La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió en un informe conocido este jueves las dificultades de la economía de Chile para crear empleos y el bajo crecimiento del salario real en los últimos años.
El informe, denominado Chile: Políticas de Empleo 2002, alude a los dos temas que marcaron el miércoles la celebración en este país del Día Internacional de los Trabajadores, tanto en la esfera gubernamental como entre los sindicatos.
En el período 1998-2001 continuó la caída tendencial del empleo agrícola y en la práctica no se generaron empleos netos en los sectores no agrícolas, señala el estudio de la OIT, una entidad dependiente de la Organización de Naciones Unidas.
El presidente Ricardo Lagos sostuvo con ocasión de la fiesta del 1 de Mayo que la prioridad fundamental de su gobierno está en combatir el desempleo, que en marzo llegó a 8,8 por ciento de la fuerza de trabajo.
El indicador tuvo un aumento de 0,5 por ciento de aumento respecto de febrero y se sitúa en los mismos niveles de comienzos de 2001.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) observa con preocupación estos resultados, pues la desocupación tiende a incrementarse en Chile en otoño e invierno, de abril a septiembre, cuando se cierran las plazas temporales en la agricultura.
Ricardo Ariztía, presidente de la empresarial Confederación de la Producción y el Comercio señaló que, aunque se estabilicen las tasas de crecimiento económico en torno de cinco por ciento, la tasa de desempleo permanecerá en torno de 10 por ciento en los períodos más críticos de invierno.
Chile tendrá este año un crecimiento económico de 3,5 por ciento, según las estimaciones de organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
La economía chilena permanecerá así entre las más sólidas de América Latina, en contraste con la depresión de la vecina Argentina, donde el desempleo se aproxima a 25 por ciento de la fuerza laboral.
El impacto de la crisis argentina está bastante atenuado en Chile, no así en Uruguay, otro país del Cono Sur de América, donde el desempleo asciende a cerca de 15 por ciento.
Pero tasas de desocupación entre ocho y nueve por ciento son inusualmente altas para Chile, donde el promedio histórico de desempleo es de seis por ciento.
La baja creación de empleo entre 1998 y 2001 estuvo acompañada del retroceso del salario real, como parte de la desigual distribución del ingreso que caracteriza a Chile.
El ingreso total de los trabajadores, es decir, la llamada masa salarial, creció en el período analizado a un ritmo de 0,2 por ciento anual, frente a un incremento de 2,6 por ciento por año del ingreso nacional, dijo la OIT.
Con base en ese cálculo, el Instituto Libertad y Desarrollo, vinculado a la oposición derechista, sostuvo que entre 1998 y 2001 los trabajadores chilenos dejaron de ganar cada año unos 2.300 millones de dólares.
Ese medio millón de chilenos que no tiene trabajo es materia de nuestra preocupación. Vamos a mantener los programas (extraordinarios) de empleo y los vamos a mantener tanto como sea necesario, dijo Lagos el miércoles.
A través de los planes especiales de trabajo en municipios y en obras públicas, el gobierno consiguió en el último año la creación de unas 150.000 plazas laborales, lo cual ha permitido contener hasta ahora la amenaza de una tasa de desempleo de dos dígitos.
Arturo Martínez, presidente de la CUT, exhortó a las autoridades a mantener los programas extraordinarios de empleo y también a una mayor fiscalización de las empresas para impedir despidos arbitrarios.
Martínez, militante del cogobernante Partido Socialista, pero aliado en la CUT con la oposición comunista, hizo sus planteamientos en una concentración por el Día de los Trabajadores que reunió a unos 40.000 manifestantes en Santiago.
El líder sindical impugnó también los tratados internacionales de libre comercio suscritos por Chile, que a su juicio están provocando desocupación, con el cierre de industrias locales perjudicadas por el ingreso de productos con bajos aranceles.
El gobierno de Lagos concluyó la semana pasada con éxito la negociación para un acuerdo de complementación comercial, política y social con la Unión Europea, que según el gobierno posibilitará crear 200.000 nuevos empleo hacia 2006.
El ministro de la Secretaría General de Gobierno, Heraldo Muñoz, dijo este miércoles que el acuerdo con la UE implicará para los trabajadores chilenos más derechos sociales, más progreso, más garantías de salud, de capacitación y educación. (FIN/IPS/ggr/ff/if lb/02