UNION EUROPEA: Fobia al Islam

El temor y los prejuicios étnicos y religiosos alimentaron una creciente hostilidad hacia los musulmanes en la Unión Europea (UE) tras los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, advirtió una agencia del bloque europeo.

Insultos y amenazas verbales o escritas y ataques físicos contra las personas identificadas como musulmanas o de origen árabe, así como actos vandálicos contra templos y centros culturales se incrementaron en toda la UE.

”Las comunidades islámicas y otros grupos vulnerables se han convertido en blanco de crecientes hostilidades”, sostiene el informe ”Islamofobia en la UE luego del 11 de septiembre de 2001”, divulgado el jueves por el Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia (EUMC), agencia oficial de la UE.

El documento reúne los resultados de estudios efectuados en los 15 estados miembros del bloque sobre actos de agresión contra musulmanes denunciados entre el 11 de septiembre y el 31 de diciembre del año pasado.

Los ataques contra Estados Unidos ”aparejaron un mayor sentimiento de temor en la UE, donde la ansiedad por el presunto peligro de potenciales terroristas internos y por ataques de represalia en Europa se incorporó a prejuicios existentes e identificables en numerosas manifestaciones de xenofobia étnica”, afirma el documento.

Dinamarca, Gran Bretaña, Holanda y Suecia registraron más ataques contra musulmanes, pero estos países son los que poseen los sistemas de registro más eficientes, advirtió la directora del EUMC, Beate Winkler.

El organismo está elaborando un sistema común de indicadores, que permitan comparaciones más precisas, explicó.

Es sorprendente que el ”factor miedo” haya adquirido tanta importancia en el periodo inmediatamente posterior a los ataques terroristas contra Nueva York y Washington, agregó.

Sin embargo, ”las señales de alerta ya existían antes”, advirtió el presidente del EUMC, Bob Purkiss.

”El 11 de septiembre actuó como un mero detonador de sentimientos que no fueron enfrentados en forma adecuada”, sostuvo.

Muchos grupos de extrema derecha y neonazis han capitalizado este temor, según el informe.

Estos sectores combinaron ”una amplia campaña de información sobre el peligro aparente corporizado en los musulmanes y aquellos prejuicios ya existentes, para establecer nuevas plataformas desde las cuales hacer oír sus voces”, afirma el documento.

Las señales visibles de los ciudadanos islámicos, como la vestimenta o los velos que usan muchas mujeres musulmanes, actuaron como disparadores de las agresiones.

”Los musulmanes, especialmente las mujeres, los refugiados y otros, incluyendo aquellos que 'parecen' musulmanes o de origen árabe fueron blanco de ataques. Mezquitas y centros culturales islámicos también fueron dañados por actos violentos”, afirma el texto.

Aunque la mayoría de los actos hostiles no supusieron violencia física, se produjeron golpizas, intentos de linchamiento, incendios y daños a edificios.

Por ejemplo, la comunidad islámica de la occidental ciudad de Hessen, Alemania, recibió diariamente cartas y llamadas telefónicas de odio, especialmente contra las mujeres fácilmente identificables por su vestimente.

Organizaciones no gubernamentales de España aseguraron que hallaron pocos actos violentos. Los informes españoles incluyen mensajes racistas escritos en templos y comercios islámicos e incidentes entre niños de origen marroquí y adolescentes ibéricos en algunas escuelas.

En Dinamarca, en un mismo día —el 14 de septiembre— una mujer intentó incendiar la vivienda de un vecino turco, el clérigo islámico Abdul Wahid Pedersen fue amenazado de muerte y un joven fue capturado frente a una mezquita cuando se aprestaba a arrojar una bomba Molotov.

Una de las sorpresas del informe es que la ”fobia al Islam se ha incrementado en zonas donde no viven muchos musulmanes. Es claro que la gente está buscando chivos expiatorios”, dijo Winkler.

El EUMC instó a profundizar un ”diálogo intercultural significativo” así como ”iniciativas prácticas para reunir a las comunidades y afrontar los prejuicios, el descontento y la marginación”.

El diálogo debe incluir a todos los grupos étnicos y religiosos: musulmanes, judíos, asiáticos y europeos descontentos.

”Pueden extraerse lecciones valiosas de este informe, y esperamos que pueda ser utiliza en forma activa por las instituciones de la UE, gobiernos, líderes religiosos, organizaciones independientes y medios de prensa”, sostuvo Winkler.

”La política de no hacer nada es tan mala como la política racista. Es imperativo que Europa ponga su casa en orden si quiere ser tomada en serio”, apuntó Purkiss.

El estudio incluye la observación de las actitudes y mensajes oficiales, de los partidos políticos y de la prensa.

El informe también deja lugar a las buenas noticias. Los intentos de apaciguar el temor irracional condujo en algunas ocasiones a un renovado interés por conocer el Islam y a iniciativas interreligiosas prácticas.

Los directivos del EUMC anunciaron para el mes próximo la publicación de un informe similar sobre una ola de ataques contra los judíos, a consecuencia de la violencia que adquirió el conflicto entre israelíes y palestinos en los últimos dos meses.

”Acontecimientos internacionales como los del 11 de septiembre y la actual crisis en Medio Oriente tienen efectos desestabilizadores en el tejido social y político de la sociedad europea”, concluye el documento. (FIN/IPS/tra- eng/gh/ss/dcl/hd/ip/02

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