(Arte y Cultura) LITERATURA-BANGLADESH: Condenada a muerte por los fundamentalistas

Las mirada desconfiada de los guardias de seguridad apostados fuera del Great Eastern Hotel, en la oriental ciudad india de Kolkata (antes Calcuta), confirman que se aloja allí la exiliada escritora bengalí Taslima Nasrin.

”Es imposible cualquier interpretación positiva del Islam”, dijo la novelista de 40 años expulsada de Bangladesh, donde los fundamentalistas musulmanes la condenaron a muerte.

Dedicada a su autobiografía, que titulará ”Utal Hawa” (Viento borrascoso) y cubrirá una década de su vida, entre los 16 y los 26 años, Nasrin defendió su última novela, ”Amante francés”, que determinó juicios encontrados.

De hecho, las gráficas descripciones de escenas eróticas y la intensa sexualidad de la protoganista, Nijanjana, una mujer de Kolkata que busca su identidad en Europa tras un matrimonio con un aburrido hombre en París, atrajeron más atención que otros elementos de la historia.

”Coloqué el sexo en detalle pues siento que las mujeres de la región son aún muy pasivas. La pasividad es vista aquí como una virtud, pero en Occidente no se obtienen elogios por ser pasiva”, explicó.

”La visión del mundo de Nasrin es tan limitada que su heroína confunde continuamente política con poesía”, afirmó la revista Outlook, la de mayor circulación en India.

”Creo que mis críticos no entendieron lo que quería decir. O yo fracasé al comunicarlo”, replicó la autora.

”Quise retratar a una mujer atrapada en el conflicto entre las culturas de Oriente y Occidente”, por lo que el libro se ”explaya sobre el racismo, la inseguridad de las minorías y la mentalidad esclavizada de la población de (Asia meridional) respecto de los blancos”, sostuvo.

”Pueden llamarme feminista. Pero continuaré respaldando a quienes son víctimas de la injusticia. ¿Por qué la gente debe sufrir en este mundo?”, cuestionó.

En la habitación débilmente iluminada, una computadora, libros desparramados, colillas de cigarrillos y vasos de papel dan cuenta de la vida nómade de Nasrim.

Pero ahora asegura que quiere permanecer en esta ciudad, capital del oriental estado indio de Bengala Occidental, pues le son familiares la cultura y la lengua bengalíes que le recuerdan su patria.

”Escribo en bengalí. Mis talentos literarios se secan a menos que viva en un lugar donde se habla y se respira en bengalí”, dijo Nasrin.

La suite del hotel, frecuentada por intelectuales y artistas locales, es ahora ”mi casa”, sostuvo.

”Ya que mis posibilidades de retornar a Bangladesh son casi imposibles, quiero permanecer en Bengala Occidental tanto como sea posible. Estaré muy feliz si el gobierno indio me concede como ahora una visa de seis meses por año”, afirmó la doctora convertida en escritora.

En 1993 despertó las iras de los fundamentalistas islámicos de su país, cuando se atrevió a desafiar los principios del Islam ”contrarios a las mujeres” en sus columnas en la prensa local, centradas en analizar la opresión de las mujeres y las leyes musulmanas.

El gobierno de Bangladesh proscribió su libro ”Lajja” (Vergüenza), sobre las atrocidades cometidas por la mayoría musulmana contra la minoría hindú.

Los sectores fundamentalistas la condenaron a muerte, e incluso estalló una huelga general en reclamo de su ejecución. Nasrin fue atacada en una feria de libros y más tarde puesta bajo arresto domiciliario.

Condenada a dos años de prisión por el delito de ofensa a los sentimientos religiosos de los musulmanes, obtuvo la libertad bajo fianza y un juez la autorizó a salir del país.

En uno de esos viajes, el gobierno de Suecia le ofreció asilo y vivió allí por un tiempo, pero desde entonces no dejó de mudarse de una nación occidental a otra, hasta recalar en Kolkata, su segundo hogar.

En 1998, y con nombre falso, volvió a Bangladesh para visitar a su madre moribunda.

”Aquí tengo libertad de movimiento, y aunque los guardias me acompañan a todas partes, porque el brazo del fundamentalismo es muy largo, me siento bien”, afirmó.

”En el pasado el gobierno del Partido del Congreso me había negado el ingreso a India. Pero ahora (las autoridades del) Partido Bharatiya Janata me concedieron una visa, aunque no estoy segura si podré renovarla”, dijo.

Pero Nasrin no se arrepiente de ninguno de sus escritos.

”Hay movimientos en todo el mundo islámico para mejorar la situación de las mujeres mediante interpretaciones liberales del Corán”, el libro sagrado del Islam, sostuvo.

”Pero me resulta imposible cualquier interpretación positiva de un libro que claramente afirma que los hombres son superiores a las mujeres. ¿Qué hay de positivo en eso?”, cuestionó.

”Hay protestas contra los fundamentalistas en Bangladesh, pero nadie toca la religión. Mi crimen fue desafiarla. Me manifesté contra las leyes islámicas contrarias a las mujeres, pues crecí en Bangladesh y vi de cerca la opresión que se ejerce sobre las mujeres en nombre de la religión”, aseveró.

”Fundamentalistas hay en todas partes. Pero la peligrosa tendencia de mi país es que cualquiera sea el partido que llega al poder, intenta apaciguarlos y sumarlos al gobierno”, se quejó la novelista.

Su situación empeoró desde que el extremista partido religioso Jamaat-e-Islami llegó al gobierno integrando la coalición ganadora de las elecciones de octubre pasado.

La escritora condenó la violencia religiosa que estalló este año en el occidental estado indio de Gujarat, en el que murieron al menos 1.000 personas, la mayoría musulmanas.

”Pero en India, lo positivo es la cantidad de protestas contra esas atrocidades. La diferencia básica entre Gujarat (de mayoría hindú) y Bangladesh es que en mi país la minoría no puede pensar en represalias”, agregó.

”Lo de Gujarat son disturbios comunales, pero lo que ocurre en Bangladesh es genocidio. Aquí, los musulmanes escapan de Gujarat a otras zonas de la India, pero no a Pakistán”, subrayó.

Si su novela ”Lajja” se hubiera publicado en India, ”no habría sido prohibida”, aseveró. (FIN/IPS/tra-eng/sd/ccb/dcl/cr hd/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe