CUBA: Campaña de firmas por un socialismo intocable

El presidente de Cuba, Fidel Castro, convocó a firmar una solicitud de reforma constitucional para volver ”intocable” el sistema socialista imperante.

La idea es ”ofrecer a cada ciudadano con edad de votar y en el pleno ejercicio de ese derecho, la posibilidad de suscribir y hacer suyo el histórico proyecto”, aseguró el presidente, de 75 años de edad, en un mensaje transmitido por televisión en la noche del jueves.

La campaña de recolección de firmas fue presentada como iniciativa de un grupo de organizaciones de masas, y se insistió al lanzarla en que el gobierno no encabezará el proceso, pero Castro no ocultó su activa participación en la propuesta.

Se instalarán más de 129.500 puestos de recolección de firmas del sábado 15 al martes 18, y quienes apoyen la propuesta de reforma para imponer un reaseguro al ”régimen económico, político y social” vigente deberán dejar constancia de su nombre, apellido y número de carné de identidad.

Nada impedirá ”a ningún compatriota el acceso a esta prerrogativa”, afirmó Castro.

Sin esperar al fin de semana, activistas de los Comités de Defensa de la Revolución, organización de masas con representación en cada cuadra, empezaron a visitar casas del centro histórico de La Habana este viernes en busca de firmas.

El llamado de apoyo popular a la iniciativa de reforma constitucional, que será entregada a la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), fue presentado a la población como una respuesta al presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

Bush afirmó el 20 de mayo que el embargo de cuatro décadas contra el país sólo sería levantado o disminuido si observadores internacionales verifican que las próximas elecciones de la Asamblea Nacional, en 2003, son ”libres y limpias”, y si se establece una economía de mercado.

El presidente estadounidense no debió lanzar ”desafíos políticos” a la dirección revolucionaria cubana, porque ”no está en condiciones de responder a los desafíos políticos que Cuba puede hacerle”, afirmó Castro el sábado.

Pero algunos piensan que la propuesta de reforma constitucional apoyada por el presidente es, más que una respuesta a Bush, una reacción contra el llamado Proyecto Varela, una iniciativa previa de reforma política y económica, lanzada por opositores.

Esa iniciativa propone someter a plebiscito un texto que establecería libertades de asociación, expresión, prensa y empresa, y dispondría una amnistía para presos políticos, además de aprobar una nueva ley electoral que dé paso a comicios generales.

El texto fue presentado en mayo a la Asamblea Nacional, con el respaldo de más de 11.000 firmas según sus promotores, al amparo del artículo 88 de la Constitución, que requiere un mínimo de 10.000 firmas de electores para propuestas legislativas de iniciativa ciudadana.

Las autoridades esperan recolectar varios millones de apoyos a la intangibilidad del socialismo, que conviertan en insignificante el Proyecto Varela, sin precedentes desde el arribo al poder de Castro en 1959.

”Se llevará a cabo este importante paso a fin de que no le quepa absolutamente a nadie la menor duda sobre cómo siente y piensa el pueblo de Cuba”, aseveró Castro.

El régimen cubano ”es totalitario porque tiene el apoyo de la totalidad de la población”, dijo en tono de broma, en alusión a las acusaciones en su contra de la Casa Blanca.

El presidente de la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, señaló que ”las fuerzas de la resistencia interna esperan por la respuesta formal escrita del gobierno cubano”.

Hubo una reacción ”política del régimen” al Proyecto Varela, ”no una respuesta legal y constitucional a la solicitud que la oposición pacífica ha formulado a la Asamblea Nacional”, dijo el disidente.

El mensaje de Castro sucedió a 957 marchas y 14.700 actos públicos que paralizaron la vida del país el miércoles, con movilización de 9.664.685 personas, 86 por ciento de la población, según datos oficiales.

Castro indicó que la cifra de participantes fue ajustada a la baja, y que los informes iniciales registraban más de 10 millones de movilizados, o sea 91 por ciento de la población.

”Preferimos quedarnos por debajo que perder credibilidad”, explicó.

”Los gobiernos totalitarios como el de Fidel Castro se especializan en este tipo de megamanifestaciones, (…) ya lo hemos visto antes”, comentó Philip Reeker, portavoz del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos.

Sánchez opinó que movilizaciones como las del miércoles son ”rasgos característicos de un modelo en fase terminal, que busca un segundo aire cuando ya es demasiado tarde”. (FIN/IPS/da/mp/ip/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe