Representantes del ex presidente estadounidense Jimmy Carter iniciaron este martes contactos para decidir si éste actuará como facilitador del diálogo político en Venezuela, una participación que está en línea con el reclamo de Washington.
Una delegación del Centro Carter, la entidad fundada por el ex gobernante al término de su mandato de cuatro años en 1981, se reunió con el vicepresidente venezolano José Vicente Rangel, en el primer contacto político sobre el terreno para tomar una decisión al respecto.
Rangel envió el 4 de este mes una carta a Carter, en nombre del presidente Hugo Chávez, para solicitarle su intervención en busca de facilitar el diálogo con la oposición.
El gobierno apuesta a este proceso de conversaciones para superar la severa crisis política, que persiste luego del frustrado golpe de Estado que alejó a Chávez del poder del 12 al 14 de abril.
Analistas políticos entienden que la convocatoria a Carter permitió a Caracas retomar la ofensiva diplomática, para contrarrestar la presión de Estados Unidos en favor de una mediación internacional que ayude a resolver la situación política interna de Venezuela.
El pedido del gobierno de Chávez a Carter coincidió con la reunión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA), de comienzos de este mes en Barbados, donde el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, propuso, sin éxito, enviar una misión facilitadora a Venezuela, pues su democracia está a prueba.
La delegación del Centro Carter confirmó este martes el carácter exploratorio de la visita, cuyos resultados serán examinados por el ex presidente estadounidense para decidir si se involucra directamente en el proceso.
Es una visita para entrevistarnos con muchos actores (políticos) para entender el panorama de hoy Venezuela y después considerar si podemos hacer un aporte para ayudar a resolver la crisis política venezolana, dijo la portavoz del grupo, Jenifer McCoy, tras reunirse con Rangel.
En tanto, un portavoz del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos confirmó este martes la posición de ese gobierno de insistir en una clara mediación internacional por canales institucionales, como la OEA.
Venezuela necesita ayuda internacional para lograr el diálogo que anunció el presidente Chávez, expresó este martes al diario caraqueño El Nacional el encargado de asuntos andinos de la cancillería estadounidense Thomas Shannon.
A juicio de Shannon, la polarización de la sociedad venezolana ha alcanzado niveles dramáticos y no hay actores internos que faciliten la reconciliación, porque la desconfianza es muy alta.
El coordinador del Programa Venezolano de Educación y Acción en Derechos Humanos (Provea), Carlos Correa, aseguró a IPS que la visita de los representantes del Centro Carter es interesante, pero no suficiente para que fructifique el diálogo en el país.
Correa insistió en que los logros del diálogo sólo serán posibles si se deponen actitudes excluyentes de parte y parte y se sientan en una misma mesa los adversarios.
El gobierno de Chávez ha multiplicado en las últimas semanas las mesas de diálogo de carácter nacional, regional y sectorial, como es el caso de la que debate sobre política exterior.
Sin embargo, observadores puntualizaron que en esos espacios no están los verdaderos opositores. El caso más significativo es la ausencia de Carlos Ortega, presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), la principal central sindical del país y claramente de oposición al gobierno.
Mientras, Chávez sigue apelando al diálogo y a la reconciliación en sus intervenciones públicas, una postura a la que se aferra desde el 14 de abril, cuando retornó al gobierno tras dos días de permanencer detenido por el alto mando militar, que apoyó la fugaz presidencia del empresario Pedro Carmona.
En estos días decisorios para el futuro venezolano hago del nuevo el llamado a la comprensión, a la reconciliación, a la búsqueda del interés común. La paz tiene que ser un interés común, busquémoslas y fortalezcámoslas, aseveró Chávez este lunes en un acto oficial.
El destino nuestro no puede ser la violencia, el destino nuestro tiene que ser la paz, recalcó Chávez.
Los opositores más radicalizados buscan otras vías institucionales para recortar su mandato, como por ejemplo enjuiciarlo o exigirle su renuncia a la presidencia, que la Constitución establece que finalizará en enero de 2007.
El parlamento comenzó a investigar lo ocurrido los días previos y durante el golpe de Estado.
Paralelamente, Chávez convocó a un diálogo con líderes religiosos, personalidades independientes y de la oposición empresarial, sindical y de organizaciones civiles, además de propietarios de medios de comunicación. También renovó su equipo de ministros.
Sin embargo, después de varias semanas de contactos, la oposición se queja de que sus propuestas no avanzan, en especial las que se refieren a la renovación de la fiscalía, de los organismos de contralor del Estado y del Defensor del Pueblo.
El papel de facilitador del Centro Carter puede ayudar a encontrar salidas, señalaron fuentes diplomáticas. La institución fue creada por el ex presidente al finalizar su mandato de cuatro años con el fin de promover la democracia y los derechos humanos en el mundo.
Carter recibió la invitación de Venezuela poco después de que realizara del 12 al 15 de mayo una histórica visita a Cuba, donde se reunió con el presidente Fidel Castro y habló en varias conferencias en favor del sistema democrático, además de entrevistarse con grupos disidentes que actúan en ese país. (FIN/IPS/ac/dm/ip/02