El PNUD presentó hoy en esta capital su informe sobre Desarrollo Humano en Chile 2002, que es el primero elaborado por esa agencia que incorpora la dimensión cultural como elemento esencial de la vida cotidiana de un país.
Thierry Lemaresquier, representante residente del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), hizo entrega oficial del informe de 356 páginas al presidente de Chile, Ricardo Lagos, en una ceremonia especial en que participó también el ex primer ministro francés Michel Rocard.
Nosotros los chilenos: Un desafío cultural, título oficial del informe, es el resultado de un trabajo de dos años, basado en una encuesta que se aplicó a 3.600 personas, en 40 entrevistas en profundidad, 34 grupos focales (focus groups) y nueve monografías elaboradas por expertos en las diversas dimensiones culturales.
Fue una tarea difícil y pionera, porque entre los 135 países que preparan informes nacionales de Desarrollo Humano este es el primero dedicado a la cultura, señaló Lemaresquier.
El documento apunta entre sus conclusiones que en Chile se produjeron en los últimos años profundas mutaciones culturales, comunes a todo el planeta, vinculadas al proceso de globalización, con un mayor individualismo de las personas, el despliegue mediático y el predominio del mercado en las relaciones sociales.
Se registra un debilitamiento del sentido de lo nacional, al tiempo que se profundiza la crisis de la familia como institución y cede crecientemente la identificación con la política aunque, al menos en el caso de Chile, hay un importante grado de interés por los asuntos públicos.
Este no es un informe que pueda ser leído como un estudio de coyuntura. No es un diagnóstico sobre los quehaceres de la política de este o de otros gobiernos. Los difíciles estudios sobre la cultura deben ser desprendidos de cualquier uso político coyuntural, subrayó el representante del PNUD.
El informe se fundamenta en una acepción amplia de cultura que implica el conjunto de las expresiones mediante las cuales la sociedad moldea y reflexiona su convivencia, dijo el funcionario internacional.
El viceministro de la Presidencia, Gonzalo Martner, señaló que este informe se inscribe dentro de la dimensión estratégica con que el gobierno de Lagos aspira a levantar un proyecto de país en la perspectiva del bicentenario del nacimiento de Chile como república, que se conmemorará en 2010.
Lagos, cuyo sexenio como gobernante se completará en 2006, plantea una propuesta basada en los asuntos políticos y sociales, en la cual la cultura tiene un papel determinante, según indicó Martner.
En ese sentido, dijo el viceministro, la cultura adquiere un papel integrador, que se traduce tanto en la perspectiva estratégica como en numerosas acciones específicas, entre las cuales destacó el nuevo trato hacia los pueblos indígenas y las llamadas reformas digitales.
Estas últimas aluden a los esfuerzos por incorporar masivamente al país en la llamada sociedad de la información, con medidas específicas para aumentar los índices de conectividad a Internet y desarrollar su uso en las escuelas y en las actividades económicas.
De acuerdo con la encuesta del PNUD, 27 por ciento de los chilenos piensan que la política no sirve para nada y 17 por ciento que hay que participar en los asuntos de la comunidad, pero sin meterse en política.
Me siento responsable por el rumbo que tome el país, pero desconfío de los partidos políticos, dijo otro 16 por ciento, mientras 15 por ciento sostuvo que es necesario interesarse por la política para cambiar la marcha del país.
Apenas 13 por ciento está de acuerdo en que votar es la manera de interesarse en política, en tanto siete por ciento dijo que la política me interesa si me ayuda a resolver mis problemas. Cinco por ciento de los encuestados no se pronunciaron en este tema.
El informe indagó igualmente el manejo de las herramientas de modernización entre los chilenos, entendiendo como tales el dominio del inglés, la utilización del computador e Internet y el uso del teléfono celular.
En el estrato etario de 18 a 24 años, 56 por ciento maneja estas herramientas modernizadoras, y también lo hacen 48 por ciento de los encuestados entre 25 y 34 años, lo que marca un curso descendente, que llega a sólo 18 por ciento de los mayores de 55 años.
La familia se hace cada vez más importante en Chile para la realización de las personas, pero al mismo tiempo se ve sobrecargada por nuevas exigencias. Junto a ello, las imágenes tradicionales respecto de la familia se vuelven problemáticas, consignó el informe.
La familia y los hijos son lo más importante para definir a una persona, según 69 por ciento de los encuestados, mientras siete por ciento estiman que son los valores, cinco por ciento el trabajo o la profesión y cuatro por ciento la personalidad.
En contraste con lo anterior, 31 por ciento de los chilenos consideran que la familia es una institución en crisis y 28 por ciento que es una fuente de tensiones y problemas. Para 24 por ciento, al contrario, es un refugio ante los problemas y 15 por ciento consideran a la familia un lugar de amor.
El informe contiene otra extensa serie de variables vinculadas a la cultura como práctica cotidiana que ayudan a caracterizar a los chilenos. En total, los datos se organizaron en una matriz de 53 indicadores nacionales y 159 indicadores desagregados en las 13 regiones de Chile.
Rocard, actual diputado del Parlamento Europeo, cerró la ceremonia de presentación del informe con una breva charla acerca de Cultura y Política: el debate sobre la diversidad cultural.
El ex primer ministro socialista francés advirtió que en la política se suele dar prioridad a una visión de lo descendente, que alude a la gestión de los gobernantes, más que a la visión ascendente, referida a la legitimidad de las ideas con que se conquistan votos.
En las elecciones presidenciales francesas, en la primera vuelta se votó por aspectos descendentes, como los salarios, la seguridad, el funcionamiento de los servicios, en una instancia que fue catastrófica por el grado de dispersión y abstención, dijo Rocard.
En cambio, en la segunda vuelta, realizada el último domingo, se votó por una democracia y una cultura, por seguir siendo una república y hubo 82 por ciento de unanimidad en torno de ello, dijo Rocard, aludiendo al porcentaje de votos con que Jacques Chirac fue reelegido presidente, derrotando al ultraderechista Jean-Marie Le Pen. (FIN/IPS/ggr/ff/dv/02