La cantidad de mujeres serbias que reciben tratamiento médico por alcoholismo se duplicó desde los años 80, y equivale ahora a la de los hombres atendidos por la misma causa.
El aumento del alcoholismo femenino en los años 90 fue dramático, dijo a IPS el médico Petar Nastasic, del Instituto de Salud Mental de Belgrado.
En los años 80, en este centro recibía tratamiento una mujer por cada dos hombres y en la actualidad no hay diferencia de género, señaló Nastasic.
Eso contribuyó en forma significativa al incremento del número total de alcohólicos registrados como tales, que son en la actualidad 300.000, en una población de 7,4 millones, según un nuevo estudio de la Asociación Yugoslava para la Prevención del Alcoholismo y la Drogadicción (JSPAN, por sus siglas en serbio).
Especialistas en salud piensan que las personas alcohólicas que no piden ayuda médica son muchas más que las registradas.
El médico Dragoslav Nikolic, director de la JSPAN, calcula que de 10 a 15 por ciento de los varones adultos son alcohólicos, y encuestas realizadas en los últimos años sugieren una incidencia similar entre las mujeres. También se registra aumento del alcoholismo entre los jóvenes.
En la encuesta de la JSPAN, 54,7 de los menores de 18 años consultados admitieron que consumen bebidas alcohólicas cada vez que salen de sus hogares a divertirse, y 26,4 por ciento de los entrevistados en el mismo tramo de edades dijeron que lo hacen en algunas ocasiones.
Entre los consultados menores de 18 años, 6,5 por ciento tenían todas las características típicas de los alcohólicos, y sólo 12,4 por ciento dijeron ser abstemios.
La verdadera cantidad de quienes sufren debido al alcholismo es por lo menos cuatro veces el número de personas alcohólicas, porque éstas afectan las vidas de todos los integrantes de sus familias, sostuvo Nikolic.
La gente dice que el alcoholismo es un vicio, pero los expertos sabemos que es una grave enfermedad, la de mayor incidencia en la población del país, aseguró.
Las personas consumen bebidas alcohólicas en restaurantes y fiestas, pero también mientras trabajan, e incluso en funerales. Cualquier cosa puede ser una excusa. Es frecuente que la gente no se dé cuenta de que cruza la delgada frontera entre el consumo ocasional y la dependencia, añadió.
En los años 90, bajo el régimen de Slobodan Milosevic, Yugoslavia libró cuatro guerras y fue afectada por dos periodos de sanciones económicas internacionales. Esos hechos contribuyeron mucho a que el país se empobreciera, tras ser uno de los más prósperos de Europa.
La critica situación en esa década fue terreno fértil para el alcoholismo, según la especialista Jasmina Veselinovic, del Centro de Terapia Familiar de Belgrado.
Los hombres afrontaron excesivos desafíos, que era casi imposible superar. Sufrieron despidos masivos de fábricas y oficinas, sin que disminuyera la expectativa social de fueran proveedores de sus familias. Como no podían serlo, muchos perdieron la autoestima y se volvieron alcohólicos, alegó.
Ese proceso agravó la situación de las familias, porque los alcohólicos gastaron recursos escasos para emborracharse.
Muchas mujeres se volvieron alcohólicas, y otras sufrieron consecuencias del alcoholismo de integrantes de sus familias.
Las cargas de la lucha diaria por sobrevivir en aquellas horribles circunstancias se hicieron demasiado pesadas para muchas personas, afirmó Nastasic.
En la actualidad, las autoridades no asignan prioridad a la cuestión de los alcohólicos.
Nastasic afirmó que ningún Estado muestra real voluntad de combatir el alcoholismo, porque los altos impuestos a las bebidas alcohólicas significan grandes ingresos fiscales, y la presión de la industria del alcohol es mucho más fuerte que la de los expertos en salud. (FIN/IPS/tra-eng/vz/ss/mp/he/02