GRAN BRETAÑA: Entre la monarquía y el fútbol

Los festejos en Gran Bretaña por los 50 años de reinado de Isabel II concitan entre los ciudadanos casi tanta atención como la fractura y recuperación de la estrella de la selección nacional de fútbol, David Beckham.

Los británicos vivirán a partir de este sábado cuatro días de ceremonias, fiestas callejeras y espectáculos musicales por el jubileo de la reina Isabel, mientras aguardan con ansiedad el debut de su equipo ante Suecia en la Copa Mundial de la FIFA Corea- Japón 2002.

Todo indica que Beckham podrá participar de ese partido el lunes, recuperado de una fractura de pie que se convirtió en una calamidad nacional y un tema del gabinete de gobierno.

No se trata de una competencia entre la reina y Beckham por la atención pública, pero el 50 aniversario de la coronación de Isabel II no entusiasma tanto a los británicos como el Palacio de Buckingham hubiera deseado.

El llamado jubileo de oro es más la realeza celebrándose a sí misma que el pueblo celebrando a la realeza.

En la noche inaugural, 12.000 personas invitadas por sorteo asistirán a un concierto en el palacio real donde actuarán, entre otros, la orquesta sinfónica y el coro de la BBC, la soprano Kiri Te Kanawa, el violonchelista ruso Mstislav Rostropovich y el dúo de opera de Roberto Alagna y Angela Gheorghiu.

El lunes, habrá un concierto popular con la participación de los músicos Paul McCartney, Eric Clapton, Phil Collins y Annie Lennox.

Una cadena de 2.000 almenaras y fogatas se encenderá en todo el mundo para marcar el aniversario. La última vez que eso ocurrió fue en el jubileo de oro en 1887 de la reina Victoria, la tatarabuela de Isabel II.

Esta vez, también se encenderá el Empire State de Nueva York. El edificio se había iluminado especialmente por última vez en honor al entonces presidente sudafricano Nelson Mandela, en 1990.

Las celebraciones culminarán el jueves con un espectáculo de fuegos artificiales lanzados desde el Palacio de Buckingham.

Pero no todo es brillo en Gran Bretaña. La actual reina no es la conductora de esta nueva era isabelina, y persisten entre los ciudadanos las dudas y críticas sobre el papel de la monarquía y los fondos públicos destinados a su mantenimiento.

Demos, un gabinete de estrategia británico, lanzó esta semana un informe en el que sugiere que Isabel debería abdicar en favor de su hijo Carlos ”para una necesaria modernización de la monarquía”.

Sin embargo, la reina anunció en un discurso al parlamento tras la muerte de su madre a los 101 años, en mayo, que no tiene planes de abdicar por el momento.

”Al decir que planea permanecer en el trono, ella silencia el debate sobre el futuro de la monarquía en un momento en que éste debería abrirse”, criticó Demos.

”Si la reina vive tanto como su madre, (el príncipe) Carlos tendrá casi 80 años cuando le llegue el momento de ocupar el trono. Gran Bretaña está en peligro de reemplazar la monarquía por la gerontocracia”, advirtió el grupo.

Muchos británicos todavía defienden la monarquía. Miles de ellos asistieron al funeral de la reina madre y a los actos públicos de Isabel en su reciente gira real, que incluyó zonas habitadas por minorías étnicas.

Pero dos tercios de la población cree que la monarquía está fuera de la realidad, según una encuesta de la empresa MORI.

Quizá Isabel II nunca imaginó que podría ocupar un distante segundo lugar respecto de Beckham en cuanto a popularidad. Como señaló su biógrafo Ben Pimlott, ella es ”una minoría étnica unitaria”. (FIN/IPS/tra-en/ss/raj/mlm/ip cr/02

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