al bloque, debe cubrir todavía numerosos tramos para alcanzar los objetivos de una liberación total del intercambio.
Las organizaciones empresariales se quejan de que los acuerdos de reducción arancelaria no han sido cumplidos por Argentina, debido a las salvaguardas en beneficio de sus exportaciones que decretó el año pasado el entonces ministro de Economía argentino Domingo Cavallo.
El diagnóstico de que la asociación con el Mercosur es un mal negocio para Chile predomina entre los hombres de negocios, poco interesados en otros objetivos, como la integración física, política, social y laboral en el Cono Sur.
El presidente de la Asociación de Exportadores, Ronald Bown, manifestó el lunes a Lagos la preocupación de su sector por el derrumbe de las ventas al Mercosur.
Lagos, que estará en Buenos Aires acompañado por Alvear y Eyzaguirre, tendrá presente estas inquietudes empresariales en sus conversaciones con los presidentes Eduardo Duhalde, de Argentina, y Fernando Henrique Cardoso, de Brasil.
En la óptica chilena, el eventual contagio de la crisis que nació en Argentina y hoy tiene alcance regional dependerá de los acuerdos que se tomen en la capital argentina y de la reacción del sistema financiero internacional ante esas resoluciones. (FIN/IPS/ggr/ff/if/02