La Organización Mundial del Comercio (OMC) debate las subvenciones otorgadas al sector de la pesca, principalmente por países industrializados, que distorsionan los mercados y amenazan con la extinción de especies.
Entre 14.000 y 20.500 millones de dólares se destinan cada año en todo el mundo a proteger con subvenciones a empresas ineficientes dedicadas a la pesca. La cifra equivale a entre 20 y 25 por ciento de los ingresos del sector.
Las subvenciones crean exceso de capacidad entre los productores subsidiados, que, por consiguiente, practican la sobrepesca y limitan el acceso de otros pescadores que carecen de ese apoyo estatal.
Un grupo de ocho países, encabezados por Australia, pidieron esta semana a la OMC que mejore sus normas para impedir los efectos perjudiciales de la subvención a la pesca.
El grupo de países, denominado Amigos de la Pesca, está integrado también por Chile, Ecuador, Estados Unidos, Filipinas, Islandia, Nueva Zelanda y Perú. Otros cinco —Barbados, Malasia, México, Noruega y Tailandia— manifestaron su apoyo a la propuesta de los Amigos.
En cambio, Japón y Corea del Sur opinaron que el problema de las subvenciones ha sido sobredimensionado y reclamaron que se debata en otros foros internacionales ajenos a la OMC.
La Unión Europea (UE), donde conviven algunos de los principales subvencionadores con otros países opuestos a esas prácticas proteccionistas, optó por enfocar la cuestión desde el ángulo del manejo del recurso pesquero.
Aunque la OMC las excluye rigurosamente, también tienen participación en el debate organizaciones no gubernamentales ambientalistas como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), radicada en la ciudad suiza de Gland, y Greenpeace Internacional, en Amsterdam.
La directora del programa de comercio sustentable de la WWF, Claudia Saladin, precisó que la mejora de las normas de la OMC requiere que los gobiernos eliminen las subvenciones perjudiciales que contribuyen a exportar exceso de capacidad y sobrepesca.
A su vez, Greenpeace es uno de los grupos conservacionistas que reclama una discusión sobre la verdadera esencia de la actividad pesquera.
La institución comparte la interpretación de algunos juristas que atribuyen a los gobiernos el otorgamiento de subvenciones cuando permiten a empresas privadas apropiarse de un recurso del dominio público, con escaso o ningún costo para el productor.
El debate en la OMC discurre por otros carriles, orientados básicamente a determinar la influencia que tiene sobre la pesca las subvenciones como instrumento de política económica.
Entre las diferentes negociaciones aprobadas por la conferencia ministerial de la OMC celebrada en noviembre en Doha, una de ellas debe encaminarse a aclarar y mejorar las disciplinas del sistema multilateral de comercio en relación con las subvenciones a la pesca.
El grupo de Amigos de la Pesca recordó que el mandato otorgado por los 144 miembros de la OMC refleja sus peocupaciones respecto de los efectos potencialmente perjudiciales para el comercio, el desarrollo y el ambiente de las subvenciones a la pesca.
Los inquietudes de los ministros expresadas en Doha se extienden en particular a los países en desarrollo, que resultarían beneficiados por la adopción de disciplinas más rigurosas en esa materia por la OMC, dijo el grupo.
En la sesión de esta semana del grupo de negociaciones sobre normas, que se ocupa entre otros asuntos de las subvenciones a la pesca, la representación de Islandia, que no pertenece a la categoría de los países en desarrollo, formuló el problema como una cuestión de supervivencia.
La mitad del ingreso anual de divisas extranjeras a Islandia proceden del negocio de la pesca.
Ecuador y Perú manifestaron que las subvenciones tienen graves consecuencias para los países en desarrollo con gran dependencia de la exportación de pescado.
El grupo de Amigos de la Pesca anunció que presentará propuestas específicas en las próximas negociaciones sobre normas.
WWF subrayó que una mejora en las disciplinas de la OMC sobre subsidios a la pesca debe tener en cuenta la importancia que este asunto tiene para los países en desarrollo.
La organización ambientalistas solicitó también la aplicación en la OMC del tratamiento especial y diferenciado en beneficio de los países en desarrollo.
Algunos tipos de subsidios pueden desempeñar un papel importante en la transición hacia factorías sostenibles y hacia prácticas de pesca responsables, observó Saladin. (FIN/IPS/pc/mj/if dv en/02