ARGENTINA-URUGUAY: La sangre no llegará al río

El presidente de Uruguay, Jorge Batlle, pidió este martes en Buenos Aires disculpas por sus críticas a Argentina y su mandatario, Eduardo Duhalde, que fueron difundidas por un canal de televisión estadounidense.

”No me cuesta pedir disculpas al pueblo argentino y a usted, y lo hago con el fervor que siento por ambas patrias”, dijo Batlle con lágrimas en los ojos, tras recordar episodios de su infancia y su juventud en Argentina.

”Cuando se comete un error, hay que reconocerlo y pedir disculpas”, reconoció.

Batlle había dicho a la agencia de noticias estadounidense Bloomberg, en una entrevista para televisión, que ”los argentinos son una manga (banda) de ladrones”.

Así mismo, resaltó la ”magnitud de la corrupción” en Argentina, problema que, según él, Uruguay no sufre, y dijo que Duhalde era un presidente sin fuerza política y que ”no sabe adonde va”.

Las críticas de Batlle, entrevistado por Bloomberg el jueves, se difundieron el lunes, cuando Argentina, hundida en una de las peores crisis económicas de su historia, avanzaba en el cumplimiento de las exigencias del Fondo Monetario Internacional para negociar un nuevo plan de ayuda financiera.

Duhalde, visiblemente tenso y casi sin mirar al presidente uruguayo, aceptó las disculpas y dio por superado el entredicho.

Así mismo, destacó la ”hidalguía” de Batlle, quien viajó de inmediato a Buenos Aires para pedir perdón ”por un error que mortificó al pueblo argentino”, dijo. Luego, ambos almorzaron juntos en la residencia presidencial, situada en las afueras de Buenos Aires.

”La historia recogerá el episodio como una simple anécdota”, intentó minimizar Duhalde, aunque su gesto revelaba fastidio. ”Doy por terminado absolutamente el episodio”, dijo, antes de palmear el hombro de Batlle y ensayando una mueca a modo de sonrisa.

La forzada reconociliación fue el corolario de un inesperado escándalo que en la víspera habia conmovido las relaciones entre los dos países.

En sus declaraciones a Bloomberg, Batlle había pedido al entrevistador que no comparara a Uruguay con Argentina. ”Compáreme con Brasil, Chile, Estados Unidos, pero no con Argentina”, dijo molesto el presidente uruguayo.

Pero lo peor vino cuando la entrevista formal había concluido. El periodista del servicio en español de Bloomberg, Martín Boerr, se había despedido de Batlle ante las cámaras, y el presidente uruguayo aguardaba, con el micrófono aún en la solapa, las preguntas del reportero del servicio en inglés, David Plumb.

Mientras aguardaba y la cámara seguía enfocándolo, el presidente uruguayo preguntó a Boerr: ”¿Usted sabe el volumen, la magnitud de la corrupción que hay en Argentina?”. Más adelante, dijo que ”los argentinos son una manga de ladrones, del primero al último”.

La acusación pareció destinada a los dirigentes políticos. Este martes, muchas personas consultadas por medios de comunicación argentinos coincidieron con Batlle, siempre que se refiriera sólo a los políticos y no a la población en general.

Boerr le sugirió que hablara con Duhalde acerca de la corrupción, y Batlle contestó a gritos: ”¡Pero qué le voy a plantear yo a Duhalde, que llegó por casualidad y no se sabe si se va la semana que viene o en marzo!”.

”Duhalde no tiene fuerza política, y ni sabe para dónde va”, agregó Batlle, quien también apostó a que el próximo presidente argentino será el rival del actual jefe de gobierno dentro del gobernante Partido Justicialista, el ex mandatario Carlos Menem (1989-1999), quien tenía previsto viajar a Montevideo este jueves.

Tras la difusión de la entrevista el lunes, Duhalde solicitó a la cancillería que pidiera explicaciones al embajador de Uruguay, Alberto Volonté. Lo mismo se solicitó al embajador argentino en Montevideo, Hernán Patiño Meyer, ante la cancillería uruguaya.

Entonces, Batlle convocó el mismo lunes a una conferencia de prensa, en la que no permitió preguntas. Sin negar lo que estaba grabado, dijo que ”de mala fe” se había difundido una ”conversación particular” (privada) que tuvo con los periodistas ”en un tono muy agresivo” tras la entrevista formal.

Pero el gobierno de Argentina consideró que las aclaraciones no alcanzaban para borrar la ofensa. El portavoz presidencial Eduardo Amadeo dijo que Duhalde estaba ”sorprendido” y ”agraviado” por las palabras de Batlle.

A la vista del malestar del gobierno argentino, Batlle decidió viajar a Buenos Aires para disculparse en persona.

Políticos de Argentina y de Uruguay, artistas, periodistas y ciudadanos comunes intervinieron en la inesperada polémica. Entre los políticos de ambos países ninguno dejó de criticar a Batlle, por ingenuidad o por torpeza. La opinión de los ciudadanos se mostró más dividida.

El presidente del opositor Frente Amplio de Uruguay, Tabaré Vazquez, consideró que los dichos de Batlle eran de una ”enorme injusticia”, y consideró ”patético” su intento de explicación. Las declaraciones causaron ”vergüenza ajena” a los uruguayos, sostuvo.

En Argentina, legisladores de todas las fuerzas políticas acusaron a Batlle de ”agraviar” al país entero, aunque prácticamente todos se cuidaron de evitar una escalada del conflicto y prefirieron exigir una disculpa personal.

Numerosos ciudadanos deploraron las palabras de Batlle en lo referido a la corrupción de ”todos” los argentinos. En las afueras de la residencia del presidente argentino, un grupo de personas de ambos países criticó al uruguayo. ”Un presidente debe pensar antes de hablar”, comentó una mujer.

”El sabía que estaba siendo grabado y habló igual para que se difundiera ese mensaje a todo el mundo. En cambio, las disculpas seguramente se verán tan sólo aquí y en Uruguay”, especuló la mujer, quien dijo que Montevideo se benefició de la salida de depósitos de Argentina durante la crisis bancaria de los últimos meses.

En realidad, Uruguay es el país que más sufrió el impacto de la crisis argentina. Si bien al principio de la crisis bancaria miles de argentinos trasladaron sus depósitos a bancos uruguayos, ese movimiento comenzó a ser de salida en unos pocos meses por temor al contagio.

Desde enero, las reservas del Banco Central uruguayo se redujeron 50 por ciento y los depósitos bancarios, 19 por ciento. Las exportaciones a Argentina cayeron 70 por ciento, y también se resintió el producto interno bruto.

El Fondo Monetario Internacional, reacio a prestar dinero a Argentina a pesar de la profundidad de la crisis económica y social y de los esfuerzos del gobierno en cumplir con sus recomendaciones, se manifestó dispuesto a entregar a Uruguay ayuda financiera para reforzar sus reservas y hacer frente al contagio de su vecino.

A cambio de esa ayuda, Batlle puso en marcha un programa de ajuste que incluyó el aumento de impuestos y que causó un fuerte malestar entre la población, expresada en diversas protestas con ”caceroleos” y cortes de luz en las últimas semanas.

En este contexto, Batlle dijo en Buenos Aires que la entrevista con Bloomberg, un ”triste y desgraciado episodio”, se grabó en ”un día de mucho estrés, luego de cinco meses en los que Uruguay estuvo al borde de una situación casi insalvable”. (FIN/IPS/mv/mj/ip if/02

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