ECONOMIA: Reforma financiera mundial es lenta e incompleta

La reforma al sistema financiero mundial es lenta e incompleta, lo cual contribuye a hacer de las economías emergentes las más afectadas por las sucesivas crisis económicas, como lo confirma el caso de Argentina, señaló este lunes la Cepal.

El secretario ejecutivo de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), José Antonio Ocampo, dijo que ”de hecho, puede sostenerse que la profundidad de la crisis argentina fue el resultado en gran medida de los problemas y vacíos que presenta la reforma (financiera) internacional”.

La oficina central de la Cepal, en Santiago de Chile, divulgó la exposición realizada por Ocampo en la reunión del Círculo de Montevideo, que se lleva a cabo en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington.

El Círculo de Montevideo, creado en 1996 por el entonces presidente uruguayo Julio María Sanguinetti (1995-2000), congrega a intelectuales y personalidades de América y Europa occidental que se reúnen cada año en distintas ciudades para debatir asuntos de la realidad regional y mundial.

Ocampo advirtió que los enfoques predominantes en las crisis apuntan a los componentes nacionales, dejando de lado los aspectos regionales y mundiales, lo cual a su juicio es una gran debilidad.

”Las crisis no han sido solamente causadas por problemas en países puntuales, sino también por imperfecciones en los mercados de capitales internacionales”, señaló el secretario ejecutivo de Cepal, una agencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Los fuertes impactos de las crisis recurrentes de las tres últimas décadas en las economías emergentes ”han puesto de manifiesto profundas asimetrías macroeconómicas y financieras, que caracterizan el orden macroeconómico y financiero global”, dijo Ocampo.

Como consecuencia de lo anterior, los países en desarrollo tienen una alta vulnerabilidad, que se ha incrementado con la mayor integración financiera que caracteriza al proceso de globalización, añadió.

Se requiere de un enfoque integral para corregir las asimetrías del sistema que debe abarcar la supervisión y coordinación macroeconómica como primer aspecto, seguido de una regulación de los flujos de capital y, en tercer término, la provisión de liquidez durante las crisis a los países afectados.

Ocampo puntualizó que ese enfoque incluiría también el diseño de esquemas multilaterales para manejar los problemas de excesivo endeudamiento externo en que incurren países en desarrollo.

La propuesta plantea así mismo fortalecer la banca multilateral de desarrollo, que comprende a entidades como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, y postula ”un nuevo consenso en torno al alcance de la condicionalidad con la que se accede a recursos oficiales multilaterales”.

El economista colombiano confirmó que los países emergentes deben tener ”plena autonomía” en el manejo de su cuenta de capitales y que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ”debería irse convirtiendo gradualmente en un (cuasi) prestamista internacional de última instancia”.

El secretario ejecutivo de la Cepal criticó duramente la actitud del FMI hacia Argentina, en una entrevista publicada el 30 de mayo por el diario Clarín, de Buenos Aires.

El experto consideró desmesuradas las condiciones impuestas por el FMI al gobierno argentino de Eduardo Duhalde. ”Con este país (Argentina), el FMI se ha salido de todas las normas que conocíamos sobre negociaciones”, dijo.

El FMI no está actuando para revertir el impacto de la crisis argentina en América Latina ”porque hay (en el FMI) un nivel de análisis que sostiene que cuando un país quiebra debe sufrir las consecuencias”, añadió el funcionario de la ONU en esa oportunidad.

En su presentación ante el Círculo de Montevideo, Ocampo reiteró la propuesta desarrollada en conjunto con Stephany Griffith-Jones, economista de la Universidad de Sussex, Gran Bretaña, sobre mecanismos para garantizar la estabilidad financiera.

Una meta a alcanzar en ese sentido es la provisión de flujos de capitales adecuados, tanto públicos como privados, hacia las economías en desarrollo, para complementar el ahorro interno y la transferencia de tecnologías y acelerar el crecimiento de esos países.

Ese planteamiento se enmarca en la propuesta de la Cepal de ”contar con una institucionalidad internacional orientada a garantizar una mayor estabilidad macroeconómica y financiera global”.

Según Griffith-Jones y Ocampo, los desafíos de una nueva arquitectura financiera mundial son prevenir las crisis monetarias y bancarias, manejándolas óptimamente cuando ocurran, y apoyar una provisión adecuada de flujos netos financieros a los países en desarrollo, en especial a los de bajos ingresos.

Ambos expertos advierten que hasta la Conferencia de Naciones Unidas sobre Financiación para el Desarrollo, celebrada en marzo en Monterrey, no se había logrado acordar una agenda internacional de reformas al sistema financiero internacional.

Hasta ahora, el foco de las reformas se ha centrado en fortalecer las políticas macroeconómicas y la regulación financiera de los países en desarrollo, es decir, en los componentes nacionales, dejando de lado los componentes regionales y mundiales.

El proceso de reformas, que ha sido lento e incompleto, corre además el riesgo de revertirse, según Cepal, porque los países industrializados muestran una creciente reticencia a colaborar con los programas de financiamiento del FMI para el manejo de crisis. (FIN/IPS/ggr/dm/if/02

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