Marruecos acusó a Rusia de bloquear en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) un nuevo plan de autonomía para Sahara Occidental que le habría otorgado soberanía sobre ese territorio.
La aprobación de la propuesta impulsada por Estados Unidos fracasó principalmente debido a la actitud de Rusia, que bloqueó las discusiones bajo presión de Argelia, aseguró el embajador de Marruecos ante la ONU, Mohamed Bennouna.
El Consejo votó el martes la extensión por tres meses del mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referendo en Sahara Occidental (Minurso), establecida en 1988 para supervisar un referendo de autodeterminación que nunca se realizó.
La prórroga se aprobó para que el Consejo pueda discutir con más detenimiento el plan presentado la semana pasada por James Baker, ex secretario de Estado (canciller) de Estados Unidos y actual representante para Sahara Occidental del secretario general de la ONU, Kofi Annan.
Baker propuso que Sahara Occidental se transforme en una parte de Marruecos con sustancial autonomía, y su iniciativa es aceptada por Rabat pero rechazada por el Frente Popular para la Liberación del Sagiat Al-Hamra y Río de Oro, o Frente Polisario por su acrónimo, que lucha por la independencia de la región.
Sahara Occidental es un área desértica rica en minerales y con una de las mayores reservas pesqueras del mundo, ubicada sobre el océano Atlántico y rodeada por Marruecos, Argelia y Mauritania. España ejerció dominio colonial sobre ella hasta 1975, y tras la retirada española fue invadida por Marruecos y Mauritania.
El Frente Polisario, creado para luchar contra Madrid, derrotó a las fuerzas de Mauritania en 1979, y su guerra contra Marruecos se prolongó hasta 1991, cuando la ONU logró un acuerdo de cese del fuego.
La Minurso fue creada para supervisar ese cese del fuego y la realización de un referendo para que los saharauis decidan entre la independencia y la integración de su territorio al de Marruecos, que no se ha llevado a cabo por reiteradas discrepancias entre Rabat y el Polisario sobre quiénes estarían habilitados para votar.
Marruecos sostiene que Argelia brinda al Polisario apoyo político y militar, y que presionó a Rusia para evitar que Sahara Occidental quede bajo control de Rabat.
Eso se debe a que los independentistas operan desde bases cercanas a la frontera entre Sahara Occidental, Argelia y Marruecos, y a la extendida presunción de que el gobierno argelino procura que el desenlace del conflicto le brinde una salida al Océano Atlántico.
Argel y el Polisario se oponen a cualquier propuesta de solución que excluya la realización del referendo de autodeterminación.
Argelia rechaza en forma categórica la opción planteada por Estados Unidos, y en esencia la idea de otorgar sólo autonomía a los habitantes de Sahara Occidental, enfatizó el embajador argelino ante la ONU, Abdallah Baali.
Esa opción va contra la autodeterminación de los saharauis, e implica aceptar el hecho consumado de la dominación marroquí del territorio, agregó.
Moscú presentó al Consejo un proyecto propio sobre la cuestión, en el cual propuso que Baker actualice planes para la división de la región en una parte marroquí y otra independiente.
El rey de Marruecos, Mohammed VI, rechaza la partición del Sahara, sugerida en febrero por Annan en un informe al Consejo de Seguridad.
Annan planteó en ese documento cuatro opciones: reanudar los intentos de realizar el referendo, revisar la propuesta de autonomía, considerar la partición del territorio, o retirarse de la mediación.
El plan de Baker, apoyado por Francia y Gran Bretaña, prevé que los saharauis elijan poderes Ejecutivo y Legislativo propios, con potestades presupuestarias y en cuestiones de seguridad interna, educación, comercio, minería, pesca y obras de infraestructura.
La defensa, las relaciones exteriores y la política monetaria de Sahara Occidental estarían a cargo de Rabat.
Baker amenazó con renunciar a su misión mediadora si el Consejo no aprobaba ese proyecto, y no está claro si aceptará la situación creada por la decisión del martes.
Estados Unidos ve a Marruecos como un aliado esencial en Africa del Norte, y como un escudo para la tendencia ascendente del islamismo en la vecina Argelia. Estar del lado de Marruecos significa no defraudar sus reclamos territoriales sobre el Sahara, dijo a IPS una fuente cercana a Rabat.
La postura de Estados Unidos es una recompensa a Marruecos por su incondicional apoyo a la guerra contra el terrorismo lanzada por Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, escribió en el semanario marroquí Al- Ousboua el analista Ahmed Hassan.
Bennouna aseguró que la iniciativa de Baker también fue apoyada en el Consejo por Bulgaria, Guinea, Benin y Camerún.
Postergar la decisión sobre el asunto fue un triunfo de la sabiduría sobre el apresuramiento que deseaban imponer Marruecos y tres miembros permanentes del Consejo con derecho a veto, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, afirmó el portavoz del Frente Polisario en Nueva York, Ahmed Boukhari.
La votación del martes mostró que el plan de autonomía (presentado por Baker) no es respaldado por la mayoría de los Estados miembros del Consejo, señaló.
Los intentos de imponer la opción de autonomía bajo control de Marruecos son un evidente acto autoritario. El pueblo saharaui nunca se someterá a esa ilegal e injusta opción, que nos niega el derecho a decidir en libertad nuestro destino, sostuvo el Polisario en un comunicado de prensa.
Tras la decisión del Consejo, Rabat declaró su disposición a negociar una solución con los separatistas.
El conflicto del Sahara es entre Marruecos y Argelia. El Polisario es sólo una entidad sin poder al servicio de Argel, pero aun así estamos dispuestos a negociar un acuerdo para poner fin a esta cuestión, que es un pesado lastre para la integración de (la septentrional región africana del) Magreb, dijo Bennouna. (FIN/IPS/tra-eng/na/sm/mlm-mp/ip/02