Galerías de América y España se dieron cita otra vez en la capital venezolana, en una feria de arte que gracias a la calidad de las obras, la muestra fotográfica y el salón de jóvenes eludió los embates de la crisis del país anfitrión.
La Feria Iberoamericana de Arte lucha por sobrevivir, como se puso en evidenció en su undécima edición (FIA-2002), realizada del 4 al 9 de junio. Pero ese hecho no redujo la calidad de las piezas presentadas.
La crítica especializada señaló que sólo 10 galerías extranjeras estuvieron presentes en la FIA-2000, en demostración de que el encuentro no pasa por su mejor momento, pese a los esfuerzos por reanudar vuelo.
A las exposiciones de pinturas y las consecuentes transacciones se le sumaron dos actividades paralelas, como fueron el III Encuentro Iberoamericano de Fotografía y el IV Salón de Jóvenes Artistas.
En la cita se rindió un homenaje especial a dos maestros de la pintura latinoamericana, el peruano Fernando de Szyszlo y el venezolano Edgard Sánchez.
Creo que mi pintura siempre ha sido, más bien, melancólica. Representa la búsqueda de un cuadro que he perseguido siempre y cada obra es una derrota, porque no logras hacerla totalmente como deseas, comentó Szyszlo.
Lo que persigo es una sensación oscura, que vagamente trato de atrapar, añadió.
Szyszlo se definió en Caracas como un pintor de sombras de figuras (…) un pintor del claroscuro, lo cual le hace sentirse cercano en la actualidad al holandés Rembrandt, aunque recuerda su admiración juvenil por el español Pablo Picasso.
El maestro peruano manifestó, en medio de las actividades en el marco de la FIA, una visión negativa del arte contemporáneo, porque hay una situación general, en la que se pretende dejar a la pintura a un costado.
En tanto, Sánchez reafirmó su fe en la pintura. El arte nunca se estanca, siempre sigue adelante. Puede haber una recesión, pero continúa sin detenerse, abierto al futuro, expresó el artista venezolano también dedicado a la educación.
Sánchez también dedicó un espacio a comentar su trabajo. Mediante la figura humana establezco un vínculo con situaciones intelectuales más ricas en las que se habla del hombre, aseveró tras precisar que aún cuando hay figuración y unas referencias a la realidad, mis obras no son retratos.
Del mismo modo, el artista venezolano recalcó la fascinación actual de su propuesta por la figura humana. La he armado y desmontado, he logrado hacerla fuente y potencial de mi expresividad y, realmente, no creo que me desprenda de ella.
La crisis política y la recesión económica que afronta Venezuela no amilanaron a una decena de salas extranjeras de arte que se hicieron presentes en Caracas para participar en la FIA.
El director de Alonso Arte Galería de Colombia, Alonso Restrepo de León, señaló que la realización de la feria es una demostración de las posibilidades de Venezuela, uno de los países latinoamericanos donde verdaderamente se ve un entusiasmo, un interés y un conocimiento sobre el arte.
Además de Colombia, en la FIA participaron representantes de salas de arte de Alemania, Argentina, España, Estados Unidos y México.
Otro foco de atención para la crítica local fue el V Salón de Jóvenes, que, según el periodista especializado Edgar Alfonso- Sierra, logró conjugar el ancho globo y la cotidianidad más simple e íntima, en un espacio que se ha concebido como un laboratorio artístico.
Juan Carlos López Quintero, curador de la muestra de jóvenes creadores, sostuvo que en la muestra la universalidad estuvo en la recuperación de la memoria, mediante una consideración nueva de lo menor, de lo efímero en lo cotidiano, del sustrato privado y habitual en que vivimos.
En esa sección se mostraron obras de los mexicanos Santiago Sierra y Gustavo Artigas, de la dominicana Raquel Paiewonsky, del guatemalteco Darío Escobar y de los venezolanos Eleonora Gómez Bas, Nayarí Castillo, Bernardita Rakos, Carlos Eduardo Araujo, Corina Landa, Patricio Agüero, Daniela Döhnert y Andreína Acero.
Un valor agregado que han tenido las últimas tres ferias de arte de Caracas ha estado en las imágenes fotográficas. En esta ocasión la FIA tuvo como evento paralelo el III Encuentro Iberoamericano de Fotografía.
Con obras de 19 artistas, esta muestra pretende hablar del tema de la fragilidad, como una condición innata del ser humano, según su curador Tomás Rodríguez Soto. (FIN/IPS/ac/dm/cr/02
