La excarcelación del opositor cubano Vladimiro Roca elimina un punto probablemente complicado en la agenda del ex presidente estadounidense Jimmy Carter en su visita a Cuba del próximo domingo.
Roca fue el único de los miembros del llamado Grupo de los Cuatro que cumplió la casi totalidad de su condena, pese a que en favor de su libertad intercedió hasta el papa Juan Pablo II.
El mandatario de Estados Unidos entre 1977 y 1981 permanecerá en Cuba hasta el 15 de este mes, pero aún se desconoce el programa oficial de su visita, que responde a una invitación del presidente cubano Fidel Castro.
Sectores de la oposición interna esperan entrevistarse con Carter, quien ha definido su viaje como una misión de intercambio de puntos de vista y exploración.
Roca, un ex piloto de combate de 59 años, abandonó el domingo el presidio de Ariza, cerca de la central ciudad de Cienfuegos y a 336 kilómetros de La Habana, alrededor de un mes y medio antes de cumplir su condena de cinco años de prisión.
Sin embargo, tanto Elizardo Sánchez, presidente de la ilegal, aunque tolerada, Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), como el propio Roca evitaron vincular la excarcelación con la gira de Carter.
No vemos relación de causa y efecto, pues estaba decidido hace tiempo por las autoridades. Aunque, si se trata de una casualidad, creo que estamos ante una casualidad feliz, comentó Sánchez a IPS.
Por su parte, Roca, también indicó no creer que su libertad tuviera conexión con la visita de Carter. A mí me dijeron ya en 2000 que me rebajaban 70 días de condena, añadió.
Roca, hijo del fallecido ideólogo comunista Blas Roca, había sido condenado por sedición a cinco años de cárcel el 1 de marzo de 1999, pero cumplía prisión desde 1997.
El grupo encabezado por Roca fue arrestado luego de firmar en julio de 1997 un documento llamado La Patria es de Todos, en el que solicitaban reformas políticas y llamaban a la abstención electoral, entre otras exigencias.
El caso involucró también a Félix Bonne, Martha Beatriz Roque y René Gómez, quienes recibieron penas menores y fueron puestos en libertad de manera paulatina, antes de cumplirse la totalidad de sus respectivas sentencias.
La liberación de Roca es positiva, aunque un poco tardía, lamentó ante IPS el secretario general de la opositora Corriente Socialista Democrática Cubana, Manuel Cuesta Murúa.
Opinó que la excarcelación de Roca podría ser un gesto político hacia el ex gobernante estadounidense, comprometido con la defensa de los derechos humanos desde posiciones de diálogo.
Carter desarrolló durante su mandato una política que suavizó las tensiones entre Estados Unidos y Cuba, con diferentes pasos hacia la búsqueda de un entendimiento entre las partes.
Su logro más importante, vigente hasta hoy, fue el acuerdo que permitió la apertura simultánea de sendas Secciones de Intereses, encargadas de representar a ambas naciones ante la parte contraria.
Las oficinas, que fueron inauguradas de manera simultánea en La Habana y Washington el 1 de septiembre de 1977, prestan servicios consulares, además de servir de canal de comunicación entre los gobiernos, carentes de relaciones diplomáticas desde 1961.
Sin embargo, las tensiones volvieron a afectar a los dos países a fines del gobierno de Carter, cuando en 1980 más de 125.000 ciudadanos cubanos se lanzaron al mar en balsas y otras embarcaciones rumbo a las costas de Florida.
El llamado éxodo de Mariel provocó una de las peores crisis migratorias de las últimas décadas y Carter fue estigmatizado entonces como el malo de la película por la prensa oficialista cubana.
Carter está dando muestras de generosidad al venir a Cuba a pesar de los agravios, dijo Sánchez, al recordar esa época.
A juicio del activista por los derechos humanos, la visita de Cuba tendrá un impacto positivo sobre las relaciones cubano- estadounidenses, que actualmente no pueden ser peores.
Los dos gobiernos debieran aprovechar esta ocasión, que es irrepetible, pues la gran mayoría de los cubanos queremos una buena relación bilateral, de cooperación y buena vecindad, comentó.
En tanto, Cuesta Murúa precisó que Carter es contrario al embargo de Estados Unidos contra Cuba y su viaje a la isla probablemente repercutirá en aquellos sectores estadounidenses favorables a un cambio en la política de Washington hacia La Habana.
Las medidas restrictivas aplicadas por Estados Unidos a la isla de régimen socialista desde los años 60, endurecidas en 1996 con la llamada ley Helms-Burton, impiden toda relación económica y comercial entre los dos países.
Carter se reunió el día 2 con una delegación de la Fundación Cubano Americana (FNCA), que agrupa a sectores anticastristas del exilio cubano en Estados Unidos, en el marco de los preparativos de su visita, la primera de un ex presidente estadounidense a Cuba en más de 40 años.
Según Jorge Más, presidente de la FNCA, esa organización pidió al ex presidente que se reúna con los disidentes… y vaya a Cuba a abogar por la democracia y los derechos humanos.
Estoy casi seguro de que habrá algún encuentro con Carter, dijo, al respecto, Elizardo Sánchez, frecuente interlocutor en La Habana de delegaciones extranjeras de alto nivel.
El activista calculó que son más de 200 las personas que permanecen encarceladas actualmente por diversas razones políticas en Cuba. En cifras relativas, es una de las más altas del mundo, acotó.
Señaló que Carter es un humanista y una personalidad muy respetada en el mundo. Pero (de su visita) no espero ningún milagro, ni tampoco resultados espectaculares. La situación al interior de nuestro país es complicada y compete a los cubanos resolverla, acotó Sánchez.
En tanto, para la Mesa de Reflexión de la oposición Moderada, que nuclea a cinco agrupaciones disidentes, la visita de Carter podría abrir perspectivas favorables al mejoramiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Es importante también para continuar privilegiando un debate sobre la situación de los derechos humanos en Cuba y el mejoramiento de esta situación dentro de la isla, afirmó la coalición opositora. (FIN/IPS/pg/dm/ip/02