(Arte y Cultura) RADIO-COLOMBIA: Un nuevo imaginario sonoro premiado en México

Diálogos y sonidos recreados por el actor Blas Jaramillo, fragmentados y vueltos a ensamblar para obtener un monólogo de 45 minutos, son la clave del radioteatro colombiano ”Simplemente complicado”, premiado en la IV Bienal Internacional de Radio de México.

Las voces capturadas por un micrófono en un pequeño estudio de UN Radio, emisora de la Universidad Nacional de Colombia, fueron tamizadas en una computadora para lograr un novedoso clima sonoro, en la recreación radiofónica de la obra del dramaturgo austriaco y pionero del teatro del absurdo, Thomas Bernhard.

”Simplemente complicado”, traducida, montada y dirigida por Heidi Abderhalden, del grupo Mapa Teatro, de Bogotá, hizo realidad el viejo sueño de la directora de UN Radio, Olga Marín, de ganar nuevas audiencias a partir de montajes de obras teatro, una modalidad muy usada en los orígenes de la radio en el país.

La obra, galardonada en la bienal internacional de radio que se desarrolló del 20 al 24 de mayo en México, narra la historia de un actor ya olvidado por la sociedad, escéptico, neurótico y cuyo único contacto con el mundo exterior es una niña que le lleva la leche semanalmente. Pero él no toma leche.

”Yo había tocado muchas puertas de grupos hasta que Heidi se entusiasmó por considerar el proyecto acorde con su propuesta. Fue nuestro primer montaje de teatro y trabajamos con pocos recursos, por eso escogimos un monólogo pues no contábamos con dinero para pagar más actores”, explicó Marín a IPS.

El proyecto costó unos 4.000 dólares, que fueron financiados por la embajada de Austria en Colombia y por la vicerrectoría académica de la sede de Bogotá de la Universidad Nacional de Colombia.

Marín considera a Mapa ”el grupo más importante de teatro de Colombia, caracterizado por elegir autores de vanguardia”, con una estética en la que se combinan recursos de nuevas tecnologías y de escena muy cercanos al vídeo, ”con imágenes sugeridas, no explícitas y discursos de fragmentación, muy actuales”.

Abderhalden advirtió desde el comienzo ”que no iba a hacer radioteatro convencional” y desechó la ”cajita de efectos sonoros”, con las que se ambientaron tantas radionovelas en la década del 50, comentó.

Los sonidos de ”la cajita” suscitan imágenes predeterminadas y elaboradas en la mente de la gente y son las que pasa el cine y la televisión habitualmente. Por eso se montaron sonidos con la voz, precisó Marín.

Por ejemplo, se grabaron los ruidos que hacen las ratas, el golpe de un martillo y tarareos musicales, para luego alterarlos con una computadora y producir nuevos sonidos hasta construir un nuevo imaginario auditivo para cada oyente.

”Esa posibilidad de suscitar universos individuales es uno de los aspectos mágicos de la radio”, apuntó.

El lanzamiento de la obra en diciembre resultó un acontecimiento de ambientación sonora para los asistentes al auditorio de UN Radio.

En el escenario, por toda escenografía había un letrero con el consabido ”Al aire”, una silla, una mesa, un micrófono y una luz cenital sobre el libreto leído por Blas Jaramillo.

Se instalaron parlantes debajo de las sillas, de tal manera que el sonido fuera circulando. Quienes tenían audífonos escuchaban en estero y podían sentir el trasegar de las ratas por el techo y debajo de las sillas.

En momentos en que se escuchaba la voz de la niña, todos miraban hacia atrás para ver si descubrían de qué lugar provenía el sonido. Este fue uno de los momentos más poéticos del montaje, comentó Marín.

Se grabaron diálogos con una niña con preguntas genéricas y que no tenían nada que ver con la obra. Sus respuestas siempre fueron sí, no y risas.

Luego se eliminaron las preguntas y sólo quedaron los sí, no, y las risas infantiles. Los tiempos reales se mantuvieron y Jaramillo grabó otras preguntas para después ensamblar todos esos diálogos y sonidos.

”Al escuchar el resultado queda la sensación de que esos sonidos están dentro de uno, que son como la memoria que evoca palabras sueltas”, señaló la directora de UN Radio.

”Simplemente complicado” se retransmitió en abril en el marco del Festival iberoamericano de teatro de Bogotá, y probablemente se realice una nueva emisión para festejar el premio obtenido en la IV Bienal Internacional de Radio de México, donde compitió con 54 radioteatros de Italia, España, Uruguay y del país anfitrión.

UN Radio participó en ese encuentro de México también en las categorías de reportaje, revista, promocionales y de divulgación indigenista, así como en el certamen de programas infantiles en el que también obtuvo mención con ”De acuerdo con los niños”, realizado por Gabriela Parra y César Moreno.

La participación en tantas categorías obedeció a que la bienal mexicana fue la primera competencia internacional en la que intervino esta emisora universitaria colombiana, que sólo tiene una década de existencia.

”Nos sirvió para confrontar nuestra producción, pues a nivel local no hay otros certámenes que nos permitan evaluarnos”, dijo Marín.

El proyecto de radioteatros de UN Radio pretende que los oyentes cuestionen la radio y encuentren otras posibilidades de escuchar, aprender y leer contenidos y buscar audiencias distintas, añadió.

Hasta ahora se han programado una serie de entre cinco y ocho monólogos de autores internacionales, evitando incluir temáticas referidas a la violencia política y social.

”Creemos que nuestra cultura se está perdiendo la posibilidad de hacer otras lecturas. Es necesario que este país empiece a mirar otra cosa, a salir del autismo, por eso queremos que nuestra audiencia se conecte con las corrientes culturales internacionales”, indicó.

Marín aclaró que eso no quiere decir que en otros espacios de UN Radio se eludan los problemas y la realidad local, que son abordados en los programas de salud, de educación, de género, niños, jóvenes, ciencia, tecnología y, por supuesto, en las franjas informativas y de comentarios de noticias.

UN Radio, en su carácter de emisora universitaria, debe apuntar a lo pedagógico y, en razón de su condición de estatal y de interés publico, responde a las exigencias que impone la asignación de frecuencias de ondas.

Esta emisora no busca una audiencia masiva sino que su competencia son otras 10 radios universitarias existentes en el país, muchas de las cuales privilegian la difusión musical, y la Radiodifusora Nacional de Colombia, que afronta una severa crisis. (FIN/IPS/mig/dm/cr/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe