SALUD-EL SALVADOR: Emergencia por epidemia de dengue

El gobierno de El Salvador, uno de los países latinoamericanos más golpeados en los últimos años por desastres naturales, decretó el estado de emergencia por epidemia de dengue en cuatro departamentos, incluso en el que alberga la capital.

El ministro de Salud, José Francisco López, informó que este año se registraron 1.052 casos de dengue, de los cuales 90 son hemorrágicos y cuatro de ellos fueron mortales.

”Estimamos que por cada caso detectado puede haber hasta cinco más que no se han registrado”, dijo a IPS el jefe de epidemiología del Ministerio de Salud, Rolando Hernández.

El dengue, una enfermedad contagiosa que provoca altas fiebres y fuerte deshidratación, se ha propagado por el departamento de San Salvador y por los contiguos Cabañas, La Libertad y Santa Ana.

”Estamos declarando la emergencia en estos departamentos. Además, hemos comenzado ya a coordinar con los diferentes ministerios para apoyar los esfuerzos del Ministerio de Salud y la Fuerza Armada, para generar todo un esfuerzo en conjunto contra del dengue”, dijo el presidente Francisco Flores en un mensaje al país.

El gobierno pidió ayuda a la comunidad internacional, mientras la Organización Panamericana de la Salud (OPS) puso en marcha un programa de cooperación para luchar contra la epidemia.

El presidente de México, Vicente Fox, envió una brigada de socorristas, mientras se dirige al país un contingente de médicos cubanos residentes en Miami, Estados Unidos.

En los departamentos más afectados los casos se han multiplicado rápidamente en los últimos días, debido a la presencia del mosquito Aedes aegypti, cuyas picaduras transmiten el virus que provoca la infección.

Para reproducirse el insecto necesita agua estancada, abundante en las zonas más pobladas de los departamentos afectados.

”El problema es que se nos han presentado casos de dengue hemorrágico, que es el más peligroso y el que más impacto causa en la población”, explicó a IPS el ministro de Salud, José Francisco López.

En su forma más benigna y controlable, la infección provoca fiebre, dolor de cabeza y picazón en el pecho durante tres a siete días.

Pero si el paciente fue infectado por la variedad más virulenta, el dengue hemorrágico, sufre vómitos, manchas moradas en los brazos, hemorragias internas y nasales y un estado de descompensación que puede conducirlo a la muerte.

Aunque no tiene cura, los síntomas suelen atenuarse con reposo total, hidratación permanente y el suministro del medicamento acetaminofén.

Las víctimas mortales de El Salvador fueron niños menores de diez años, hasta ahora el grupo más vulnerable a las picaduras.

Las ciudades de Ilopango, Soyapango y San Marcos, ubicadas en el departamento de San Salvador, son las más afectadas.

”Este viernes hemos comenzado un operativo para visitar casa por casa en los sitios más afectados, pues queremos detectar todos los puntos de contagio”, indicó el ministro López.

En el operativo participan efectivos del ejército y de la Policía Nacional Civil (PNC), que eliminan el agua estancada en cualquier recipiente, llantas de automóviles y hasta charcos.

Además suministran a la población insecticidas para eliminar las larvas de las viviendas, la única forma de frenar la proliferación del insecto.

El epidemiólogo Hernández, uno de los funcionarios a cargo de combatir la epidemia, estimó que una de las causas de la propagación es la elevada densidad de población del país.

El Salvador, con una superficie de 21.000 kilómetros cuadrados y seis millones de habitantes, es el de mayor densidad de América Central y uno de los primeros de América Latina.

La nación tiene una densidad media de 250 personas por kilómetro cuadrado. Pero en algunos barrios de la capital viven 3.000 y hasta 9.000 personas por kilómetro cuadrado.

”Este fenómeno hace que cualquier brote epidémico tenga un terreno fértil para propagarse”, estimó Hernández.

Otro factor que agrava el impacto de la enfermedad es la gran cantidad de edificios de apartamentos abandonados por los daños que provocaron los terremotos de enero y febrero de 2001.

El Salvador padeció una epidemia de dengue en 2000, que causó 32 muertos, una enfermedad recurrente en los últimos años en toda América Central.

Según la OPS, este año se registraron 1.951 casos en Costa Rica, 888 en Guatemala, 500 en Honduras, 500 en Nicaragua y 310 en Panamá.

Aunque Costa Rica tiene más casos que El Salvador, la epidemia fue más benigna, sin cuadros hemorrágicos y en un entorno de menor densidad de población que permitió controlarla más rápidamente. (FIN/IPS/nm/dcl/he/dv/02

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