La incertidumbre se cierne sobre Malasia tras el anuncio de renuncia del primer ministro Mahathir Mohamad para octubre del año próximo, luego de 22 años en el poder.
El consejo supremo de la Organización Nacional de Malayos Unidos (UMNO), el partido de Mahathir, comunicó el martes de noche que habrá un período de transición de 16 meses antes del retiro de uno de los gobernantes más antiguos del sudeste asiático.
Mahathir, de 76 años, ya había anunciado el sábado 22 en un discurso ante sus correligionarios que cedería el iderazgo del partido y de la coalición de gobierno, pero una hora después se retractó, a instancias de dirigentes de la UMNO.
El largo período de transición anunciado el martes demuestra cómo Mahathir dominó la política malasia durante dos décadas, tanto que el sistema no produjo potenciales sucesores o líderes alternativos hasta ahora.
El sucesor elegido por Mahathir, el actual viceprimer ministro y ex canciller Abdullah Badawi, deberá afrontar muchos desafíos, entre ellos posibles disputas internas en la UMNO y en el segundo partido de la coalición de gobierno, la Asociación Chino-Malasia.
En lo electoral, la UMNO tendrá como rival al opositor partido religioso conservador Parti Islam SeMalaysia (PAS).
Abdullah puede enfrentar resistencia popular a la extensión del uso del idioma inglés en la educación y la introducción de la meritocracia en la enseñanza luego de varios años de acción afirmativa o discriminación positiva para la comunidad malaya, la base electoral de la UMNO.
Así mismo, el sucesor de Mahathir tendrá que hacer frente a la menguante inversión extranjera directa y a los desafíos de la apertura del mercado nacional a la competencia extranjera.
Algunos observadores especulan con que Mahathir desea probar si Abdullah se presta para el cargo, y que de lo contrario permanecería en el poder más allá del plazo de octubre de 2003.
Todavía no se determinó la fórmula para elegir al viceprimer ministro, aunque cualquiera de los tres vicepresidentes de la UMNO podría ser elegido para ese puesto.
Además, hay en las márgenes de la UMNO diversas figuras que en determinado momento cayeron en desgracia ante Mahathir pero luego compusieron sus relaciones con él.
Habrá mucha competencia dentro del propio partido, vaticinó el politólogo Johan Saravanamuttu. La UMNO puede cerrar filas por ahora, pero ¿cuánto tiempo podrá Abdullah conducir el partido sin ser desafiado?, preguntó.
Cualquier desafío desde dentro del partido causaría incertidumbre en la era post-Mahathir, pese a los esfuerzos del mandatario por asegurar una transición sin sobresaltos.
El antecesor de Abdullah como viceprimer ministro es Anwar Ibrahim, quien fue expulsado del poder en 1999 a raíz de una disputa con Mahathir y condenado a 15 años de cárcel por distintos cargos de corrupción y abuso sexual que sus partidarios consideran fraguados.
Anwar está marginado de la política por ahora, pero lo que ocurra tras la salida de Mahathir podría determinar su destino. Pronto el Tribunal Federal decidirá sobre la apelación de una de sus condenas.
Habrá una realineación de las lealtades dentro de la UMNO. La cuestión de Anwar no desaparecerá, quienquiera que asuma como primer ministro, dijo Raja Petra Kamarudin, director de la Campaña por Anwar Libre.
P. Ramakrishnan, de la organización no gubernamental Aliran, estuvo de acuerdo.
Quienquiera que Abdullah elija como viceprimer ministro, dejará insatisfechos a los otros dos (vicepresidentes de la UMNO), los cuales podrían formar una alianza y acercarse al grupo de Anwar, opinó.
Pero Abdullah rechazó de plano la posibilidad de enfrentamientos internos.
Lo que queremos es unidad y fuerza, declaró al realizar el anuncio sobre el período de transición, delante de un enorme retrato de Mahathir.
Mientras, el opositor PAS se está convirtiendo en una fuerza formidable, y por ello la coalición de gobierno utiliza para contrarrestarla el temor al fundamentalismo islámico, en especial luego de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.
El PAS también atraviesa un período de transición tras la muerte el domingo de su líder moderado Fadzil Noor, principal figura de la oposición en el parlamento.
Algunos opinan que la presencia de miles de personas en el funeral de Fadzil lleva un mensaje en sí misma.
El movimiento de 'reformasi' (reforma) no está muerto. La gente sólo precisa una buena razón para salir a las calles, dijo Raja Petra, quien también concurrió al funeral.
Otra incertidumbre se relaciona con la capacidad de Abdullah de mantener unidos a los diversos partidos que integran la coalición Frente Nacional, como lo hizo Mahathir en base a su fuerte personalidad y poder.
El período de transición servirá para saber si Abdullah es capaz de salir de la sombra del hombre que dominó la política de Malasia en los últimos dos decenios. (FIN/IPS/tra-en/an/js/mlm/ip/02
