Las Fuerzas Armadas de América Latina, España y Portugal coordinarán sus servicios de inteligencia para combatir a terroristas, narcotraficantes y traficantes de seres humanos, anunció el ministro de Defensa de España, Federico Trillo,
Trillo, abogado, ex presidente del parlamento español y miembro del gobernante Partido Popular, hizo esa afirmación en el Seminario Iberoamericano sobre Paz, Seguridad y Defensa, que comenzó el lunes y que sesionará hasta el viernes en Madrid.
Los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos vinieron a mostrar la cara oculta de la globalización, y en la actual alborada de la democracia en nuestros pueblos, los enemigos más brutales son el narcotráfico, el terrorismo y el tráfico internacional ilícito de personas, sostuvo.
Para enfrentarlos, los países de habla portuguesa y española de América y Europa necesitan poner en común su información, por lo que ya está en marcha la Comunidad Iberoamericana de Inteligencia, destacó.
Asisten al seminario militares, académicos y políticos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Perú, Uruguay y Venezuela.
La estrella es la ministra de Defensa de Chile, Michelle Bachelet, integrante del Partido Socialista que integra la coalición gobernante de ese país, cirujana e hija del general Alberto Bachelet, asesinado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-89).
Bachelet señaló este martes, en una exposición sobre la transición hacia la democracia de su país, que en la actualidad hay dos áreas de consenso en la política de defensa chilena.
Nadie cuestiona, entre civiles o militares, que esa política es definida por el presidente, y también se coincide en que los derechos humanos no pueden ser violados de ninguna manera, aseguró.
Una prueba de lo segundo es el apoyo a las investigaciones judiciales (sobre violación de los derechos humanos durante la dictadura), aunque existan sectores de la oficialidad chilena que sienten simpatía y cariño por quien fuera (Pinochet) durante 17 años su comandante en jefe, explicó.
Un paso muy adelante en ese campo es la introducción de la asignatura de derechos humanos en los programas de las academias militares, indicó.
La ministra admitió que el marco constitucional de Chile no es plenamente democrático, pero añadió que sería una simplificación excesiva decir que ahora es igual que en 1990, cuando se inició la transición democrática.
Si no se avanzó más no ha sido porque los militares no hayan querido, ya que las Fuerzas Armadas no ejercen poder de veto en mi país, aseveró.
En relación con las Fuerzas Armadas hay tres cuestiones institucionales que, a su entender, deben ser modificadas: el mecanismo de relevo de comandantes en jefe de las tres armas, la composición del Consejo de Seguridad Nacional y la designación de senadores vitalicios no votados por los ciudadanos.
El poder civil aún no puede cambiar los jefes de las Fuerzas Armadas ni modificar la integración del Consejo de Seguridad Nacional.
Si esto no se ha modificado todavía, no es por el veto de los militares, sino por culpa de sectores de la oposición que no son plenamente democráticos, alegó Bachelet.
En Chile gobierna una coalición cuyas fuerzas principales son los partidos Socialista y Demócrata Cristiano, y la oposición derechista rechaza reformas constitucionales en esas áreas, apuntó.
Para reformar la Constitución es necesaria una mayoría parlamentaria de por lo menos dos tercios, y la derecha tiene poco más de un tercio de los legisladores, incluyendo a senadores vitalicios designados por Pinochet, entre ellos él mismo, explicó.
El ex dictador no asiste al Senado para no poner en duda el diagnóstico de demencia senil que sirvió de base para que cesara el régimen de arresto domiciliario que le había impuesto la justicia, añadió.
Dirigió el seminario Gustavo Suárez Pertierra, quien fue ministro de Educación y luego de Defensa durante los gobiernos del socialista Felipe González (1983-96).
Suárez Pertierra subrayó cambios internacionales drásticos derivados de los atentados del 11 de septiembre, y en ese marco asignó especial importancia a la cooperación entre las Fuerzas Armadas de la Comunidad Iberoamericana para la defensa de sus países y de los derechos humanos.
El ex ministro es director del instituto universitario que organizó el seminario y que lleva el nombre del teniente general Manuel Gutiérrez Mellado, ministro de Defensa del gobierno de Adolfo Suárez (1976-81), que condujo la democratización de España tras la muerte, en 1975, del dictador Francisco Franco. (FIN/td/mp/ip/02