DESARROLLO: Los ricos no ayudan

Las naciones ricas no cumplieron en 2001 compromisos asumidos para reducir la pobreza en el mundo, según un nuevo informe de Comisión de Asistencia al Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

La asistencia bilateral al desarrollo de los 29 Estados miembros de la OCDE, que reúne a los países más industrializados, disminuyó 2.300 millones de dólares el año pasado en relación con 2000, de 53.700 a 51.400 millones, según ese estudio, que se dio a conocer en París el jueves.

Sólo cinco integrantes de la organización, Holanda, Dinamarca, Luxemburgo, Noruega y Suecia, cumplieron el objetivo de brindar asistencia al desarrollo equivalente a por lo menos 0,7 por ciento de su ingreso nacional bruto (INB), fijado por la Organización de las Naciones Unidas hace 30 años.

El INB es el producto interno bruto de un país ajustado en función de variaciones de los términos de intercambio, o sea de la capacidad de importar con los ingresos obtenidos por exportaciones.

Todos los demás países de la OCDE estuvieron muy lejos de la meta definida por el foro mundial, que se ratificó en la Cumbre de la Tierra realizada en 1992 en Río de Janeiro, y en la Cumbre del Milenio que se llevó a cabo en Nueva York en 2000.

La asistencia directa al desarrollo brindada por Estados Unidos en 2001 fue equivalente a 0,11 por ciento de su INB, la de Japón 0,23 por ciento, la de Alemania 0,27 por ciento, y la de Francia 0,34 por ciento.

La reunión ministerial de la OCDE realizada el miércoles y el jueves en la capital francesa no logró acordar regulaciones de las agencias de financiación de exportaciones de los Estados miembros, que subsidian incluso la venta de armas en muchos casos, sobre todo en Europa.

La ausencia de esos acuerdos y la disminución de la asistencia al desarrollo fueron dos duros golpes a los países pobres, y constituyen ”un gran escándalo” según el activista Aaron Goldzimmer, de la organización no gubernamental (ONG) estadounidense Defensa Ambiental.

”Por un lado, países de la OCDE como Estados Unidos, Alemania o Francia subsidian sus exportaciones con dinero de sus contribuyentes, mediante agencias de financiación, a menudo en perjuicio de la competitividad de las naciones más pobres del Sur en desarrollo”, señaló.

”Por otro lado, los integrantes de la OCDE reducen su asistencia directa al desarrollo, una de las formas de ayudar a los países del Sur a encontrar un camino sustentable de progreso”, añadió.

Los subsidios de países industrializados disminuyen de modo significativo los costos de producción de grandes compañías y equivalen a cerca de 10 por ciento del comercio mundial.

En 2000, las agencias de financiación de exportaciones del muno industrializado brindaron subsidios por valor de unos 64.000 millones de dólares, una suma mucho mayor que los 53.700 millones de dólares que destinaron ese año a asistencia al desarrollo.

Los miembros europeos de la OCDE aplicarán normas regulatorias de su financiación subsidiada de exportaciones, vinculadas con ”criterios flexibles de previsión de impacto ambiental y social”, que no serán aplicadas por Estados Unidos, sostuvo Ken Deyhon, alto funcionario de la organización.

Washington no empleará tales criterios ”porque eso significaría rebajar sus actuales exigencias en la materia, y es por eso que no se puede hablar de un consenso de la OCDE sobre el asunto”, arguyó.

Sin embargo, activistas enfatizan que las normas a las cuales se refirió Deyhon no son obligatorias, y por lo tanto consisten sólo en inútil retórica.

La revisión del funcionamiento de las agencias de financiación de exportaciones es bloqueada por gobiernos europeos, y en especial por los de Alemania y Francia, afirmó Antonio Tricarico, de Reformar el Banco Mundial, una coalición de 45 ONG italianas.

El Grupo de los Ocho (G-8), que reúne a los países más poderosos, decidió en 1998 que era necesario establecer en 2001 normas obligatorias para regular la actividad de esas agencias, pero el plazo se cumplió hace meses sin que el compromiso se implementara, señaló.

Integran el G-8 Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia.

De todos modos, los ministros de la OCDE reiteraron promesas de apoyar la reducción de la pobreza y el desarrollo sustentable, ”urgentes prioridades de la comunidad internacional” según el comunicado final divulgado el jueves.

El papel de la organización en el establecimiento de una ”agenda compatida de desarrollo” implica ”mejorar la eficacia de la asistencia y asegurar que la misma tenga un volumen adecuado”, opinó el primer ministro de Bélgica, Guy Verhofstadt, quien presidió la reunión ministerial.

También exige ”fortalecer la coherencia entre las políticas de desarrollo y el buen gobierno de los países destinatarios”, aseveró.

”Los países de la OCDE reafirman con fuerza su compromiso con las políticas que conducen al desarrollo, al crecimiento económico y a la reducción de la pobreza”, con miras a la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable que prevé realizar en Johannesburgo del 26 de agosto al 4 de septiembre, aseguró.

Verhofstadt no hizo comentarios sobre la disminución de la asistencia al desarrollo. (FIN/IPS/tra-eng/jg/ss/mp/dv/02

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