INDIA-PAKISTAN: EEUU se esfuerza por reducir tensión

La subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Christina Rocca, llegó este martes a la capital india, en un esfuerzo diplomático por calmar la creciente tensión entre los rivales nucleares India y Pakistán.

Rocca, quien viajará luego a Pakistán, está preocupada por el despliegue desde diciembre de más de un millón de soldados indios sobre la frontera con aquel país, aliado de Washington en Asia meridional y central durante la guerra fría y ahora en la ”guerra contra el terrorismo”.

Nueva Delhi acusó a los servicios de inteligencia de Pakistán (Inter Services Intelligence, ISI) de haber planeado el atentado suicida del 13 de diciembre contra el parlamento indio, que dejó 14 muertos.

India respondió acumulando tropas y armas sobre su frontera noroccidental y en especial sobre la Línea de Control, que divide la región de Cachemira entre ambos países.

La parte de Cachemira controlada por India constituye el único estado indio de mayoría musulmana y ya fue causa de tres guerras con Pakistán. Militantes islámicos luchan por la separación de esa estado desde 1983.

Horas antes de la reunión de Rocca con autoridades indias, entre ellas el canciller Jaswant Singh, un ataque contra una base del ejército indio en Cachemira dejó 30 muertos y unos 40 heridos.

El ataque se produjo en el campamento de Kaluchak, 10 kilómetros al sur de Jammu, la capital cachemira de invierno, cuando tres hombres que viajaban en autobús comenzaron a disparar contra los efectivos y sus familias antes de ser abatidos.

Ninguna organización se atribuyó la responsabilidad del atentado, pero Nueva Delhi ya afirmó que se trata de grupos extremistas paquistaníes.

”En nombre de mi gobierno, quisiera condenar este ataque en forma inequívoca. Este es precisamente el tipo de barbarismo que la guerra antiterrorista va a detener”, declaró Rocca.

Desde diciembre, Nueva Delhi amenaza con una acción militar en caso de que Islamabad no controle la infiltración de grupos extremistas islámicos desde Pakistán. Además, Nueva Delhi reclama la extradición de 20 supuestos terroristas y delincuentes que, asegura, están protegidos en Pakistán.

Pero Islamabad no sólo se niega a cumplir esas demandas, sino que el presidente pakistaní, general Pervez Musharraf, amenazó con recurrir a su arsenal nuclear en caso de un ataque indio.

Según funcionarios y analistas indios, Musharraf tampoco se ha esforzado por detener la infiltración de hombres armados a través de la Línea de Control para ayudar al movimiento separatista cachemiro.

”La tensión transfronteriza y la infiltración experimentaron un aumento significativo en los últimos tiempos”, destacó Ashok Mehta, general retirado del ejército indio y comentarista de asuntos militares.

Antes de la visita de Rocca, el embajador de Estados Unidos en Nueva Delhi le aconsejó paciencia con el radical ministro del Interior de India, Lal Krishna Advani.

Advani declaró públicamente que esperaba una mayor presión de Washington sobre Pakistán para que entregue a los hombres requeridos por terrorismo y, más importante, detenga las infiltraciones a través de la Línea de Control.

Como para demostrar que hablan en serio, las unidades del ejército y la fuerza aérea desplegadas a lo largo de la frontera realizan desde principios de este mes lo que describieron como ejercicios militares ”de rutina”.

”Los ejercicios continuarán hasta mediados de mayo y serán una oportunidad para probar algunas de las unidades desplegadas sobre la frontera desde diciembre”, declaró un funcionario.

Desde el sábado, India y Estados Unidos realizan ejercicios conjuntos cerca de la histórica ciudad de Agra, 200 kilómetros al sureste de Nueva Delhi, pero no tienen nada que ver con los ejercicios sobre la frontera, destacó el funcionario.

Las pruebas conjuntas no están dirigidos directamente contra el terrorismo transfronterizo, explicó V.R. Raghavan, ex director general de operaciones militares en el ejército indio.

Sin embargo, los ejercicios en Agra demuestran la profundización de la cooperación militar entre Estados Unidos e India y su percepción común de la amenaza del terrorismo, destacó.

Las pruebas comenzaron tras la firma de un acuerdo bilateral sobre la cooperación entre las marinas de ambos países para asegurar rutas comerciales marítimas entre el canal de Suez y el estrecho de Malaca. En marzo ya se habían realizado ejercicios de entrenamiento conjuntos.

Los dos países planean también realizar pruebas conjuntas en Alaska y ejercicios navales con submarinos, portaaviones y aviones de reconocimiento marítimo en el futuro cercano, anunció un funcionario de Defensa indio.

El mes pasado, India compró a Estados Unidos ocho radares de gran alcance para detección de artillería.

La compra marcó un alejamiento de los días en que Nueva Delhi dependía casi exclusivamente de los equipos militares rusos, consecuencia de la alineación de la guerra fría.

Pero desde que el derechista Bharatiya Janata Party llegó al poder en 1998, Nueva Delhi adoptó una política de alineación con Washington.

Esa política sufrió un revés cuando Washington promovió sanciones internacionales a India y Pakistán por las pruebas nucleares que realizaron en mayo de 1998.

Las sanciones fueron levantadas luego de los atentados del 11 de septiembre en Washington y Nueva York.

Ahora que la fase afgana de la ”guerra contra el terrorismo” está superada, Estados Unidos comenzó a analizar otros objetivos en la región, incluso Pakistán, donde se cree que hay miembros de la red terrorista Al Qaeda refugiados.

India teme que ese tipo de agrupaciones terroristas pueda surgir en Cachemira. (FIN/IPS/tra-en/rdr/js/mlm/ip/02

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