CUBA-EEUU: Las manzanas eluden la discordia

Las primeras manzanas que Cuba recibe de Estados Unidos en 41 años abrieron una pequeña vía para el comercio entre dos países que se relacionan casi únicamente con hostilidad.

Las frutas, procedentes del noroccidental estado de Washington, fueron vendidas por la compañía Northen Fruit a Cuba por 20.000 dólares, pagaderos al contado.

”Este puede ser el principio de una mejor relación para nosotros con Cuba”, dijo el ejecutivo de la firma estadounidense, Jorge Sánchez, al llegar el jueves a La Habana, acompañando un primer cargamento de 17,7 toneladas de manzanas.

Cuba adquirió 300 toneladas de manzanas a Northen Fruit y 200 toneladas a otras empresas, aunque espera duplicar esa importación en futuros contratos, en especial con productores de Washington.

”Es un producto que va a tener venta en nuestro país y abre, después de muchos años, un puente entre productores de ese estado estadounidense y nuestro país”, comentó Pedro Alvarez, presidente de Alimport, la empresa cubana comercializadora de alimentos.

Ajenas a toda discordia, las manzanas llenarán las estanterías de la red de tiendas de venta en dólares, aunque se informó que también serán vendidas en los comercios en pesos para ”algunos segmentos” de la población cubana, dijo Alvarez.

El ejecutivo no brindó detalles sobre esa eventual comercialización en moneda local de las manzanas, que hasta ahora eran importadas de Chile y sólo era posible adquirirlas en dólares.

La brecha para el comercio entre Cuba y Estados Unidos quedó abierta luego de que el huracán Michelle devastara buena parte de la isla en noviembre de 2001.

Estados Unidos permitió entonces por razones humanitarias y de manera excepcional la venta de alimentos y medicamentos a Cuba, que deben ser pagados al contado.

Esa modalidad de pago fue establecida en 2000, ante presiones de grupos de poder cubano-estadounidenses, cuando el Congreso de Estados Unidos permitió la exportación de alimentos y medicinas a Cuba.

Legisladores estadounidenses interesados en el comercio con Cuba intentarán nuevamente este año introducir una enmienda en la ley de Apropiaciones de la Agricultura, encaminada a permitir al menos financiamiento privado para las operaciones entre los dos países.

El embargo impuesto por Washington hace más de cuatro décadas, que La Habana llama bloque, fue reforzado en 1996 por la denominada ley Helms-Burton.

Esas normas de Estados Unidos prohíben a sus ciudadanos todo comercio y hasta viajar a Cuba, salvo casos expresamente autorizados por el gobierno.

Las importaciones cubanas a Estados Unidos sumaron 115 millones de dólares desde diciembre, en varios productos entre los que se destacan pollos congelados, huevos, arroz y trigo.

El presidente de Alimport, Pedro Alvarez, confirmó que del 26 al 30 de septiembre se realizará en La Habana una gran feria agroalimenticia, donde una 200 firmas estadounidenses exhibirán sus productos.

”Creo que ese es un paso importante, porque realmente tanto los productores y agricultores de Estados Unidos como nosotros, los compradores de Cuba, hemos estado alejados. Es necesario conocernos, identificarnos”, señaló.

Alvarez agregó que la feria será, además, un escenario adecuado para la firma de ”importantes contratos” en lo que resta del año y los primeros meses de 2003.

Opinó que Cuba constituye un reto para los agricultores estadounidenses, pues se trata de un mercado de 1.000 millones de dólares anuales en alimentos, que en años venideros puede ascender a los 1.400 o 1.500 millones de dólares.

”Si no existieran las restricciones (del embargo), más de 50 o 60 por ciento de las importaciones nuestras pudieran hacerse en Estados Unidos”, sentenció el presidente de Alimport.

Datos del Consejo Económico Estados Unidos-Cuba, una entidad sin fines de lucros con sede en Nueva York, indican que la isla de régimen socialista ha mostrado interés por más de 290 productos de empresas estadounidenses.

La lista incluye harina, maíz, arroz, cuartos de pollo, soja (aceite y proteína texturizada, entre otros), huevos frescos, aceite de oliva, semillas, leche (en polvo, fluida, evaporada, condensada y saborizada) y otros productos lácteos, carnes congeladas y enlatadas de res, pavo, pollo y cerdo.

Reportes oficiales de Washington señalaron que, en caso de hacerse realidad este año las compras prevista por Alimport, se podría llegar a unos 165 millones de dólares, pasando a ocupar Cuba el lugar 45 entre los importadores de Estados Unidos.

En ese sentido, Cuba quedaría por encima de Dinamarca, Bahamas, Portugal, Jordania, Grecia, Sudáfrica, Chile, Polonia, Vietnam, Hungría, Austria, Ucrania y otras 135 naciones.

Ese ascenso llama poderosamente la atención al compararse con los niveles de importaciones precedentes. En 2001, Cuba ocupó el lugar 138, mientras que en 2000 era el país 180 en esa lista.

En tanto, las siempre complejas relaciones entre los dos países pasan por momentos de gran tensión y el presidente estadounidense George W. Bush condicionó, el 20 de mayo, el levantamiento del embargo a reformas políticas en Cuba.

A su vez, el gobierno cubano de Fidel Castro respondió en junio con una reforma constitucional, que hizo inamovible el sistema socialista en el país. (FIN/IPS/pg/dm/if/02

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