El premio Por un Mundo sin Tabaco, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) entregará a la FIFA, es un bálsamo para la dividida autoridad del fútbol mundial y para su presidente, Joseph Blatter, acusado por sus adversarios de irregularidades.
La distinción anual discernida por la OMS recompensa este año a la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado) por su decisión de eliminar el tabaco de la Copa del Mundo 2002, que se disputará en Corea del Sur y en Japón del 31 de este mes al 30 de junio.
La OMS entregará el premio en Seúl el 28 de este mes, durante el congreso de la FIFA, que promete discusiones de alto voltaje debido a la división existente entre los dirigentes del deporte más popular del mundo.
Cinco vicepresidentes y otros seis miembros del comité ejecutivo de la FIFA respaldan una denuncia penal contra Blatter presentada ante la justicia de Suiza.
El origen de la acción legal es una acusación contra Blatter por corrupción, fraude, nepotismo, abuso de funciones y mala administración financiera de la FIFA, que está radicada en la ciudad suiza de Zurich.
La presentación de los 11 dirigentes, de un total de 24 integrantes del comité ejecutivo, se fundamenta en la denuncia por los mismos cargos redactada por el secretario general de la FIFA, Michel Zen-Ruffinen, suizo como Blatter y hasta hace poco su hombre de confianza.
Una de las acusaciones de Zen-Ruffinen sostiene que la quiebra de la empresa ISL/ISMM, responsable de los acuerdos entre la FIFA y los patrocinadores comerciales televisivos de sus certámenes, había causado a la institución pérdidas muy superiores a los 32 millones de dólares reconocidos por Blatter.
El presidente de la FIFA, que a su vez ha enjuiciado por difamación a su secretario, niega que Zen-Ruffinen se encuentre en condiciones de evaluar en forma correcta la situación financiera de la institución.
Un informe de Blatter, destinado a los delegados de las 204 asociaciones participantes del congreso de Seul, asegura que la FIFA obtendrá unos 900 millones de dólares por la televisación de torneos, equivalentes a 70 por ciento del total de recursos de la institución, a pesar de la quiebra de ISL/ISMM.
Una suma ligeramente superior, unos 950 millones, debe destinar la FIFA como contribución a los 32 equipos de las asociaciones nacionales participantes en etapa final de la Copa del Mundo, que será prorrateada de acuerdo a su posición en el torneo.
La dimensión de los fondos aportados por la televisación, que en la Copa Mundial de 1982, disputada en España, apenas llegaba a 25 millones de dólares, ha convertido a la FIFA en una presa ambicionada por los dirigentes de las federaciones nacionales.
Blatter llegó al poder después de secundar durante largos años, como secretario general, al brasileño JoFo Havelange (1974-1998), que gobernó con mano dura la FIFA, respaldado principalmente por los éxitos del equipo de su país en ese deporte.
Pero ahora la reelección se ha convertido en un problema para Blatter, debilitado por la férrea oposición de su principal enemigo, el presidente de la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol, Lennart Johansson, de Suecia, que promueve la candidatura del presidente de la Federación Africana de Fútbol, Issa Hayatou, de Camerún.
La disputa se dirimirá el 29 de mayo, en Seúl, cuando el congreso de la FIFA elija entre Blatter y Hayatou, después de debatir el día anterior sobre las cuentas de la institución y las graves acusaciones intercambiadas entre sus dirigentes.
Uno de los vicepresidentes de la FIFA opositores a Blatter, el surcoreano Chung Mong-joon, admitió este jueves en Seúl que la institución atraviesa la mayor crisis de su historia. Chung encabeza el comité organizador de la Copa del Mundo en Corea del Sur.
En ese clima, la premiación de la OMS representará un alivio pasajero para la FIFA. La organización internacional entrega todos los años el premio a personalidades e instituciones que sobresalen en la lucha contra el tabaco.
La OMS recordó que en el pasado entregó la misma distinción al rey Phumiphon Adunyadet de Tailandia, a la ex ministra de Salud y actual canciller de Sudáfrica, Nkozasana Dhlamini Zuma, al ex fiscal general del estado de Minnesota, en Estados Unidos, Hubert Humphrey III.
Un acuerdo firmado entre la FIFA y la OMS estableció que en los lugares donde se desarrollen las competencias de la Copa del Mundo 2002 no habrá promoción ni publicidad de tabaco y estará prohibida la venta de todos sus productos derivados.
Las zonas reservadas a los fumadores serán reducidas y habilitadas en lugares distantes para evitar el tabaquismo pasivo, precisó la OMS.
El deporte y el tabaco nunca han formado una buena pareja, comentó Gro Harlem Brudntland, directora general de la agencia especializada.
La decisión de la FIFA de apoyar la lucha contra el tabaquismo representa una etapa importante en la consecución del objetivo de la OMS, pues el tabaco ya ha desaparecido de la mayor manifestación deportiva del mundo, agregó Bruntland.
La OMS promueve la aprobación por sus 199 estados miembros, de un convenio marco sobre control del tabaco, que se discute desde octubre de 2000, con el propósito de eliminar la publicidad del producto y poner trabas a su consumo.
El tabaco fue la causa de la muerte de 4.023.000 personas en todo el mundo en 1998, calculó la OMS.
El consumo declina en muchos países industrializados pero aumenta de manera muy rápida en naciones en desarrollo, lo que provoca un incremento dramático en las enfermedades derivadas, dijo la OMS.
En 2020, el tabaquismo será el principal problema sanitario en el mundo y ocasionará unos 8,4 millones de muertes anuales. (FIN/IPS/pc/mj/he cr/02
