El gobierno del Cuba descartó este miércoles una apertura de sus fronteras marítimas que pudiera conducir a un éxodo masivo hacia Estados Unidos y al aumento de la tensión bilateral.
Nadie debe dejarse engañar, señala una nota del gobierno de Fidel Castro, que responsabilizó a emisoras radiales radicadas en territorio estadounidense, sin especificar nombres, de los rumores en ese sentido que circulan en Cuba desde fines de la pasada semana.
Cuba advirtió que todas las embarcaciones procedentes del exterior, que penetren en aguas de jurisdicción nacional con el pretexto de recoger a personas ansiosas de emigrar, serán confiscadas y sus tripulantes enjuiciados con todo el rigor de la ley.
El comunicado agregó que ningún cubano será autorizado a salir ilegalmente del país.
Los rumores sobre un posible nuevo éxodo masivo de personas hacia Estados Unidos, similar al que llevó a 30.000 cubanos fuera de su país durante la llamada crisis de los balseros de 1994, vienen sucediéndose desde mediados del año pasado.
Dicen que el (presidente de Estados Unidos, George W.) Bush va a mandar una flotilla para llevarse al que logre llegar hasta el límite de 12 millas, dijo a IPS Alexis León, de 31 años, quien esperaba aprovechar esa coyuntura para emigrar a Estados Unidos.
León intentó dos veces en los últimos cinco años cruzar el estrecho de Florida, que separa el sudoriental estado de Estados Unidos de ese mismo nombre de Cuba, en embarcaciones artesanales construidas con un grupo de amigos que le acompañaron en la aventura.
Eramos cinco. La primera vez nos hundimos cerca de la costa y nos detuvieron guardafronteras cubanos. La segunda, en 2000, nos interceptaron guardacostas de Estados Unidos y nos devolvieron a Cuba. Quizás ahora tenemos mejor suerte, comentó.
Las versiones cobraron al parecer mayor fuerza luego que Castro hablara el 26 de junio sobre el eventual cese de los acuerdos migratorios suscriptos entre ambos países en 1994 y en 1995.
Esos convenios bilaterales garantizan una emigración cubana ordenada y segura, con la entrega de 20.000 visas anuales para viajar a Estados Unidos y establecen la repatriación a Cuba de toda persona interceptada en un intento de ingreso ilegal a territorio estadounidense.
Castro advirtió inclusive del posible cierre de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana si su personal repetía actividades que calificó de humillantes desacatos a las normas que rigen las conductas de los diplomáticos.
Es algo que no deseamos, ya que significaría un lamentable retroceso en las pocas cosas en que se han logrado avances en las relaciones entre ambos países, dijo el presidente de Cuba en una intervención ante el parlamento.
Hasta el momento, Washington evitó reaccionar directamente a las declaraciones de Castro, aunque el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Richard Boucher, comentó a una agencia internacional de noticias que sería irresponsable anular los acuerdos.
Cuba y Estados Unidos rompieron relaciones diplomáticas en 1961. La posibilidad de un intercambio de cualquier tipo quedó anulada hasta 1977, cuando el gobierno de Jimmy Carter (1977-1981) acordó con Castro la apertura de secciones de intereses en La Habana y Washington.
Una medida extrema como el cierre de la sede diplomática en la capital cubana no había sido valorada por Castro, al menos públicamente, en ninguno de los peores momentos del conflicto bilateral en la década de los 90.
Mientras, una apertura oficial de las fronteras parecía poco probable por la imagen internacional negativa que produciría un éxodo masivo de personas a sólo unos días de que 99 por ciento de los ciudadanos cubanos apoyaran una reforma constitucional para declarar irrevocable el sistema socialista.
Por el contrario, la vigilancia de las tropas guardafronteras aumentó en los últimos días y todo indica que será reforzada aún más a partir de la nota oficial, que busca conjurar una nueva crisis migratoria.
Hermanos al Rescate, organización anticastrista con sede en Miami, la meca del exilio cubano en Estados Unidos, descartó el martes también estar interesado en cooperar con el arribo masivo de inmigrantes procedentes de la isla.
El presidente de Hermanos al Rescate, José Basulto, sostuvo que un éxodo masivo desde Cuba le crearía grandes problemas al gobierno y al pueblo de Estados Unidos, en momentos en que ese país enfrenta una amenaza sustancial por parte del terrorismo internacional.
En tanto, analistas en La Habana también desestimaron que se llegue a la ruptura con Estados Unidos en asuntos migratorios, pues éstos siguen siendo un punto necesario de contacto bilateral.
Más de 144.000 personas se han favorecido desde 1995 hasta fines del pasado año con los acuerdos migratorios, aseguró a IPS, Antonio Aja, subdirector del Centro de Investigaciones de Migraciones Internacionales, adscripto a la Universidad de LA Habana.
El investigador descartó, además, que exista interés en La Habana y en Washington por situaciones similares a las de Mariel en 1980, cuando emigraron 125.000 cubanos hacia Estados Unidos, o a la crisis de los balseros de 1994.
Para Estados Unidos, el arribo masivo de inmigrantes cubanos iría a contrapelo de las medidas de control migratorio y seguridad nacional adoptadas después de los ataques del 11 de septiembre contra Washington y Nueva York.
Aja reconoció que en Cuba se mantienen las condiciones de recesión económica que incentivan el deseo de emigrar de muchas personas y que en los últimos meses se aprecia un aumento de las salidas clandestinas por vía marítima.
Sin embargo, consideró que las declaraciones de Castro hay que inscribirlas en el contexto de un reforzamiento de las tensiones bilaterales, pero difícilmente desemboquen en el cese de los convenios migratorios.
En primer lugar, por un problema humano, y luego porque, si existe la posibilidad de tener una emigración ordenada, para que optar por el desorden, acotó el investigador, quien calculó en unas 800.000 personas el potencial emigratorio cubano.
Estadísticas estadounidenses indican que 2.406 cubanos llegaron ilegalmente a las costas del sur de Florida el pasado año fiscal de ese país (de octubre a octubre), en tanto otros 742 arribaron en el actual período. (FIN/IPS/pg/dm/ip pr/02