DERECHOS HUMANOS-MEXICO: Un ex presidente bajo interrogatorio

El ex presidente mexicano Luis Echeverría (1970-1976) fue interrogado este martes por un fiscal, un hecho sin precedentes relacionado con la represión ilegal contra opositores en los años 60 y 70.

Echeverría, el primer ex mandatario de México que debe responder ante la justicia por crímenes políticos, fue interrogado en privado sobre la matanza de cientos de estudiantes en la plaza capitalina de Tlatelolco en octubre de 1968, cuando se desempeñaba como secretario (ministro) de Gobernación.

Luego contestó sobre el asesinato en junio de 1971, cuando ya ocupaba la presidencia, de unos 30 estudiantes que habían marchado junto a otros cientos de personas por las calles de la ciudad de México para exigir cambios políticos y la aclaración de la masacre de 1968.

Ambas represiones sangrientas son atribuidas a los militares, que habrían actuado por orden de gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para acallar las voces disidentes.

Echeverría, de 80 años, fue requerido por la Fiscalía Especial para los Movimientos Sociales y Políticos del Pasado en calidad de indiciado.

El ex presidente ya se había declarado inocente respecto de actos de represión política como las matanzas de 1968 y 1971 y las denunciadas desapariciones forzadas de personas, torturas y fraudes electorales.

La policía política y el ejército detuvieron entre 1974 y 1984 por lo menos a 482 opositores, que luego desaparecieron, según un informe de la estatal, pero independiente del gobierno, Comisión Nacional de Derechos Humanos.

La fiscalía especial para investigar ese tipo de delitos cometidos entre 1960 y 1980 fue creada por el actual gobierno, de Vicente Fox, el primero que no pertenece al PRI en siete décadas.

En las afueras del edificio donde compareció Echeverría se congregaron medio centenar de personas para gritar consignas contra el ex mandatario.

Un portavoz de la Academia Mexicana de Derechos Humanos destacó que la comparecencia ante la fiscalía de Echeverría en relación a crímenes políticos es un avance histórico en la lucha contra la impunidad reinante en los gobiernos del PRI.

Hace menos de tres años hubiese sido imposible pensar que un ex presidente mexicano se presentara frente a un fiscal para aclarar sobre el asesinato de opositores y otros delitos en el marco de la llamada guerra sucia, apuntaron activistas sociales.

El único antecedente parecido fue el testimonio brindado en 1996 por el ex presidente Carlos Salinas (1988-1994) ante una misión de autoridades judiciales mexicanas en Irlanda, donde se encontraba autoexiliado, sobre el caso del candidato presidencial del PRI Luis Colosio, asesinado en 1994.

Este martes se cumplen dos años del triunfo electoral de Fox, del conservador Partido Acción Nacional, que en campaña ofreció acabar con la impunidad y la corrupción que habría reinado en los gobiernos del PRI.

En la era del PRI, iniciada en 1929, los opositores eran considerados traidores de la revolución agraria de 1910.

Ese concepto, al cual se adhirieron medios de comunicación, empresarios y sindicatos, comenzó a cambiar en los años 80, cuando la oposición adquirió fuerza y se denunciaron fraudes electorales y casos de corrupción política.

El discurso de gobierno durante la gestión de Echeverría estuvo marcado por los llamados a respetar la revolución cubana de Fidel Castro, rechazar las dictaduras militares en América del Sur y consolidar el movimiento de los países no alineados.

Sin embargo, las fuerzas opositoras que pedían democracia en México eran acalladas por la fuerza, según varias denuncias.

El ex presidente convocó a muchos de los líderes políticos que se oponían al PRI e incluso a dirigentes estudiantiles de 1968, a quienes amnistió, a trabajar junto a él. Muchos lo aceptaron, pero los que se negaron fueron perseguidos velada o directamente.

Entre los que respaldaron a Echeverría estuvo el escritor Carlos Fuentes, premio Príncipe de Asturias de las Letras, quien en aquellos años sostenía que no apoyar al presidente equivalía a cometer ”un crimen histórico”.

Sin embargo, también había intelectuales de peso en el país que cuestionaban al PRI, como el premio Novel de Literatura Octavio Paz.

”En México no hay más dictadura que la del PRI y no hay más peligro de anarquía que el que provoca la antinatural prolongación de su monopolio político”, escribió Paz durante la gestión de Echeverría.

Ante las críticas contra el mandatario, que se publicaban casi exclusivamente en el diario Excelsior, el gobierno de Echeverría orquestó un cambio de dirección en ese medio de comunicación con gente afín al PRI, lo cual finalmente logró.

Pero en otros ámbitos, como en el movimiento estudiantil y en los aislados intentos por crear guerrillas, la mano fue dura y se cometieron múltiples delitos, sostuvo el historiador Enrique Krauze. (FIN/IPS/dc/dm/ip hd/02

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