CUBA: Ex canciller Robaina expulsado del Partido Comunista

El ex canciller cubano Roberto Robaina fue expulsado ”deshonrosamente” del gobernante Partido Comunista, por irregularidades que algunos militantes no vacilan en calificar de delito o de infidelidad y traición al presidente Fidel Castro.

La decisión fue adoptada por el Buró Político, el máximo órgano de dirección del Partido Comunista, que recomendó adoptar medidas contra Robaina a la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), de la cual el ex canciller es aún integrante, aunque no asiste a las sesiones.

La próxima reunión ordinaria de la Asamblea se realizará en diciembre.

El Buró Político indicó también que el ex canciller, de 46 años y maestro de matemáticas, sólo podrá ser empleado para tareas que no impliquen responsabilidades de importancia.

La información sobre el caso circula en forma reservada por lo menos desde mayo, mediante un vídeo que comenzó a mostrarse el lunes a un círculo más amplio de dirigentes comunistas, con expresa autorización para que hablen del asunto con familiares y amigos, aseguraron a IPS varias fuentes.

Las autoridades afirman que el ex canciller ocultó información al gobierno, mantuvo estrechas relaciones con políticos extranjeros, aceptó regalos de empresarios a cambio de favores, y compartió información reservada con sus amigos de otros países.

El vídeo no indica si se abrirá proceso legal contra Robaina.

Las imágenes muestran una conversación entre Robaina y Castro el 27 de mayo de 1999, día anterior al anuncio de la destitución, y otra de abril de este año entre el ex canciller y el general Raúl Castro, ministro de Defensa y hermano del presidente.

El ministro reprochó a Robaina revelar a extranjeros el itinerario de viajes que siendo canciller realizaría con el presidente, con detalles que siempre se mantienen bajo reserva por razones de seguridad.

Raúl Castro también consideró una deslealtad los estrechos vínculos de Robaina con el canciller español Abel Matutes, a quien habría aconsejado cómo tratar con el presidente Castro la cuestión de los presos políticos en Cuba.

Según la versión oficial, la gota que colmó la copa fue una conversación telefónica entre Robaina y Matutes, cuando ambos eran ministros, en la cual el español dijo que el cubano era su ”candidato”, al parecer en alusión a elecciones presidenciales, y Robaina rió.

”¿Qué candidatura es esa (…) qué tú estuviste hablando con Matutes antes?”, preguntó Raúl Castro a Robaina, según fuentes de IPS.

”Se volvió loco” o ”se le subió el poder a la cabeza”, son los comentarios más frecuentes sobre Robaina entre personas que tuvieron acceso al vídeo, y algunas que lo conocieron bien en el pasado llegaron a calificar al ex canciller de corrupto.

El relevo de Robaina fue anunciado en 1999 por el diario Granma, órgano del Partido Comunista, de una forma considerada ”poco usual” y ”brusca” por diplomáticos y corresponsales extranjeros.

El 30 de marzo de 1993, Granma había afirmado que su nombramiento como canciller se debía a ”su incuestionable capacidad para el debate, la discusión, las respuestas ágiles, su carisma y su don de gentes”.

”Robertico”, como le llamaba incluso la prensa, había realizado un intenso trabajo al frente de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), que le valió un rápido ascenso al Buró Político.

A comienzos de los años 90, en medio de una grave crisis económica sin esperanzas a la vista, Robaina se rodeó de un buen equipo de colaboradores y revitalizó el trabajo político de la UJC entre la juventud.

El entonces dirigente juvenil, que recorría las calles de La Habana en bicicleta, contó con la confianza de Castro y ganó gran popularidad, pero también detractores en altas esferas que le achacaban exceso de protagonismo.

Según fuentes cercanas al gobierno, Robaina se rodeó en la cancillería de asesores entre los cuales había personas muy cercanas a actividades ”deshonestas”, e incluso promotores de las mismas.

Entre las presuntas deslealtades de Robaina durante su gestión como ministro, la que más habría preocupado a Fidel Castro sería una estrecha amistad con el entonces gobernador del sudoriental estado mexicano de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid.

Villanueva, investigado en la actualidad por presuntos vínculos con el cartel del narcotráfico de la septentrional ciudad mexicana de Juárez, prestó a Robaina su avioneta para viajes oficiales como canciller, y le habría proporcionado importantes sumas de dinero.

Según versiones recogidas a partir del vídeo, Villanueva llegó a pedir a Robaina que intercediera ante Fidel Castro para obtener asilo en Cuba, y el entonces canciller se negó a cumplir ese pedido, pero no informó al gobierno sobre el asunto.

Los autores del vídeo señalan que el ex canciller aceptaba regalos de empresarios extranjeros, por ejemplo mobiliario para su casa, a cambio de recomendarlos ante otros ministros para hacer negocios con el Estado.

También lo acusan de dilapidar recursos en momentos difíciles, organizar recepciones diplomáticas innecesarias con el único fin de autopromoverse, y actuar con favoritismo hacia sus amigos al realizar designaciones para cargos diplomáticos.

No se conocen reacciones por parte del sancionado, quien desde comienzos de este año y hasta la semana pasada trabajó en un proyecto de desarrollo en el Parque Morro-Cabañas, en una de las márgenes de la bahía habanera.

Desde su sustitución en la cancillería hasta los primeros meses de este año, el ex canciller realizó un curso de un año en una escuela gubernamental de cuadros, y luego permaneció a la espera de reubicación, sin que hubiera información oficial sobre él.

Robaina fue visto este miércoles en las calles de La Habana por periodistas extranjeros, a quienes no quiso hacer declaraciones.

El presidente Castro afirmó el 26 de julio que en Cuba no hay corrupción en términos generales, aunque reconoció que se dan algunos casos, pequeños y quizá ”grandes”.

En 1989, el general de división Arnaldo Ochoa y otros 13 oficiales de las Fuerzas Armadas y del Ministerio del Interior fueron acusados de corrupción y narcotráfico.

Ochoa y otros tres militares fueron condenados a muerte.

En una causa paralela, Diocles Torralba, quien fuera ministro de Transporte y vicepresidente del gobierno, fue condenado por corrupción y otros cargos. (FIN/IPS/da/mp/ip/02

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