Una marcha convocada por movimientos sociales de Ecuador para acompañar la entrega este viernes de una carta a la cumbre de América del Sur fue reprimida por la policía, dejando como saldo varios heridos y 22 detenidos.
Líderes indígenas, campesinos y sociales pretendían entregar un documento crítico del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), en consonancia con lo expresado por algunos mandatarios al comienzo de la II Reunión de Presidentes de América del Sur, que se realiza en la occidental ciudad de Guayaquil.
La dirigente indígena Blanca Chancoso dijo que las buenas intenciones de dejar el ALCA a un lado manifestadas por cancilleres y gobernantes de la región se desvanecen en la represión a una manifestación pacífica.
Si hablan que están abiertos a los pueblos deberían permitir una manifestación que sólo buscaba demostrar nuestro rechazo al ALCA y al Plan Colombia (de lucha antidrogas), y entregar un documento a los presidentes, aseguró Chancoso.
Entre los detenidos en los incidentes se cuenta Jorge Loor, presidente de la Coordinadora Nacional Campesina, una de las organizaciones más importantes de Ecuador.
No se puede tolerar que, mientras en la cumbre se habla de democracia, justicia, equidad, paz, y respeto de los derechos humanos, afuera en las calles se practique represión y no se permita la participación de los pueblos, cuestionó Chancoso.
Precisamente, en la primera sesión de la segunda cumbre sudamericana, el presidente de Brasil, Fernando Enrique Cardoso, dejó claro que no existen condiciones para concretar el ALCA en momentos en que Estados Unidos se cierra y aumenta el proteccionismo y los subsidios a sus productos.
Las señales que nos han dado son de restricciones. Nos hablan de integración y en la práctica nos excluyen y marginan nuestros productos, señaló con énfasis.
Apuntó, además, que los países industrializados no han buscado salidas para que los mercados financieros no derrumben nuestras economías.
Cardoso precisó que lleva ocho años de gobierno con una situación macroeconómica saludable sobre la base de ajustes y que ha tenido que hacer grandes esfuerzos para mantener las políticas sociales. Sin embargo, no ve voluntad en los países del Norte para modificar el rumbo de la economía mundial.
Asistimos a la caída del muro de Berlín, pero no a la transformación de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en un instrumento para construir un mundo multipolar, añadió Cardoso antes sus pares de América del Sur.
Estamos en un mundo gobernado por un directorio mundial, el G- 8 (Grupo de los Ocho países más poderosos), que teme reunirse abiertamente porque la gente tiene la desconfianza de que cuando se reúnen entre cuatro paredes no hacen nada bueno par los pueblos, comentó.
La dirigente indígena Blanca Chancoso tomó esas palabras de Cardoso respecto del G-8 para hacer un paralelo crítico con esta reunión de presidentes sudamericanos.
La represión a los movimientos sociales (de este viernes) obliga a pensar lo mismo de este grupo de presidentes y particularmente del mandatario de Ecuador, Gustavo Noboa, señaló Chancoso.
También el presidente brasileño sostuvo que las reuniones del G- 8 han convalidado un solo poder, y eso no es un mundo justo, es un mundo unilateral opuesto al que queremos los sudamericanos, por eso hablamos de multilateralismo.
Los países sudamericanos deben lograr consensos y construir un sentimiento de solidaridad para contrarrestar la irracionalidad política de los mercados, argumentó Cardoso, uno de los principales impulsores de esta cumbre regional, que tuvo su primer capítulo en 2000 en Brasilia.
Construimos en poco tiempo un espíritu sudamericano y tenemos la base de la integración, y para profundizarla es fundamental crear una Corporación Financiera Sudamericana, que integre a la Corporación Andina de Fomento y al Fonplata, explicó.
En tanto, Noboa pidió a los organismos multilaterales de crédito, en particular al Fondo Monetario Internacional, que abran nuevas líneas de crédito para financiar la integración, sin que afecte el techo del endeudamiento de los países sudamericanos.
Según el presidente ecuatoriano, la pesada carga de la deuda externa tiene una incidencia sobre las políticas sociales, porque obliga a realizar ajustes.
En cambio, el presidente de Perú, Alejandro Toledo, dijo en su alocución inicial en la cumbre que es necesario remarcar que se está lejos de caer en políticas populistas y que hay una clara intención de cumplir los compromisos con el FMI.
Toledo también propuso crear un fondo financiero para mantener las democracias.
A su vez, el mandatario venezolano, Hugo Chávez, propuso que ante las políticas negativas del FMI es necesario crear un Fondo Humanitario Internacional.
Chávez también propuso la creación de un bloque petrolero que fomente políticas petroleras comunes y que aporte a la integración de América del Sur.
También Noboa coincidió con Chávez al indicar que un espacio de integración hace viable la competencia con otros bloques en un mundo globalizado. Es más necesaria una integración de América del Sur que pensar en el ALCA, puntualizó.
Mientras, el dirigente campesino Rodrigo Collahuazo pidió la rápida libertad de los manifestantes detenidos e instó a que las palabras de Cardoso y Noboa no quede sólo en retórica para contener a los movimientos sociales del continente, que ya rechazaron el ALCA antes que ellos.
¿No estarán tratando de mostrar una cara nueva ante las elecciones presidenciales de octubre en Brasil y Ecuador?, se preguntó Collahuazo.
El líder campesino peruano le llamó la atención que Noboa ahora haga criticas cuando tiempos atrás sumergió a Ecuador en la dolarización por una imposición de Estados Unidos como paso previo al ALCA, y vive dependiendo del FMI. (FIN/IPS/kl/dm/ip/02