FRANCIA: Alianza derechista rumbo a holgada victoria

Una coalición derechista encabezada por el presidente de Francia, Jacques Chirac, va camino de lograr amplia mayoría parlamentaria, tras obtener 33 por ciento de los votos el domingo, en la primera vuelta electoral.

Ese alianza, llamada Unión por la Mayoría Presidencial (UMP), cuenta para la segunda vuelta de este domingo con apoyo de otros partidos derechistas que sumaron 11 por ciento de los votos, sin contar al ultraderechista Frente Nacional, encabezado por Jean- Marie Le Pen.

En las circunscripciones en que ningún aspirante logró mayoría absoluta, los candidatos apoyados por la UMP y sus aliados competirán con los respaldados por la alianza de socialistas, comunistas y verdes, que formaron mayoría parlamentaria de 1997 a 2002 y sumaron el domingo 37 por ciento de los votos.

Participan en las segundas vueltas todos los candidatos de cada circunscripción que hayan obtenido más de 12,5 por ciento.

Los liderados por Chirac lograrían 400 de las 577 bancas de la Asamblea Nacional, o sea 69 por ciento, si se repiten en cada circunscripción los porcentajes del domingo.

Pero esa proyección tiene gran margen de error, porque no habrá una sola elección sino muchas simultáneas, y un solo punto porcentual de cambio en el total nacional puede determinar a quiénes corresponden unas 30 bancas.

Además, se abstuvieron en la primera vuelta más de 16 millones de personas, o sea 37 por ciento de unos 40 millones de habilitados para votar, un nivel sin precedentes.

El total de abstenciones fue mayor que el de votos a candidatos de la UMP.

Los dirigentes de la izquierda instan a quienes se abstuvieron a votar en la segunda vuelta, para evitar que ”una amplia mayoría parlamentaria derechista ponga en peligro todas las conquistas sociales logradas en los últimos años”, según dijo este lunes el dirigente socialista François Hollande.

”Todos los ciudadanos que no votaron el domingo deberían apoyar a los partidos progresistas” en la segunda vuelta, afirmó.

”La derecha quiere sustituir el sistema de pensiones por fondos de ahorro individual en manos del sector privado, aumentar el mínimo de edad para jubilarse, reducir los beneficios de la seguridad social y liberar a los ricos del pago de impuestos”, aseguró el dirigente trotskista Olivier Besancenot.

Chirac propone reducir cinco por ciento el actual impuesto a la renta y permitir el aumento discrecional de los horarios de trabajo a más de las actuales 35 horas semanales, implantadas por la coalición izquierdista para afrontar el desempleo.

La reforma del sistema previsional que prepara la UMP incluye, según dirigentes izquierdistas, aumentar a 42 años el tiempo mínimo de trabajo requerido para jubilarse, lo cual elevaría de 58 a 67 años la edad promedio de retiro.

Hollande pidió que se aclararan dudas sobre el programa de la derecha mediante un debate público, en el cual el actual primer ministro Jean-Pierre Rafarin explique las intenciones de la UMP en materia económica y social, pero dirigentes derechistas rechazaron esa propuesta con el argumento de que era ”politiquera”.

”Este no es el momento para tales discusiones. Es el momento de actuar. Ningún miembro de nuestro gobierno participará en controversias de ese tipo”, dijo el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy.

Rafarin fue designado primer ministro tras las elecciones presidenciales de abril, en las cuales el hasta entonces primer ministro socialista, Lionel Jospin, renunció al cargo y anunció el fin de su carrera política porque no logró pasar a la segunda vuelta, en la cual Chirac derrotó por amplísimo margen a Le Pen.

La primera vuelta del domingo confirmó el colapso del Partido Comunista, que fue hasta los años 70 el mayor de la izquierda y obtuvo sólo cinco por ciento de los votos, tras haber logrado 10 por ciento en las anteriores elecciones parlamentarias, en 1997.

El presidente del Partido Comunista, Robert Hue, reconoció la gravedad de la derrota y anunció que invitaría a otros dirigentes izquierdistas a crear ”un gran movimiento unificador”.

Hue instó a los tradicionales votantes comunistas a apoyar en la segunda vuelta ”a los candidatos izquierdistas, sean comunistas, verdes o socialistas”.

El Partido Verde mantuvo su porcentaje de 1997: 4,5 por ciento del total de votantes.

El escaso peso electoral de comunistas y verdes obliga a los socialistas a enfrentarse casi solos con la coalición derechista.

”Ese será nuestro desafío en el futuro”, afirmó Hollande.

El Frente Nacional fue apoyado por 12 por ciento de los votantes, y sólo 40 de sus candidatos competirán en la segunda vuelta, pese a que según los pronósticos iba a tener unos 250 psotulantes con más de 12,5 por ciento en sus circunscripciones.

Los antecedentes históricos indican que la presencia de un seguidor de Le Pen en una segunda vuelta beneficia a los candidatos de izquierda, porque éstos se unen y los votos derechistas se dividen.

Le Pen reiteró sus críticas de los últimos años al carácter ”antidemocrático” del sistema de elección parlamentaria.

”Obtuvimos 12 por ciento de los votos, pero ese buen resultado nos dará sólo uno o dos diputados”, pese a que 12 por ciento de las 577 bancas de la Asamblea Nacional es 69, arguyó.

El actual sistema ”roba la auténtica representación de los electores que votaron a nuestros candidatos”, agregó. (FIN/IPS/tra- eng/jg/ss/mp/ip/02

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