Cinco niños y adolescentes brasileños se pierden en una isla de ficción del océano Atlántico, entre Brasil y Africa, y para sobrevivir tienen que afrontar varios riesgos y las maquinaciones de un enemigo de la humanidad.
Esa situación permite que Isla Ra-tim-bum (Ilha Ra-tim-bum), un programa infantil de TV Cultura del estado brasileño de Sao Paulo, aborde temas como las relaciones entre jóvenes de distinta edad, la solidaridad, cuestiones ambientales y la evolución humana.
Los héroes de la historia tienen entre cinco y 17 años. Son los niños Rayo y Microbio y las adolescentes Rouxinol (de ruiseñor, un pájaro de bello canto) y Majestad, y el líder del grupo, el joven deportista Gigante que, con ayuda de la bruja Hipacia, intentan sobrevivir en la isla y volver a Brasil.
Tendrán también que salvar a la humanidad enfrentando al malvado Nefasto, que los somete a muchas pruebas y peligros.
La supervivencia en una isla salvaje, poblada por seres exóticos, favorece el abordaje de cuestiones ecológicas sin mengua del atractivo del producto para una audiencia de niños y niñas entre siete y 12 años, el público al que se destina la serie.
Humor, misterio y suspenso se suman para atraer a los niños. Ra-tim-bum es una famosa marca de productos infantiles en Brasil desde 1990, cuando TV Cultura, emisora pública administrada por una Fundación independiente, inició la presentación de la primera serie con ese nombre.
Después, en 1994, vino el Castillo Ra-tim-bum (Castelo Ra-tim- bum), con 90 capítulos sobre las aventuras del brujo Nino, un niño de 300 años de edad que no logra integrarse a la vida infantil.
Su éxito llevó a exhibiciones repetidas hasta hoy y a la producción de una película con el mismo título, que conquistó la crítica e incluso el público adulto en 1999.
Juguetes, juegos electrónicos, material escolar y otros artículos con la marca y los personajes del Castillo lograron buenas ventas, tal como el filme en video o en formato DVD.
Flavio de Souza, uno de los creadores de las primeras series, escribió el guión de Isla Ra-tim-bum, prosiguiendo el esfuerzo de realizar obras audiovisuales para el público infantil identificadas por su carácter nacional y educativo y adecuadas para enfrentar la invasión estadounidense y japonesa.
Esta serie tiene 52 capítulos, que desde el 1 de este mes son exhibidos diariamente por TV Cultura y la TV Educativa de Río de Janeiro. La idea, según Souza, es ofrecer capítulos autónomos, aunque vinculados por una historia más amplia, una metáfora del camino recorrido por la humanidad.
El uso de efectos visuales, en gran parte digitales, crea un ambiente atrayente, colorido, con animales grandes y pequeños en bosques exuberantes.
Tres muñecos inspirados en animales, el tatú Ra, el pájaro Tim y el perezoso Bum, son los narradores, que periodicamente comentan o cuentan algunos hechos.
Varios personajes son animales humanizados, como la araña Nhan- nhan-nhan (NhF-nhF-nhF), la serpiente Suzana y el lagarto Solek, pero hay también seres fantásticos, no identificables. La mayoría de los villanos están inspirados en gusanos.
Es el caso de Nefasto, el jefe de los malvados, que busca conocer lo mejor posible a los cinco jóvenes perdidos en la isla, para posteriormente destruir a la humanidad.
El trabajo de maquillaje y de creación de ropas y máscaras fue intenso. Isla Ra-tim-bum costó diez millones de reales (3,6 millones de dólares), una suma de superproducción en Brasil.
Las diferencias de edad, de gran efecto en la niñez y adolescencia, son un factor de dificultades en la convivencia. El hecho de que Rayo y majestad, dos integrantes del grupo de cinco héroes, sean negros, agrega un color étnico al grupo, reflejando la sociedad brasileña.
La música, que combina fragmentos de obras de Juan Sebastián Bach con el rock de los brasileños Gilberto Gil y Arnaldo Antunes, cumple un papel importante en la serie. Naturalmente, el disco con sus canciones será otro subproducto de Isla Ra-tim-bum, como ya ocurre con las telenovelas.
Con esta serie, TV Cultura pretende mantener su liderazgo en la producción de audiovisuales de calidad para el público infantil de Brasil.
En el pasado, llevó a la pantalla chica las historias del padre de la literatura infantil de Brasil, Monteiro Lobato, como El sitio del pájaro carpintero amarillo (O Sitio do pica-pau amarelo). (FIN/IPS/mo/ff/cr/02
