DROGAS-CANADA: Polémica por la marihuana

El ministro de Justicia de Canadá, Martin Cauchon, aboga por reducir la pena por posesión de marihuana, contra la opinión de la policía y del gobierno estadounidense.

Cauchon, del gobernante Partido Liberal, considera injusto que poseer marihuana se registre como antecedente penal y sea un obstáculo para conseguir empleo y viajar a otros países, en especial a Estados Unidos. Por eso maneja la posibilidad de que esa conducta pase a ser sólo una infracción castigable con multa.

Tal modificación de las normas vigentes puede ser propuesta después de conocer recomendaciones en la materia que preparan el Senado y la Cámara de los Comunes, indicó.

Un informe preliminar del Senado sobre el asunto incluye el resultado de una investigación entre canadienses de 15 a 24 años, y señala que de 30 a 50 por ciento de los entrevistados admitieron haber fumado marihuana.

El propio Cauchon reconoció a comienzos de este mes que probó esa droga en su juventud.

”Tengo 39 años, y por supuesto que la probé hace tiempo. Pero mi experiencia no indica si es o no perjudicial”, dijo a periodistas.

Estados Unidos tiene las leyes más estrictas contra el consumo de drogas en Occidente, y se opone a que Canadá elimine del Código Penal el delito de posesión de marihuana, pues teme que eso aumente el ingreso de la droga a través de la extensa y relativamente abierta frontera entre ambos países.

Funcionarios antidrogas estadounidenses realizan gestiones en reserva para evitar que el parlamento canadiense liberalice las normas sobre marihuana, dijeron a IPS fuentes gubernamentales.

Otros funcionarios de Estados Unidos sabotearon el programa canadiense de uso de marihuana con fines terapéuticos, al negarse a entregar semillas que poseen con fines de investigación, indicó a comienzos de este año la ministra de Salud, Anne McLellan.

El jefe de política antidrogas de la Casa Blanca, John Walters, advirtió en primavera (boreal) que Canadá sufrirá sanciones comerciales si reduce las penas por posesión de marihuana. Washington amenazó también a Jamaica con la suspensión de su asistencia, para impedir la despenalización de la marihuana en ese país.

Washington exporta al mundo entero ”sus fallidas políticas antidrogas” y aplicar ”tácticas de mano dura para que otros países las mantengan”, comentó Allen St. Pierre, director ejecutivo de la Fundación NORML, que aboga en Estados Unidos por leyes menos severas relacionadas con la marihuana.

Cauchon insiste en que no se propone legalizar la posesión de esa droga, sino transformarla en una falta de menor gravedad, como lo han hecho Suiza y Gran Bretaña.

El gobierno británico anunció a comienzos de este mes reformas que disminuyen las sanciones relacionadas con la posesión y el consumo de marihuana.

”La pregunta pertinente se refiere a la eficiencia del actual sistema. Quizás encontremos un modo de mantener ilegal la posesión y ser a la vez más constructivos, eficaces y eficientes”, dijo Cauchon en una entrevista.

El costo anual de la política antidrogas del gobierno es por lo menos 315 millones de dólares, y más de 30.000 personas son acusadas cada año de poseer marihuana.

La policía rechaza en forma tajante el plan de Cauchon.

”Debe quedar claro que la marihuana es una droga que altera la mente”, enfatizó el vicepresidente de la Asociación Policial Canadiense, Mike Niebudek.

Esa organización decidió en su último encuentro anual oponerse a la disminución de sanciones por posesión de marihuana.

Informes de prensa de Estados Unidos afirmaron que la mitad de la marihuana consumida en ese país proviene de Canadá.

Según esos informes, potentes variedades de la droga son cultivadas en hogares canadienses transformados en invernaderos clandestinos, de los cuales habría unos 3.000 en la occidental ciudad de Vancouver, y una cantidad similar en el resto del país.

Proveedores de energía eléctrica canadienses se quejan de que esas instalaciones reciben iluminación permanente mediante conexiones ilegales a la red de suministro, que les hacen perder millones de dólares.

Cauchon y otros funcionarios gubernamentales alegan que la reforma propuesta no implica menos persecución de cultivadores y traficantes por parte de la policía, pero el director de la agencia antidrogas estadounidense, Asa Hutchinson, previó que esa iniciativa significará que más marihuana canadiense entre a su país.

”Políticas más laxas sobre marihuana del otro lado de la frontera llevarán a ciudadanos estadounidenses a Canadá para consumir esa droga, y es probable que personas de ambos países vendan más marihuana canadiense a Estados Unidos”, afirmó Hutchinson en una entrevista.

El funcionario también teme que modificaciones de la ley canadiense refuercen el debate en Estados Unidos sobre la despenalización del consumo de marihuana.

”Respetamos mucho a Canadá y Gran Bretaña, pero sus cambios en la legislación sobre marihuana significan más ruido en este país sobre la necesidad de revisar nuestras propias leyes, que distrae de las firmes políticas contra el consumo de drogas”, aseveró Hutchinson. (FIN/IPS/tra-eng/mb/ml/mp/ip/02

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