Abel Pacheco, investido este miércoles presidente constitucional de Costa Rica, afrontará en los próximos cuatro años el desafío de reducir la pobreza, la deuda pública interna y el déficit fiscal, con el obstáculo de la fragmentación política del parlamento.
Pacheco triunfó el 7 de abril en la segunda ronda de las elecciones presidenciales al frente de la fórmula del conservador Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), el mismo al que pertenece su antecesor, Miguel Angel Rodríguez.
Voy a gobernar con humanismo, voy a trabajar con honradez, no les voy a fallar, aseguró en la ceremonia de investidura este psiquiatra de 68 años que escribe poesía desde niño, vendió pantalones para mantener a sus familia y trabajó como comentarista de televisión.
La prioridad de su gobierno serán los más pobres, sostuvo el nuevo presidente, quien también prometió sanear las finanzas públicas, mejorando la recaudación, reduciendo cada año el déficit fiscal un punto porcentual del producto interno bruto, y alentando un crecimiento económico de seis por ciento anual.
Pacheco anunció, además, que protegerá la producción nacional, promoverá la competitividad, la ciencia y la cultura y la evolución de Costa Rica como una potencia ecológica.
Antes le declaramos la paz al mundo, hoy debemos declararle la paz a la naturaleza, expresó el mandatario, en alusión a la disolución del ejército en 1949. Pacheco indicó que promoverá una reforma constitucional que incluirá un capítulo titulado Garantías Ambientales.
El principal problema del próximo gobierno son las condiciones sociales, dijo a IPS el politólogo de la Universidad Nacional Alberto Salom. Veinte por ciento de los cuatro millones de habitantes de Costa Rica son pobres, proporción casi inalterada en los últimos 15 años, según cálculos oficiales.
Un sector muy grande de la población que no es pobre se encuentra en situación de alta vulnerabilidad, es decir, en riesgo de caer en la pobreza, sostuvo Salom. Considero que en este tema nos hemos estancado y el estancamiento implica retroceso, agregó el experto.
A pesar de la relativa estabilidad económica, Pacheco deberá lidiar con graves problemas macroeconómicos de mediano y largo plazo que le deja el gobierno de Rodríguez. Uno de los más urgentes es la deuda pública interna de más de 4.000 millones de dólares, que consume cerca de 38 por ciento del gasto público.
El desempleo, por su parte, creció durante el gobierno de Rodríguez de cinco a seis por ciento, según datos oficiales.
Pacheco asume un país en transición, con un modelo político, económico y social que da síntomas de agotamiento, dijo a IPS el profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica Jaime Ordóñez.
El modelo vigente durante la segunda mitad del siglo XX dio sus frutos y convirtió a Costa Rica en un país líder en América Central, pero en este momento luce desgastado y necesita una modernización, sostuvo Ordóñez.
Los tres principales desafíos del próximo gobierno serán la reforma fiscal, la reforma del sistema político y el aumento de la inversión social, afirmó.
Los analistas coinciden en que uno de los problemas más agobiantes es el creciente déficit fiscal, que le resta margen de acción al gobierno y limita los recursos para programas sociales.
El déficit fiscal podría representar este año 3,9 por ciento del producto interno bruto y, si no se toman medidas correctivas, seguiría aumentando hasta llegar a casi siete por ciento en 2006, sostuvo un grupo de ex ministros de Hacienda en un informe elaborado este año.
Mientras, Pacheco deberá ejercer el gobierno sin mayoría en el Congreso unicameral legislativo, el cual refleja la gran fragmentación política del país. El sólido bipartidismo dominado por el PUSC y el centrista Partido Liberación Nacional (PLN) en las últimas dos décadas se ha resquebrajado.
Pacheco tendrá que saber generar consenso en todos los ámbitos políticos, dijo a IPS la congresista Laura Chinchilla, del PLN.
El PUSC cuenta con 19 diputados en el Congreso de 57 escaños, el PLN con 17, el centrista Partido Acción Ciudadana con 14 y el derechista Movimiento Libertario, con seis.
Chinchilla sostuvo que el nuevo mandatario deberá mostrar gran agilidad para dialogar con todos los actores políticos.
El nuevo multiparlamentarismo obligará a Costa Rica a convertir en los próximos años su sistema de gobierno del presidencialismo a un modelo semiparlamentarista, pronosticaron analistas.
La investidura de Pacheco se celebró este miércoles en el Teatro Melico Salazar, en el centro de San José, y no en el Estadio Nacional, como se ha hecho desde 1953, en cumplimiento de la promesa del nuevo presidente de reducir los gastos públicos.
Al acto asistieron 80 delegaciones internacionales, entre las cuales figuraron personalidades como el heredero de la corona española, príncipe Felipe de Borbón, y varios presidentes de América Latina, así como representantes de organismos internacionales.
Concurrieron a la ceremonia los presidentes Andrés Pastrana, de Colombia, Gustavo Noboa, de Ecuador, Francisco Flores, de El Salvador, Alfonso Portillo, de Guatemala, y Enrique Bolaños, de Nicaragua, así como la esposa del presidente mexicano Vicente Fox, Marta Sahagún.
Así mismo, asistió el secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria, la secretaria (ministra) de Agricultura de Estados Unidos, Ann Veneman, el presidente del Senado de Bolivia, Enrique Toro, y el nuncio apostólico (representante del Vaticano en el país) Luigi Bonazzi. (FIN/IPS/nms/mj/ip/02