El gobierno de Venezuela designó al experimentado diplomático Roy Chaderton al frente de la cancillería, en vísperas de una asamblea de la OEA que puede ser decisiva para el futuro político del país.
Chaderton anunció al asumir este viernes que se propone abrir espacios en medio de los complejos momentos que vive Venezuela como secuela de la crisis institucional de abril. Chávez fue depuesto el 12 de abril, pero dos días después recuperó el poder.
El nuevo ministro es un diplomático de carrera, que se desempeñaba como embajador en Colombia, y reemplaza al coronel retirado Luis Alfonso Dávila. Antes, entre 1999 y 2001, fue canciller el actual vicepresidente, José Vicente Rangel, un dirigente político procedente de la izquierda.
Según diversos indicios, el gobierno de Venezuela se propone aceptar ayuda de la OEA (Organización de Estados Americanos) para destrabar el diálogo con la oposición, que exige el reemplazo de Chávez.
El 18 de abril, en el 29 periodo extraordinario de sesiones de la OEA, el secretario de Estado (canciller) de Estados Unidos, Colin Powell, propuso designar al secretario general de la organización, César Gaviria, como gestor de buenos oficios en el diálogo entre el gobierno y la oposición de Venezuela.
Dávila rechazó entonces la oferta. Los venezolanos tenemos pantalones largos. Le corresponde única y exclusivamente al gobierno de Venezuela buscar caminos y encontrar soluciones a sus dificultades, argumentó.
El gobierno de Chávez hizo declaraciones contemporizadoras hacia la oposición, cambió el gabinete económico y el parlamento, con mayoría oficialista, comenzó a investigar los hechos de abril, con interpelaciones, transmitidas al país por televisión, a los civiles y militares que participaron en ellos.
Pero el principal de los giros que debió dar Chávez, un diálogo productivo con quienes se le oponen, ha naufragado porque el gobierno se rehúsa a reconocer la representatividad de parte de los líderes opositores, especialmente con los sindicalistas, sostuvo el director del vespertino Tal Cual, Teodoro Petkoff.
La dirección de la principal central sindical, así como las de los empresarios, los principales medios de comunicación, la Iglesia Católica, organizaciones no gubernamentales de gran presencia pública y los partidos políticos tradicionales han constituido una alianza de hecho contra Chávez.
Varias de sus demandas, como las de que renuncien el presidente, el fiscal y el contralor generales y el defensor del Pueblo, fueron rechazadas por el oficialismo en las mesas de diálogo.
Mientras, nuevos impuestos y otras medidas de ajuste y endeudamiento, con las que el gobierno intenta cerrar una creciente brecha fiscal, son cuestionadas por la alianza opositora y por los empresarios, y las firmas calificadoras de riesgo financiero le bajan la calificación a Venezuela.
Para completar el clima adverso, la principal organización de bases del chavismo, los Círculos Bolivarianos, especie de comités populares para asuntos sociales, son acusados de poseer armas, y la prensa, radio y televisión ventilan profusamente rumores de aprestos para un nuevo golpe militar.
Gobierno y oposición consideran, por separado, opciones para salir de la crisis, pero las fórmulas avanzadas hasta ahora no son incluyentes sino que excluyen al adversario, por lo que vuelve a plantearse como posibilidad que un agente externo, como la OEA, opere para desatrancar el juego.
El consejo permanente de la OEA debatirá del 2 al 4 de junio en Bridgetown una docena de asuntos, entre los que se destacan reforzar la cooperación de sus miembros en la lucha antiterrorista y, nuevamente, la consideración del caso de Venezuela.
Caracas presentó un informe de 12 páginas sobre los acontecimientos de abril y la situación actual del país, para concluir que su gobierno espera, a la luz del proceso de diálogo que se adelanta, consolidar mayores consensos.
Para ello estaría inclinado a solicitar el apoyo específico el máximo organismo hemisférico, en el caso de que éste fuera necesario, para perfeccionar la institucionalidad democrática en Venezuela, según el documento, ya presentado por la misión de Caracas en la OEA.
Por su parte, Powell insistirá en la cita en la capital de Barbados en que Venezuela procure una salida con apoyo de la OEA a su crisis de gobernabilidad, según su portavoz Philip Reeker.
Continuaremos nuestros esfuerzos para lograr un diálogo total y auténtico en Venezuela. Nos gustaría verlo realizado y creemos que la OEA tiene una buena experiencia y que es un buen foro para ese logro, dijo Reeker.
En la acera contraria a Chávez, e incluso entre quienes tuvieron un comportamiento dudoso en la ruptura del hilo constitucional, numerosos observadores ubican a figuras del gobierno estadounidense, entre ellos al subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos, Otto Reich.
En el marco del remozamiento de su gabinete, Chávez apeló a un experimentado diplomático para hacerse cargo de las relaciones exteriores, luego de confiarlas durante tres años a figuras de la política interna.
Chaderton, en su juventud un activista católico, evocó este viernes que se inició en la diplomacia de la mano del fallecido ex canciller socialcristiano Arístides Calvani (1969-1974), y reivindicó el acento social de esa actividad.
El nuevo ministro fue vicecanciller durante la segunda presidencia de Rafael Caldera (1994-1999), director de Política Internacional de la cancillería y embajador, además de en Colombia, en Gran Bretaña, Noruega y Gabón. (FIN/IPS/jz/mj/ip/02