DESARROLLO-MALAWI: FMI niega responsabilidad en hambruna

El Fondo Monetario Internacional (FMI) negó toda responsabilidad por la crisis alimentaria Malawi, que en su opinión se debe al mal tiempo, las malas cosechas y la mala administración.

ActionAid, una organización no gubernamental (ONG) internacional con oficinas en Malawi, había acusado al FMI de provocar con sus políticas la muerte hasta ahora de cientos de personas por hambre ese país de Africa austral.

Pero el FMI replicó que ”las causas del déficit de alimentos en Malawi son complejas e incluyen fallas en el sistema gubernamental de advertencia temprana, distorsiones en los mercados domésticos y mal manejo de las reservas alimentarias”.

Además, ”el clima adverso contribuyó al fracaso de cosechas y a la escasez de alimentos en varios países de Africa austral, incluido Malawi”, agregó el Fondo en una declaración emitida el lunes.

La Organización Mundial de la Salud advirtió que 300.000 personas podrían morir de hambre en los próximos seis meses en Africa austral, incluido Malawi, debido a la sequía y a la grave escasez de alimentos.

Según ActionAid, el FMI es responsable por la crisis en Malawi por tres razones.

La institución financiera recomendó al gobierno la venta de parte de su reserva estratégica de granos para saldar deudas comerciales, privatizar la Agencia Nacional de Reserva de Alimentos, que provee ayuda en crisis alimentarias, y eliminar los controles de precios, lo que provocó inflación en los alimentos básicos, de acuerdo con la ONG.

En mayo, el ministro de Agricultura de Malawi, Aleke Banda, declaró que el FMI estimuló al gobierno a vender al menos parte de la reserva de alimentos en el año 2000 para reducir la deuda, según trascendió.

Sin embargo, el Fondo negó tajantemente las acusaciones y señaló que sólo ”aprobó” una recomendación de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la Unión Europea, para que Malawi redujera su excedente de granos.

”Nunca existió la condición de que Malawi vendiera las reservas de granos para pagar ninguna deuda. Todo esto no es más que ficción”, declaró Frances Hardin, funcionario de prensa del FMI.

El Fondo atribuyó la devastadora crisis social y económica de Malawi a la mala administración del gobierno de Bakili Muluzi y no a las políticas que promueven la desregulación y la privatización.

”Vendieron todo (las reservas de granos) y ahora no pueden reponerlas debido al mal clima y la mala administración”, afirmó Hardin.

El FMI también responsabilizó al Banco Mundial por la privatización de la Corporación de Desarrollo y Comercio Agrícola, antecesora de la Agencia Nacional de Reserva de Alimentos.

Los críticos, entre ellos la ONG de Washington Africa Action, sostienen que las reservas de maíz, vendidas a comerciantes privados a precios inferiores a los del mercado en el marco de la liberalización económica, hubieran ayudado a sobrellevar el fracaso de las cosechas.

Se esperaba que la cosecha de maíz de abril rindiera 1,9 millones de toneladas, pero sólo produjo 1,3 millones, mientras que la demanda nacional asciende a 2,2 millones de toneladas.

Las ONG sostienen que el mercado de granos fue liberalizado, desregulado y acaparado por comerciantes privados en el marco del Programa de Ajuste Estructural impuesto por el FMI.

Ahora, hasta tres millones de personas en este país de 10 millones de habitantes precisan ayuda alimentaria con urgencia.

”El Fondo niega la realidad”, señaló Irungu Houghton, de ActionAid. ”En el último mes, intentó pasar la responsabilidad del gobierno de Malawi a la Comisión Europea y al Banco Mundial. Esto es lamentable”, dijo.

Agencias de la Organización de las Naciones Unidas concluyeron en un informe a fines de mayo que la nueva cosecha sería peor que la de 2001, y proyectaron un déficit de 485.000 toneladas de maíz para el período agosto 2002-marzo 2003.

Mientras, la actitud de los donantes hacia Malawi no constituye un buen augurio para su situación alimentaria.

Gran Bretaña, el mayor donante individual de Malawi, resolvió retener una ayuda de 18,6 millones de dólares debido al ”gasto excesivo y la falta de disciplina fiscal” del gobierno.

Así mismo, el FMI decidió demorar el alivio de la deuda de Malawi por unos 50 millones de dólares por el ”incumplimiento” del gobierno con su programa de disciplina fiscal.

Malawi es uno de los países más pobres del mundo. El producto interno bruto por habitante sumaba en 1996 apenas 180 dólares al año, la esperanza de vida al nacer es de 41 años, y 44 por ciento de la población es analfabeta. (FIN/IPS/tra-en/em/ml/mlm/dv/02

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