AGRICULTURA: Magra cosecha de primera negociación en la OMC

Las negociaciones en la OMC para liberalizar el comercio agrícola dejaron escaso resultado, sobre todo por la actitud cautelosa de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), proteccionistas potencias dominantes en el sector.

”No se avanzó demasiado, pero por lo menos ahora tenemos más claro el panorama”, resumió Carlos Pérez del Castillo, jefe de negociadores de Uruguay, al término de las discusiones sostenidas esta semana en la OMC (Organización Mundial del Comercio).

Las negociaciones para reformar el comercio agrícola, excluido de la creciente liberalización de la economía mundial, son una de las bases del programa aprobado por la IV Conferencia Ministerial de la OMC, realizada en noviembre en Doha, para apresurar la apertura de mercados.

En los planes de la secretaría de la OMC figura la idea de conseguir para mayo de 2003 la redacción de un borrador que condense los progresos en la negociación agrícola, y presentarlo a la próxima conferencia ministerial, que se prevé realizar del 10 al 14 de septiembre de ese año en la oriental ciudad mexicana de Cancún.

Con esa carta, los funcionarios comerciales pretenden ganar la partida por la apertura de mercados para productos no agrícolas, que interesa en especial a los países industrializados.

Estados Unidos y la UE serán renuentes a ceder en la negociación sobre comercio agrícola, si no ven progresos en la reducción de aranceles a los otros, advirtió el miércoles el estadounidense Andy Stoler, uno de los subdirectores de la OMC, en declaraciones a periodistas de su país.

Una cuestión es tomada como rehén de la otra, y eso paraliza la negociación, comentó Pérez del Castillo.

El equilibrio entre las negociaciones comerciales en marcha y las proyectadas se evaluará durante la reunión que sostendrá el 18 y 19 de julio el Comité de Negociaciones Comerciales, un organismo creado por la OMC para dirigir las discusiones globales.

Los países en desarrollo consideran irrenunciables en la negociación sus denandas de apertura de los mercados de las naciones industrializadas para productos textiles, y la aplicación de trato especial y diferenciado en todos los acuerdos comerciales entre partes de desigual poderío.

Pérez del Castillo vaticinó que la reunión del Comité de Negociaciones Comerciales será espinosa, porque Estados Unidos y Canadá ya anunciaron que no reducirán su proteccionismo en el rubro de textiles.

Tampoco hubo progresos en la cuestión del trato especial y diferenciado, que beneficiaría a los países en desarrollo. Esas dos cuestiones bloquean la negociación, según el negociador uruguayo.

Las negociaciones agrícolas de esta semana giraron en torno a la competencia de las exportaciones, un capítulo que abarca subvenciones, créditos, garantías, primas de seguro para las exportaciones.

También incluye subsidios encubiertos a productores de alimentos, mediante compras estatales con destino a asistencia alimentaria, actividades de empresas estatales comerciales e impuestos y restricciones a las exportaciones.

Las diferencias más marcadas se observaron en la cuestión de las subvenciones a exportaciones, un mecanismo proteccionista empleado sobre todo por la UE, cuya eliminación es demandada por la mayoría de los países participantes.

Los representantes de la UE condicionan la adopción de un compromiso sobre esas subvenciones a que los estadounidenses anuncien que están dispuestos a ceder en la discusión sobre créditos y asistencia alimentaria.

Estados Unidos y la UE fueron el año pasado responsables de 56 por ciento del total de 311.000 millones de dólares destinado por países industrializados a proteger sus sistemas de explotación agrícola, a menudo ineficientes.

Algunas partes actúan con reserva al exponer sus ideas o al reaccionar ante otras propuestas, admitió Stuart Harbinson, de Hong Kong, quien preside las negociaciones en el Comité de Agricultura de la OMC.

Ante esa actitud, Harbinson pidió a los delegados de los 144 países miembros de la OMC un mayor grado de compromiso concreto, si pretenden que en diciembre pueda recogerse en un documento el balance de las negociaciones, dijeron fuentes de la OMC.

Los otros dos asuntos fundamentales de las negociaciones, el acceso a mercados y el apoyo interno, serán discutidos por el Comité en la primera y en la última semana de septiembre.

En las negociaciones de esta semana se confirmó la presentación de propuestas de una mayoría de países que pretenden eliminar las subvenciones a exportaciones.

El Grupo de Cairns, integrado por países exportadores de productos agrícolas que otorgan protección ínfima o nula a sus agricultores, propone la eliminación inmediata de 50 por ciento de esas subvenciones, y su desaparición total en los tres próximos años. Esa iniciativa es apoyada por China.

Estados Unidos quiere amplíar a cinco años el plazo para eliminar del todo las subvenciones.

El informe presentado por Harbinson a la última sesión del comité esta semana resumió la discusión sobre las subvenciones a exportaciones con énfasis en el enfoque sostenido por la UE y por países proteccionistas como Japón, Noruega y Suiza, según fuentes allegadas al Grupo de Cairns que pidieron reserva de su identidad.

Harbinson consignó que algunos países declararon que el alcance de su disposición a reducir esas subvenciones dependerá de las normas y compromisos relacionados con otras formas de apoyo a las exportaciones, como los créditos, la ayuda alimentaria y la actividad de empresas estatales.

Esos argumentos, expuestos en el encabezamiento del resumen, coinciden con las condiciones planteadas por la UE según las fuentes, y Australia, país que actúa como coordinador del grupo de Cairns, criticó a Harbinson por privilegiar la posición de ese bloque, dijeron las fuentes. (FIN/IPS/pc/mp/if/02

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