La ONU, la más sólida garantía del respeto universal de los derechos humanos, debe liderar la lucha contra el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, recomendó este miércoles la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
Delegados gubernamentales y expertos de organizaciones mundiales y regionales se reunieron en Lisboa para comenzar a diseñar una estrategia eficaz y articulada, destinada a obtener resultados significativos en la lucha mundial antiterrorista.
La OSCE, presidida este año por Portugal, congregó a 54 representantes en la Conferencia sobre el Combate y la Prevención del Terrorismo, la primera reunión internacional de alto nivel desde los atentados del 11 de septiembre contra Estados Unidos.
Las conclusiones divulgadas al término del encuentro hacen hincapié en el empeño de la OSCE en reforzar la cooperación bilateral y multilateral con la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para combatir contra el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones.
La OSCE señala que para prevenir el terrorismo se debe reducir la pobreza, promover el estado de derecho, respetar los derechos humanos, impulsar la tolerancia, la democratización, la justicia social, el diálogo intercultural e interreligioso, además del control de armamentos y la resolución pacífica de los conflictos.
En la reunión de Lisboa participaron, entre otros, los secretarios generales George Robertson, de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y del Consejo de Europa, Walter Schwimmer, y el subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, Danilo Turk.
La conferencia fue encabezada por el canciller portugués y presidente de la OSCE, Antonio Martins da Cruz, y por su par rumano Mircea Geoana, antecesor en el cargo en la organización que reúne a los países europeos, Estados Unidos y Canadá.
A es cita de un día en Lisboa concurrieron también Francis Taylor, nombrado por el presidente estadounidense George W. Bush como coordinador de la lucha contra el terrorismo, y el vicecanciller ruso Anatoli Safonov.
La apertura formal del encuentro estuvo a cargo del primer ministro portugués, Jose Manuel DurFo Barroso, quien calificó el encuentro de pionero, oportuno y útil, porque se enfrenta una amenaza colectiva, que requiere una respuesta conjunta.
El gobernante conservador recomendó no conceder santuarios a los terroristas o a sus grupos de apoyo y llevar adelante un combate sin cuartel contra las amenazas relacionadas con esta práctica, como el tráfico de drogas, de armas y de seres humanos, además del blanqueo de dinero.
Turk, en nombre del secretario general de la ONU, Kofi Annan, subrayó que la lucha contra el terrorismo debe ser decidida, pero a la vez escrupulosa, cerrando el paso a la adopción de medidas incompatibles con los derechos humanos.
El documento final apoya esa visión de Annan, al subrayar que la OSCE diversificará sus programas de formación, entrenamiento y reestructuración de las fuerzas policiales y apoyará el refuerzo de las estructuras judiciales, alentando la protección y la promoción de los derechos humanos y de los valores democráticos.
Sin embargo, en la rueda de prensa final, la mesa directiva de la OSCE dejó en claro que esta conducta no se traducirá en mano blanda contra el terrorismo, flagelo que asume hoy un carácter global y de naturaleza compleja.
Al finalizar la reunión, se anunciaron medidas destinadas a un control estricto de documentos de identidad y una lucha sin cuartel al crimen organizado, a la inmigración indocumentada y a la corrupción.
Entre las recomendaciones a los países miembros, se exhorta a completar o revisar las legislaciones nacionales, adecuándolas al cumplimiento de los protocolos y convenciones antiterroristas de la ONU y de las resoluciones de su Consejo de Seguridad.
Se dará un especial énfasis al control de las drogas, al tráfico de armas, al blanqueo de dinero y al uso indebido de la liberación de capitales y de comercio internacional, para suprimir el financiamiento al terrorismo.
Robertson garantizó que ya se vislumbra una OTAN más flexible para mejor defensa de las poblaciones, pero recomendó a los países miembros a no bajar la guardia en lo referente a sus estructuras de seguridad y de defensa, en momentos en que se verifica una proliferación incontrolada de armas.
En ese orden, la OSCE calificó de objetivo esencial el combate contra el tráfico ilícito de armas ligeras y de destrucción masiva, recordando que las organizaciones participantes se comprometieron este miércoles en Lisboa a un amplio intercambio de informaciones y experiencias.
La coordinación y la cooperación entre las varias organizaciones e instituciones internacionales es el objetivo esencial que nos trajo aquí, precisó Martins da Cruz.
Consultado sobre la contradicción entre la OSCE, que defiende una lucha contra el terrorismo sin sacrificar los derechos humanos, y la situación de detenidos por la justicia militar de Estados Unidos como presuntos terroristas sin acusación formal o juicio legal, Martins da Cruz dijo que la respuesta está en nuestro documento.
Esta primera reunión organizada por la OSCE abrirá paso a sucesivos encuentros políticos, diplomáticos y técnicos para la elaboración de una Carta contra el Terrorismo, que deberá ser aprobada en la reunión ministerial a realizarse el 5 y el 6 de diciembre en Portugal. (FIN/IPS/md/dm/ip hd/02
