CHINA: Capacitación de mujeres para participación política

La Escuela de Capacitación Total de Mujeres Rurales, con sede en Beijing, promueve una mayor participación política femenina en las provincias de China y ofrece microcréditos para apoyar el cambio de vida de las alumnas.

Desde el mes pasado, la escuela ofrece un curso de siete días sobre Participación Política financiado por el estadounidense Instituto Internacional Republicano.

La tarea es grande, dado que ”la voz (de las mujeres) está casi siempre ausente en una comunidad rural, como si no existieran”, señaló el profesor Li Huiying.

Las mujeres componen más de un tercio de la burocracia en el país, y al menos una mujer integra el organismo de gobierno de las 33 provincias, regiones autónomas y municipalidades.

Pero en las áreas rurales, incluso aquellas en altos cargos tienden a ser segregadas, y es muy raro encontrar mujeres activas en la vida política.

”El porcentaje de participación femenina en organismos importantes en varios niveles aún es baja. Tradicionalmente a la sombra de los hombres, las mujeres rurales en China no son conscientes de su derecho a tener un lugar en la política”, dijo Wu Qin, directora de la Escuela de Capacitación Total.

Alrededor de 52,09 por ciento de los 870 millones de habitantes rurales son mujeres. ”Si su voz no es escuchada, sus intereses y derechos pueden ser violados de vez en cuando, y esto irá contra el desarrollo”, agregó la directora.

El cambio en las mujeres rurales prometerá un mejor país en el largo plazo, ”porque una mujer es una madre que influye sobre una familia”, agregó.

Xu Fengqin se sumó años atrás a la Escuela de Capacitación Total de Mujeres Rurales, de la que ahora es directora ejecutiva.

La mala experiencia personal de Xu como funcionaria pública ilustra el tipo de discriminación que suelen sufrir las mujeres en las áreas rurales.

Después de 15 años en la presidencia de la Federación de Mujeres de la ciudad de Qinhuangdao, en la nororiental provincia de Hebei, Xu fue designada vicedirectora de una industria local.

Pero nunca logró asumir el cargo, porque varios colegas varones, celosos de su promoción, lograron alterar su currículum y modificar su edad, de modo que pareciera demasiado entrada en años para la tarea. Según las normas chinas, las funcionarias deben retirarse a los 55 años.

Xu ya no lamenta no haber sido vicedirectora de una empresa estatal. Todo lo quiere es ”alcanzar un mayor número de mujeres rurales y capacitarlas para la lucha contra la discriminación y para que puedan hacerse oír tanto como los hombres en las decisiones políticas”.

Una de las egresadas del curso de Participación Política es Zaho Yanhui, madre de dos niños, quien planifica reunir a otras mujeres de su poblado para supervisar la elección de autoridades locales.

Algunos candidatos han sido sospechosos de comprar votos, una práctica sobre la que cual la mayoría de la gente mantiene silencio, dijo Zaho.

Fortalecer a las mujeres sobre sus deberes y derechos es un gran paso adelante, dijo Wu Qin, quien además integra el Congreso Municipal del Pueblo de Beijing.

La capacitación ofrecida en el curso no trata sobre la forma de ganar una elección, o lograr un lugar en la estructura de poder, destacó la directora del programa, Li Tao.

Esencialmente el curso se propone desechar el concepto convencional de que las mujeres son inferiores a los hombres, una idea que ”ha encadenado la mente de las mujeres y las ha mantenido alejadas de un papel activo en los asuntos públicos y políticos”, dijo Li.

”Tratamos de convencer a las mujeres rurales que asisten al curso de que participación política es el ejercicio de sus derechos democráticos, de que le pongan el hombro a sus responsabilidades políticas”, agregó la coordinadora.

Li Yinghui, de 19 años y una de las más jóvenes que tomaron el curso, quiere evitar un matrimonio temprano.

”Es muy común que las mujeres rurales pongan todas sus esperanzas de vida en un buen marido. Pero se vuelven más silenciosas después del casamiento. Escuchan lo que dicen sus maridos, pero no hablan por ellas mismas”, señaló la joven.

Las primeras egresadas fueron unas 40 mujeres de varios poblados del distrito de Mancheng, en Hebei, unos 150 kilómetros al suroeste de Beijing.

El grupo siguiente está integrado por 160 mujeres pertenencientes a la minoría étnica man, del distrito septentrional de Qinglong.

Las participantes de Mancheng recibirán a fines de año un microcrédito para favorecer su independencia económica.

”Será una fuente improtante de prosperidad. Podrán usar el préstamo para iniciar una granja de frutas y verduras orgánicas”, informó Li Tao. (FIN/IPS/tra-en/ccb/lp/mlm/hd-dv/02

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