AMERICA DEL SUR: El riesgo Colombia

Organizaciones sociales de Ecuador pedirán a los gobernantes de América del Sur una posición contraria al ALCA y el especial rechazo del Plan Colombia, de lucha antidrogas, ante el temor de que el conflicto armado en ese país se extienda a la región.

La interconexión física y energética y la integración económica, cuyo proceso culminante es la creación del ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas), serán los asuntos centrales de la segunda cumbre sudamericana, que se realizará este viernes y el sábado en la occidental ciudad ecuatoriana de Guayaquil.

En ese marco, diversas organizaciones de la sociedad civil ecuatoriana, entre ellas los movimientos indígenas y campesinos, reclamarán a los 12 gobernantes que emitan una declaración contraria al ALCA y una firme oposición a cualquier intervención extranjera en el conflicto armado interno de Colombia.

Activistas, líderes sociales y expertos de la región consideran que el Plan Colombia, implementado a fines de 2000 por el saliente presidente Andrés Pastrana con apoyo especial de Estados Unidos, es utilizado para luchar contra las organizaciones guerrilleras de izquierda.

Esos temores volvieron a instalarse con fuerza en los últimos días en América del Sur luego que un oficial chileno señalara que estaba en preparación una operación militar multinacional contra la insurgencia colombiana, en el marco de la lucha antidrogas. Pero esa posibilidad fue desmentida por los países involucrados.

Jorge Loor, dirigente de la Coordinadora Nacional Campesina, aseguró que, aunque nunca ocurra ese tipo de intervención directa, Ecuador ya está involucrado en el conflicto del vecino país a través de la base aeronaval del occidental puerto de Manta, cedida a Estados Unidos para su ayuda militar a Colombia.

Por su parte, el coordinador nacional del Movimiento Pachakutik, Miguel Lluco, advirtió que una intervención multinacional en Colombia puede ser el comienzo de una guerra regional de impredecibles consecuencias.

”No podemos aceptar que se involucre a Ecuador y a toda América del Sur en una intervención armada. Los presidentes sudamericanos que se reunirán este viernes y el sábado en Ecuador deberían declararse contrarios a cualquier acción de ese tipo”, puntualizó Lluco.

La información que dio pie al alerta de los líderes indígenas ecuatorianos fue difundida el domingo pasado por el diario Jornal do Brasil, de Río de Janeiro, en base a fuentes del Ministerio de Defensa de ese país y a declaraciones del director de Red Táctica, el coronel chileno José Miguel Pizarro.

Red Táctica es una agencia dedicada a la venta de armas entre Estados Unidos y América Latina.

Pizarro aseguró que 30 oficiales de la academia de guerra chilena planifican desde enero la intervención en Colombia, para lo cual se utilizarían 2.600 soldados como parte de una fuerza multinacional dirigida por Estados Unidos y con el visto bueno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El militar chileno argumentó que su país aceptaría involucrarse en esa acción sólo si también lo hacen Argentina, Ecuador, Perú y Uruguay.

”Se espera que Argentina proporcione un batallón reforzado y Uruguay uno de infantería”, además de que existe confianza en que Perú ”no va a colaborar con una cantidad de efectivos menor que Chile”, mientras que Ecuador ”ya tiene fusileros navales en la frontera con Colombia”, añadió Pizarro.

Aseguró que, si se confirma la participación de esos países, la acción militar podría llevarse a acabo en enero de 2004, debido a que en ese periodo los guerrilleros colombianos estarían desgastados por los continuos enfrentamientos con el ejército.

También señaló la posibilidad de que muchos de los rebeldes perseguidos por esa fuerza militar multinacional se refugien en Brasil, Ecuador, Perú y Venezuela, todos países fronterizos con Colombia.

Estas aseveraciones fueron desmentidas por el vicepresidente de Ecuador, Pedro Pinto, quien negó de manera tajante cualquier plan de esa naturaleza.

”El gobierno ecuatoriano ha concedido la base de Manta para controlar el narcotráfico y no el terrorismo, eso ha quedado claramente expuesto por el presidente Gustavo Noboa y por el canciller Heinz Moeller”, agregó.

En tanto, el portavoz de la presidencia, Oscar Zuloaga, aseguró que la voluntad del pueblo ecuatoriano es de no verse involucrado en la guerra civil del vecino país.

”La resolución del conflicto armado colombiano corresponde a los colombianos y el gobierno de Ecuador deberá sólo realizar acciones para proteger sus fronteras y ciudadanos”, indicó Zuloaga.

En esa perspectiva ”no se enmarca la creación ni la participación de Ecuador ni de soldados de este país en ninguna fuerza, sea de intervención o de paz, que opere en el interior del territorio colombiano”, apuntó.

También el Ministerio de Defensa de Brasil aseguró que el gobierno de Fernando Henrique Cardoso apoya una solución pacífica del conflicto en Colombia.

Cardoso comunicará al presidente electo de Colombia, Alvaro Uribe Vélez, quien asumirá el cargo el 7 de agosto, el interés brasileño por mediar en una posible negociación con las guerrillas izquierdistas.

Esa propuesta, que se trasladará también a la reunión de presidentes de Guayaquil, será planteada a Uribe en la visita que hará el próximo domingo a Brasilia.

El desmentido de Ecuador y Brasil fue seguido con igual tono por los gobiernos de Uruguay y Chile, además de aclarar que sus fuerzas militares sólo participan en operaciones de paz de la ONU. (FIN/IPS/kl/dm/ip/02

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