/CORRECCION/ MARRUECOS-ESPAÑA: EEUU marca ritmo en dos conflictos coloniales

Estados Unidos marca el ritmo y la orientación de las soluciones para dos conflictos coloniales que envuelven a Marruecos, España y Gran Bretaña.

Después de una fría y prolongada reunión en Rabat, los cancilleres Mohamed Benaisa, de Marruecos, y Ana Palacio, de España, suscribieron este lunes un comunicado ”confirmando formalmente” un acuerdo sobre un islote del estrecho de Gibraltar que puso en crisis las relaciones bilaterales.

Benaisa y Palacio también reconocieron el papel de Estados Unidos en el caso del islote llamado Perejil por España, Toura por Marruecos, y Leila por los demás países del norte de Africa, que el 11 de este mes fue ocupado por media docena de soldados marroquíes, a quienes tropas españolas desalojaron seis días después.

El acuerdo consiste en regresar ”al estatus anterior a julio de 2002, tal y como fue interpretado por el secretario de Estado de EEUU, Colin Powell”.

La isla de Perejil/Toura es de formación rocosa, de 13,5 hectáreas de superficie y está situada a 200 metros de las costas marroquíes, a 14 kilómetros del territorio continental español y a ocho kilómetros de la ciudad de Ceuta, un enclave de España en el norte de Africa.

Está deshabitada y sirve de modo esporádico como refugio a contrabandistas de drogas y personas.

La operación militar lanzada por España para tomar el islote, que fue calificada por el gobierno marroquí de ”acto de guerra”, puso en crisis las ya difíciles relaciones bilaterales.

Los dos países reclaman la soberanía sobre el islote, aunque el tema no ha sido mencionado en ningún acuerdo firmado con anterioridad.

”Las actuaciones de ambas partes en este asunto no prejuzgarán sus respectivas posiciones en relación con el estatus de la isla”, se dice en el comunicado oficial difundido este lunes.

Las dos partes se comprometieron a abrir ”un diálogo franco y sincero con objeto de reforzar las relaciones bilaterales”. Con ese objetivo, los dos ministros decidieron reunirse en Madrid en septiembre.

La entrevista de los dos cancilleres duró cuatro horas, dos más de lo previsto, y estuvo precedida por dos hechos que la enfriaron. En contra de lo acordado y de las normas diplomáticas, Benaisa no esperó a Palacio en el aeropuerto de Rabat y tampoco en la puerta de su ministerio, sino directamente en su despacho.

Previamente, el vicepresidente primero del gobierno español, Mariano Rajoy, había precisado que en esa entrevista ”solo se hablaría de Perejil”. ”En el supuesto de que Marruecos pretenda incluir” otros asuntos, ”nosotros diremos que no”, dijo Rajoy.

Otros dos temas preocupan al gobierno marroquí: la ex colonia española de Sahara Occidental y las ciudades de Ceuta y Melilla, enclaves españoles cuya soberanía reclama Marruecos.

España se niega rotundamente a cualquier diálogo que ponga en cuestión su soberanía sobre Ceuta y Melilla. Para Marruecos, es asunto de alta importancia, aunque su prioridad es el Sahara Occidental.

Ese territorio, abandonado por España en 1975, es reivindicado como estado independiente por el Frente Polisario, un movimiento apoyado por Argelia que libró una guerra de guerrillas hasta que en 1991, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aceptó intervenir y patrocinar un referéndum de autodeterminación.

El referéndum está bloqueado porque no hay acuerdo entre el gobierno marroquí y el Frente Polisario sobre el censo de las personas habilitadas para votar. Ante ello, Estados Unidos propuso el Plan Baker, que establecería un estatuto de autonomía para el Sahara Occidental, pero bajo soberanía marroquí.

Esta misma semana, el Consejo de Seguridad de la ONU deberá resolver si sigue adelante con el referéndum o acepta el plan Baker.

Hasta ahora, España apoyó las reivindicaciones del Frente Polisario, pero fuentes diplomáticas españolas dejaron trascender estos días que en la actualidad, un Sáhara independiente sería inviable.

Un hecho más trascendente aún es el cambio de posición del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), la principal fuerza de oposición, que apoyaba a los independentistas.

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo el domingo que su partido desea un acuerdo en el Sahara Occidental que garantice la estabilidad de Marruecos ya que, explicó, ”por encima de la solidaridad con el pueblo saharaui está la racionalidad política”.

Otro dirigente socialista que pidió no ser identificado dijo a IPS que no se puede mantener un conflicto abierto con Marruecos por el Sahara y que Estados Unidos ”tiene ya una posición muy clara con la que están de acuerdo Marruecos, Francia y la mayoría del Consejo de Seguridad de la ONU”.

Al estallar la crisis por el islote Perejil/Toura, Estados Unidos envió a Madrid una delegación de alto nivel de la CIA (Agencia Central de Inteligencia), cuyas actividades no trascendieron, aunque sí su presencia.

El islote carece de valor económico o militar en sí mismo, pero lo tiene en relación a Ceuta y Melilla. Esas dos ciudades son vitales para el control del estrecho de Gibraltar, al igual que el Peñón del mismo nombre, cuya soberanía reclama España.

De recobrar el Peñón que Gran Bretaña le arrebató a principios del siglo XVIII, España dominaría las costas norte y sur del estrecho que comunica el océano Atlántico con el mar Mediterráneo.

Fuentes diplomáticas europeas señalaron que, para la política de Estados Unidos, es mejor que ese control esté repartido entre dos de sus aliados, como lo son España y Marruecos.

Estados Unidos ”se prestó desde el primer día (de la crisis del islote) a facilitar los contactos” con el gobierno marroquí, con un diálogo ”muy activo” con España y el rey Mohamed, de Marruecos, señaló el secretario de Estado español para Asuntos Europeos, Ramón de Miguel. (FIN/IPS/td/ff/ip/02

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