La absolución del jefe de la Colonia Dignidad, Paul Schaefer, tras cinco años de infructuosa búsqueda, reavivó en Chile las sospechas sobre una supuesta red de protección de este enclave de colonos alemanes, denunciado como centro de desapariciones y torturas bajo la dictadura.
Lo ocurrido es una gran derrota para el Estado (chileno), mientras que la red de protección del enclave alemán ha demostrado su gran fuerza, dijo este viernes el senador socialista Jaime Naranjo, uno de los más firmes detractores de Colonia Dignidad.
El juez especial Hernán González dispuso el jueves el sobreseimiento (absolución) temporal del alemán Schaefer, acusado de actos de pedofilia contra 27 menores en Colonia Dignidad, una granja de emigrantes alemanes situada al oriente de la ciudad de Parral, unos 350 kilómetros al sur de Santiago.
El proceso se abrió en 1997 y la investigación no prosperó por la desaparición de Schaefer, un ex sargento del ejército nazi alemán, fundador de la granja que se instaló en Chile en 1961 y que ha tenido desde entonces una convulsionada historia.
En estos cinco años, el juez González ordenó numerosas diligencias de búsqueda del jefe de Colonia Dignidad, que incluyeron allanamientos policiales y excavaciones, pues se supone que está oculto en un bunker subterráneo construido en el centro agroindustrial.
Los operativos demandaron un gasto de más de un millón de dólares, pese a lo cual la policía no logró ubicar ni capturar a Schaefer, cuyo paradero desde 1997 es un misterio.
El cierre temporal del proceso obedece a un asunto de procedimientos por el tiempo transcurrido desde la designación del magistrado especial para investigar las denuncias de pedofilia.
El ministro del Interior, José Miguel Insulza, dijo que la decisión del juez González tendrá un efecto práctico, ya que permitirá acusar a otros siete implicados en los delitos, cuya comisión quedó acreditada durante el largo proceso llevado hasta ahora.
No es posible detener indefinidamente un proceso mientras se busca a Schaefer, dijo Insulza, quien defendió la labor policial ante las críticas de Naranjo y otros parlamentarios oficialistas.
Incluso con los recursos más modernos que existen, los estadounidenses tampoco pudieron encontrar a (Osama) bin Laden en las cavernas de Afganistán, argumentó el ministro.
Colonia Dignidad ocupa un predio de 170.000 hectáreas, donde, según denuncias internacionales, operaron centros de detención, tortura y desaparición de militantes de izquierda tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
Desde sus orígenes, hace 41 años, la colonia ha dado lugar a episodios de carácter policial, con frecuentes fugas de emigrantes, quienes denunciaron que eran mantenidos allí contra su voluntad por Schaefer.
El ahora prófugo de la justicia chilena, de 80 años, dirigía rituales nazis y mantenía una férrea disciplina entre los colonos, al tiempo que atraía hacia el enclave a niños campesinos que sometía a actos de pedofilia, según las denuncias.
Desde que se restableció la democracia en Chile en marzo de 1990 se plantearon sucesivas acciones judiciales contra Colonia Dignidad, hasta acumular en la actualidad 60 procesos por 24 delitos, que van desde fraudes aduaneros y tributarios hasta secuestros y violación de menores.
Sin embargo, ninguno de los procesos ha llegado a buen término, ya que en la mayoría de los casos no se ha podido acreditar fehacientemente los cargos y los jueces han dispuesto el cierre de los procesos al no identificar a culpables.
La impunidad en que permanecen los delitos atribuidos a Schaefer y otros directivos de Colonia Dignidad llevaron a organizaciones de derechos humanos a denunciar la existencia de una red de protección de este enclave y sus dirigentes.
Esta red incluiría a jueces, parlamentarios de la oposición derechista, antiguos funcionarios de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), ex mandos militares y empresarios que se beneficiaron de los servicios de Schaefer.
El juez González insistió en que las órdenes de arresto del jerarca prófugo y de sus siete principales colaboradores continúan vigentes y que su cumplimiento no se verá impedido por el sobreseimiento temporal de Schaefer.
La captura de cualquiera de ellos daría lugar a la inmediata reapertura del proceso, según se desprende de las aseveraciones del magistrado.
Hernán Fernández, abogado acusador en algunos de los casos de pedofilia, sostuvo que el fracaso en la búsqueda de Schaefer es producto de la negligencia con que, a su juicio, han actuado el Ministerio de Interior y las policías de Investigaciones y de Carabineros.
Fernández dijo tener el pleno convencimiento de que el jefe de Colonia Dignidad continúa oculto en un bunker y no ha sido descubierto porque no se han llevado a cabo las excavaciones necesarias. (FIN/IPS/ggr/dm/hd/02