DESARROLLO-R.D. CONGO: Banco Mundial ofrece anular deuda externa

El Banco Mundial ofreció a la República Democrática del Congo (RDC) la anulación el año próximo de 80 por ciento de su deuda externa y volver a concederle préstamos, con la condición de que el gobierno continúe la implementación de un estricto programa monetario.

La deuda total de la RDC suma 12.000 millones de dólares, y 80 por ciento de ese monto es unos 9.600 millones de dólares.

El banco suspendió hace 12 años el crédito a la RDC, y medidas similares fueron adoptados por otros organismos financieros internacionales y países donantes, en el marco de presiones internacionales por democratización sobre el régimen de Mobutu Sese Seko (1965-1997).

Mobutu fue derrocado por Laurent Kabila, quien murió en enero de 2001 a manos de su guardaespaldas, y su hijo Joseph lo reemplazó en la presidencia.

El presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, anunció las iniciativas para RDC esta semana tras una visita de tres días a Kinshasa, donde se entrevistó con Joseph Kabila y con representantes de la comunidad de negocios.

Wolfensohn dijo a periodistas que felicitó al gobierno por sus medidas de combate a la inflación, a la cual considera un gran obstáculo para el crecimiento económico del país.

En un año de aplicación de esas medidas, la inflación bajó de 500 por ciento a 10 por ciento, pero los empleados públicos tienen remuneraciones insuficientes para las necesidades de sus familias, y el Estado debe a muchos de ellos meses de salario.

El banco considerará desde agosto otorgar al país la primera mitad de un préstamo de 900 millones de dólares, que deberían devolverse sin intereses dentro de 30 años, para construcción de carreteras, hospitales y escuelas, entre otras obras de infraestructura, indicó Wolfensohn.

El presidente del banco destacó la importancia de luchar el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), que tiene devastadores efectos en el país.

La esposa del funcionario, Elaine Ruth Wolfensohn, asistió a la apertura en Kinshasa de un centro para infancia desamparada, que recibirá a huérfanos por causa del sida, y afirmó que ”el desarrollo humano del cual se habla en las grandes conferencias internacionales debería comenzar con los niños”.

El Programa Nacional contra el Sida registra unos dos millones de infectados por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante de esa enfermedad, en una población total de más de 50 millones, y unos 650.000 huérfanos debido a ella.

La suspensión de asistencia internacional al país ha implicado grandes dificultades para combatir el sida y otras enfermedades, entre ellas algunas que habían erradicado hace años y reaparecieron, como la tuberculosis y la llamada enfermedad del sueño.

Los fondos del Banco Mundial deben ser empleados para ”combatir la pobreza y mejorar la salud de la población”, ya que el país necesita trabajadores sanos para reconstruir su infraestructura, destacó Wolfensohn.

Las iniciativas anunciadas por el banco fueron elogiadas por el ministro de Economía, Finanzas y Presupuesto, Frederic Matungulu Mbuyamu, y el gobernador del Banco Nacional, Jean-Claude Masangu, principales responsables de que el país haya reanudado pagos de deuda externa en los últimos dos años.

Esos pagos, de unos 338 millones de dólares, contribuyeron a que los organismos financieros internacionales cambiaran de actitud ante Kinshasa.

Christine Sawa, empleada del servicio público de correo en Kinshasa, dijo a IPS que se alegra con las promesas de Wolfensohn, pero que esperará a ver si se cumplen.

”Oímos promesas similares durante el régimen de Mobutu, pero el país se fue a pique”, explicó la funcionaria, en huelga hace casi un mes junto con el resto de los trabajadores postales, a quienes el gobierno debe un año de salarios.

La RDC sufre desde agosto de 1998 las consecuencias de una guerra civil, que comenzó cuando Laurent Kabila ordenó salir del país a tropas y asesores militares de Ruanda que lo habían ayudado el año anterior a derrocar a Mobutu.

Desde entonces, seis países vecinos se involucraron en el conflicto. Burundi apoya a insurgentes, como Ruanda y Uganda, mientras Angola, Namibia y Zimbabwe respaldan al gobierno.

En febrero se reanudaron conversaciones de paz entre los bandos en conflicto, en la nororiental ciudad sudafricana de Sun City, y la Misión Observadora de las Naciones Unidas en Congo (MONUC), con más de 3.000 soldados, supervisa el cumplimiento de un cese del fuego.

La tregua fue violada en mayo por grupos insurgentes que se enfrentaron entre sí en la nororiental ciudad de Kisangani, y en esos combates murieron por lo menos 23 personas según la MONUC. (FIN/IPS/tra-eng/jk/sz/mn/mp/if/02

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