Un acuerdo de transición con el Fondo Monetario Internacional (FMI) parece ser el único recurso de Brasil para defender su moneda, que sigue en caída libre desde la semana pasada pese a la intervención del Banco Central en el mercado de cambios.
El comienzo de las negociaciones con el FMI no evitó que el real cayera 5,15 por ciento este miércoles. La depreciación al cabo del mes es de 18,3 por ciento.
El dólar alcanzó al mediodia de este miércoles la cotización de 3,61 reales, ante 3,30 reales en la víspera y luego de superar el jueves último la barrera de los tres reales.
Esa depreciación ininterrumpida ha tenido impacto en la economía. La inflación registra un repunte y se da por descontado que Brasil no podrá cumplir la meta fijada con el FMI, de un aumento máximo de precios de 5,5 por ciento este año.
El trigo importado abastece 75 por ciento del consumo, de modo que se incrementó el precio de todos los productos derivados de ese cereal. El pan, por ejemplo, subió entre 15 y 20 por ciento.
También el petróleo, el gas y sus derivados contribuyen hace varios meses a la inflación, ya que la producción local es insuficiente y el precio de los combustibles importados sigue la cotización en dólares.
Las empresas exportadoras, teóricamente favorecidas por la caída del real, tienen dificultades para concretar sus ventas, por falta de crédito.
Mientras, las empresas privadas se enfrentan mensualmente a vencimientos entre 1.500 millones y 2.000 millones de dólares y no logran refinanciar ni la mitad de sus compromisos. Acuden entonces al mercado a comprar dólares, contribuyendo al aumento del tipo de cambio.
El Banco Central inyecta diariamente en el mercado 50 millones de dólares, además de refinanciar lineas de crédito externas. En total, deberá colocar 1.835 millones de dólares en el mercado en agosto, anunció el director de Política Monetaria de la institución, Luiz Fernando Figueiredo.
El gobierno envió a Washington una misión compuesta por altos funcionarios del Ministerio de Hacienda y por el director de Política Económica del Banco Central, Ilan Goldfajn, para negociar un nuevo acuerdo con el FMI.
Pero ninguna decisión pudo interrumpir la depreciación del real que, según los analistas económicos, va a continuar en los próximos días, aunque probablemente a ritmo menor.
Habitualmente, la demanda de dólares tiene a aumentar a fines de mes, cuando los bancos y otras instituciones cierran sus balances mensuales y se fijan los valores de contratos en el mercado de futuros. Ese hecho explicaría también el comportamiento actual del mercado de cambios.
Así mismo, las elecciones presidenciales de octubre son señaladas como causa de las turbulencias que se expresan principalmente en la gran demanda de dólares y en el consiguiente debilitamiento del real.
Los dos candidatos favoritos, Luiz Inácio Lula da Silva, del izquierdista Partido de los Trabajadores, y Ciro Gomes, del Frente Laborista, son críticos de la política económica del presidente Fernando Henrique Cardoso y de las recetas del FMI.
Las últimas encuestas indican que el candidato oficialista, José Serra, tiende a quedar en tercer lugar en los comicios del 6 de octubre. En este caso quedaría fuera de la segunda vuelta el 27 de octubre, a ser disputada entre los dos mejores colocados, ambos opositores.
El único aspirante que expresó apoyo a la negociación del gobierno con el FMI es el oficialista José Serra, tercero en las encuestas preelectorales.
El Poder Ejecutivo desea obtener nuevos préstamos para neutralizar las presiones sobre la moneda y los precios hasta que el nuevo gobierno entre en funciones, el 1 de enero.
La encuesta más reciente adjudicó a Lula 33 por ciento de la intención total de voto y 28 por ciento a Gómez. Serra podría ser excluido entonces de la segunda vuelta, a la que pasarán los dos candidatos más votados si el primero no logra más de 50 por ciento de los sufragios en octubre.
La negociación emprendida por Brasil en Washington es de carácter urgente, pues el FMI entra en receso el 12 de agosto. Pero el noticiero de televisión Globo News citó a una fuente del organismo multilateral para anunciar negociaciones largas y difíciles.
Esa perspectiva puede aumentar el nerviosismo en el mercado brasileño. No obstante, la Bolsa de Valores de Sao Paulo registró alza de 4,5 por ciento este miércoles y de 1,09 por ciento el martes. Y el ex ministro de Economía, Marcilio Marques Moreira, recordó que Brasil ya ha superado momentos peores. (FIN/IPS/mo/ff/if/02
