AUSTRALIA: Apoyo a EEUU contra Iraq crea grave riesgo comercial

Australia puede perder cerca de 225 millones de dólares en exportaciones de trigo a Iraq a causa de su apoyo al plan de Estados Unidos para atacar a ese país.

El primer ministro australiano John Howard e integrantes de su gabinete sugirieron que los Servicios Aéreos Especiales, la fuerza militar de elite del país, pueden participar en primera línea en ese proyectado ataque, al igual que tropas británicas.

En reacción, Iraq amenazó con reducir a la mitad su compra de trigo australiano.

Agricultores y firmas exportadoras expresaron alarma luego de que el ministro de Comercio iraquí, Mohammed Mahdi Saleh, anunció el lunes la respuesta de su gobierno, el principal comprador de trigo australiano, a la ”posición hostil” expresada por Howard.

Asutralia exporta unos dos millones de toneladas de trigo anuales a Iraq, por valor de 447 millones de dólares, en el marco del programa Petróleo por Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que administra excepciones al embargo contra Bagdad vigente desde la invasión iraquí a Kuwait de 1990.

El encargado de asuntos comerciales de Iraq en Australia, Saad al-Samarai, explicó el martes que su país decidió suspender la importación de 500.000 toneladas de trigo, y advirtió que reducirá a la mitad sus compras, si Howard no cambia de actitud.

”Hemos visto y leído en medios de comunicación locales e internacionales declaraciones muy hostiles a Iraq de funcionarios australianos, y nos preguntamos a qué se deben. Tropas australianas se preparan para atacar a mi país, y volvemos a preguntar por qué”, comentó.

El ministro de Defensa australiano Robert Hill realiza en la actualidad una visita de tres días a Londres, durante la cual se reunirá con altos funcionarios militares británicos y estadounidenses para discutir aspectos técnicos del ataque contra Iraq, que según expertos se producirá antes de fin de año.

La firma exportadora de trigo AWB pidió el martes al gobierno que considere las consecuencias de su actitud.

Ian Donges, integrante de la dirección de esa compañía, explicó que los productores del grano afrontan importantes dificultades previas al problema con Iraq, debido a la combinación de una prolongada sequía y una caída de los precios internacionales.

La sequía determinó el mes pasado que la estatal Oficina de Recursos Económicos y Agrícolas corrigiera a la baja su pronóstico sobre la próxima cosecha de trigo, para la cual previó unos 20,5 millones de toneladas, 13,7 por ciento menos que en la anterior.

Pero los productores piensan en la actualidad que cosecharán sólo unos 18 millones de toneladas, si persisten condiciones climáticas adversas.

Los problemas de los grandes agricultores empeorarán si Bagdad adopta represalias comerciales, señaló Donges.

”Pienso que el gobierno debe asumir ciertas responsabilidades, ante el hecho de que su posición en asuntos internacionales puede tener significativas consecuencias financieras para una industria del país”, agregó.

Pero el ministro de Relaciones Exteriores, Alexander Downer, dijo el martes a Radio ABC que el gobierno mantendrá su actual posición sobre la cuestión iraquí, y buscará nuevos mercados para el trigo si Bagdad adopta las anunciadas represalias.

”No podemos exhibir ante la comunidad internacional cambios de posición sobre resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, ni sobre la necesidad de eliminar armas de destrucción masiva, porque algún país amenace con disminuir su comercio con nosotros”, enfatizó.

El canciller aludía a la supervisión del desarme químico y nuclear de Iraq por parte del Consejo de Seguridad, cuya conflictiva implementación en los últimos años es una de las razones invocadas como justificación del proyectado ataque.

”Todo el tiempo procuramos ampliar mercados para nuestras exportaciones, y hace poco logramos vender trigo a Libia. De modo que siempre hay oortunidades para los exportadores del grano”, aseguró Downer.

”Iraq pagará más por peor trigo, si decide reducir sus compras a Australia. El perdedor será el pueblo iraquí”, pronosticó.

Los argumentos de Downer fueron recibidos con escepticismo por los agricultores.

”No hay muchos mercados posibles para el trigo que no exportemos al mercado iraquí”, afirmó Colin Nicholl, de la Federación Occidental de Granjeros.

Además, los agricultores ”están felices de comerciar con Iraq, porque allí hay millones de inocentes que necesitan alimentos”, sostuvo.

Iraq y Australia no deberían mezclar la política y el comercio, alegó el presidente de la comisión de comercio de la Federación Nacional de Granjeros, Keith Perrett, quien expresó su esperanza de que las compras de Bagdad no se reduzcan.

Pero la Sociedad de Amistad Australiana-Iraquí apoya la amenaza de represalias comerciales por parte de Bagdad.

El portavoz de esa institución, Bill Hartley, dijo que la actitud adoptada por Iraq se justifica, y que otros gobiernos árabes deberían imitar a Bagdad para presionar a Howard.

”Dije al ministro de Relaciones Exteriores iraquí que el asunto debe ser planteado a la Liga Arabe, porque Iraq necesita todo el apoyo posible contra las amenazas que afronta”, señaló.

”Es el gobierno australiano el que ha tomado como rehenes a a los agricultores, y a todos los demás involucrados en el comercio” de trigo, aseveró. (FIN/IPS/tra-eng/si/ag/mp/if ip/02

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