El temporal de lluvia que azota desde el lunes la zona central de Chile ya causó la muerte de nueve personas, mientras economistas y empresarios calculan que el desastre natural dejará grandes pérdidas económicas.
La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), dependiente del Ministerio del Interior, informó este martes por la tarde que suman 44.000 los damnificados por las intensas lluvias e inundaciones, unos 28.000 de ellos en la región Metropolitana (Santiago).
La magnitud de las precipitaciones durante lunes y martes marcó un récord de agua caída en los últimos 80 años en la capital chilena.
El presidente Ricardo Lagos calculó el lunes que la cantidad de damnificados llegará a 50.000, pero la cifra podría ser aún mayor si persisten las lluvias hasta este viernes, según los pronósticos de la Dirección de Meteorología.
No obstante, se espera que el temporal amaine durante este miércoles y que las lluvias pierdan relativamente su intensidad en los dos días siguientes.
Sin embargo, no se descartan nuevas dificultades por el descenso generalizado de la temperatura, que puede dar paso a emergencias médicas el próximo fin de semana.
René Garreaud, meteorólogo de la Universidad de Chile, explicó que tanto las intensas precipitaciones de estos días como los fríos que se aguardan para este sábado y el domingo tienen su origen en un anticiclón en la Antártida.
Este fenómeno hizo que las lluvias, que normalmente son abundantes en esta época en el extremo austral de Chile, se desplazaran hacia la zona central, particularmente a las regiones Metropolitana y de Valparaíso, que concentran a 7,5 de los 15 millones de chilenos.
En la parte norte de la quinta región de Valparaíso, un alud de barro y lodo provocado por las lluvias arrasó este lunes la pequeña localidad de Los Molles, destruyendo unas 70 viviendas y causando cuatro muertes. La tragedia aumentó a nueve las personas que han perdido la vida en este temporal.
El gobierno espera que este miércoles puedan reanudarse las actividades educacionales y, tras un análisis en el Comité de Emergencia que encabeza Lagos, se descartó la posibilidad de adelantar las vacaciones escolares de invierno, correspondientes a dos semanas en julio.
La región Metropolitana, que genera 40 por ciento del producto interno bruto (PIB) de Chile, registró este martes un ausentismo laboral en torno a 40 por ciento.
Sólo por ese concepto de horas no trabajadas, estos dos días de temporal podrían causar pérdidas en las actividades económicas del orden de los 200 millones de dólares, calculó Tomás Flores, economista del Instituto Libertad y Desarrollo.
Por su parte, Guillermo Patillo, su colega de la estatal Universidad de Santiago, señaló que a esas pérdidas deben sumarse los daños causados en obras de infraestructura y en viviendas.
El presidente de la empresarial Cámara Chilena de la Construcción, Juan Ignacio Silva, dijo que, considerando parámetros de 50.000 damnificados, Chile pierde al año 42,5 millones de dólares por la falta de colectores de evacuen las aguas de las lluvias.
En las localidades del interior de las regiones Metropolitana, de Valparaíso y del Libertador Bernardo O'Higgins se producirán también grandes perjuicios económicos por anegamientos de cultivos de hortalizas y cereales.
La Bolsa de Comercio de Santiago, en tanto, tuvo que adelantar por segundo día consecutivo su cierre de operaciones en tres horas, ante la falta de actividad.
El IPSA (índice de precios selectivo de acciones), que reúne a los 40 títulos más importantes, cerró con una baja de 0,89 por ciento y cayó en un nuevo mínimo anual con 91,31 puntos. También el índice de la Bolsa Electrónica retrocedió 0,76 por ciento.
La cadena de retroceso bursátiles se completó con una caída de 1,89 por ciento del índice Adrian, que mide a nivel local la evolución de los ADR chilenos. Los ADR (American Depositary Receipts) son títulos de compañías que se cotizan en la Bolsa de Nueva York. (FIN/IPS/ggr/dm/if en/02
